Glosario de términos gramaticales (Publicación de la RAE y ASALE)

Por Jacqueline Pimentel

   El Glosario de términos gramaticales (GTG) es un valioso recurso educativo que la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), editada por la Universidad de Salamanca, ponen a disposición de docentes y estudiantes universitarios con el objetivo de profundizar en su formación gramatical, así como unificar criterios relativos a este aspecto de la lengua entre los hispanohablantes.

Esta obra de cuatrocientas páginas posee varias partes, una de ellas es el prólogo que resulta muy esclarecedor sobre el contenido y la valía de este diccionario. En la primera parte de este resumen, voy a utilizar informaciones extraídas de su lectura.

El proyecto para elaborar este Glosario surge con la finalidad de subsanar, precisamente, esa diversidad de criterios, pero, sobre todo para profundizar los conocimientos de los conceptos y términos propios de la dimensión morfosintáctica de la lengua. También porque los especialistas se han percatado, a través del tiempo, que existe una necesidad significativa de dilucidar o precisar con claridad meridiana el significado tanto de los términos gramaticales tradicionales como de aquello resultantes de las innovaciones o nuevas realidades a las cuales se enfrenta los hablantes ( especialmente en las prácticas docentes), y, que hacen perentorio nuevos usos, nuevas formas de expresión, las cuales han de estudiarse acordes con la unidad lingüística del idioma español. “Este diccionario pretende también contribuir, en alguna medida a la unificación de la terminología entre los docentes de gramática en el mundo hispanohablante”, precisa el prologuista de este Glosario. Además, agrega otro punto importante, la intención de que este libro facilite la comprensión, la delimitación, el conocimiento y el manejo de cada fenómeno que se etiquete. Asimismo, en el prólogo se resaltan que este glosario es un pequeño diccionario, no un manual o curso de gramática, aunque coadyuve bastante a la comprensión de esta disciplina lingüística. También insisten en que tampoco es un vademécum, es un libro de consulta que puede convertirse en un pequeño tratado para el estudio, si el usuario o hablante aprovecha al máximo el gran número de remisiones internas que contiene este nuevo volumen de la RAE/ASALE. La estructura de la obra presenta:

lema o marca de nivel de complejidad

bloque introductorio de términos y referencias

cuerpo principal

información complementaria.

En el prólogo del GTG se hace la puntualización o se hace la salvedad de que solo algunos artículos carecen del cuarto componente, es decir, de informaciones complementarias.

El primer componente es el lema, término que se define, constituye la opción terminológica recomendada. Por ejemplo, cuando el lema posee varias interpretaciones se elige solo una de ellas como entrada, a manera de evitar situaciones de polisemia. En este tenor, el GTG ilustra un caso, el término categoría gramatical, el cual se usa en lingüística para aludir a las clases sintácticas de palabra (sustantivos, adjetivos, verbos, etc.), y también para hacer referencia a las informaciones que expresa la morfología flexiva o los denominados “accidentes gramaticales” (género, número, tiempo, modo, etc.).

A pesar de que el GTG reconoce esa realidad, recomienda usar el lema clases de palabras para el primer ejemplo, y categoría gramatical cuando aludimos a los denominados accidentes gramaticales o morfología flexiva de las palabras. Sin embargo, este diccionario advierte que el término categoría gramatical se usa con varios sentidos en la lingüística actual, observación útil al momento de leer otros textos relativos a la gramática.

El GTG señala también que junto al lema de cada artículo del Glosario aparecen una, dos o tres estrellas (*) para marcar el término como propio de un nivel básico, intermedio o avanzado de los estudios de la lengua, respectivamente. No obstante, esta precisión, deja en claro que dicha delimitación correspondería más bien al docente o a los diseñadores de los planes de estudios, aunque sea necesario que los docentes y directivos educativos dominen cabalmente estos aspectos.

El segundo componente de los artículos completos del GTG es el bloque introductorio de términos y referencias constituye el encabezamiento de la entrada. Esta parte, a su vez, contiene las siguientes informaciones:

Ejs.  Ejemplos ilustrativos del concepto que se define. Empero, éstos se omiten cuando el concepto que se define no es un segmento lingüístico (aspecto, concordancia, persona o clase de palabra…).

Sin. Sinónimos. Términos equivalentes del concepto analizado en varios sistemas terminológicos, ordenados en forma alfabética o según su relevancia. En ciertos casos se ha optado, por razones didácticas, por asignar entradas diferentes a dos términos cercanos semánticamente (por ejemplo, valencia y estructura argumental).

Par.  Paradigma en el que se inscribe el concepto que se analiza, si existe. Muy frecuentemente, aparece aquí la oposición lingüística en la que se integra el término definido de forma característica (por ejemplo, adjetivo relacional suele oponerse a adjetivo calificativo).

Rel.  Términos relacionados con el que se define. Todos ellos tienen entrada en el lemario. Conviene precisar que no se presentan aquí términos equivalentes al definido, solo los que están relacionados conceptualmente con éste. Por ejemplo, en la entrada sintagma nominal figuran como relacionados, entre otros, los términos sintagma, sintagma adjetival y sintagma nominal escueto. En consecuencia, se sugiere que el usuario consulte esas otras entradas si percibe alguna dificultad para entender lo definido en la que está consultando.

Fam.  Familia léxica. Grupo de palabras relacionadas morfológicamente con la que se define, ya que comparten su misma raíz. Pueden ser sustantivos, adjetivos, verbos o adverbios. No todos se usan a lo largo del GTG. Por ejemplo, aparece pronominalmente en la familia léxica de pronombre (junto con pronominal, pronominalizar y pronominalización), pero este adverbio no figura en ninguna entrada del Glosario, aun cuando se utilice ocasionalmente en los estudios gramaticales.

Esq. Referencia a los esquemas que aparecen al final de esta obra, identificados allí con un número. Solo presenta esta referencia cuando el concepto analizado se incluye en alguno de estos esquemas.

Tab.   Relativo a las tablas que están al concluir este volumen. Se identifican también con un número al igual que los esquemas. Esta referencia solo está presente cuando el concepto analizado se incluye en alguna de estas tablas.

Refs.   Referencias. Son párrafos, secciones o capítulos de la Nueva gramática de la lengua española (NGLE) y de la Gramática descriptiva de la lengua española (GDLE) en los que se analiza el concepto que se define.

El tercer componente de los artículos completos es el cuerpo principal de la entrada, contiene la información fundamental expuesta con abundante ejemplificación, los cuales proceden tanto del español ibérico como de los hispanohablantes de ultramar (Hispanoamérica, Filipinas, Guinea Ecuatorial, etc.).

El cuarto componente es la sección denominada información complementaria, es la última de la mayoría de las entradas, acá se resumen contenidos menos esenciales que aquellos presentes en el cuerpo principal del artículo completo. Generalmente se añaden la información complementaria, datos polémicos o controvertidos de carácter normativo que precisan aclaración pertinente. No obstante, el prologuista llama la atención sobre el carácter opcional de esta parte para ser objeto de enseñanza en las aulas, o sea, queda a opción del docente determinar si las competencias lingüísticas del estudiantado aprovecharan una disquisición al respecto.

El Glosario de términos gramaticales muestra un recurso muy interesante, en pos de mejorar la comprensión de los aspectos gramaticales que trata, me refiero al uso de gráficas al final del GTG, pues éstas se utilizan a manera de resúmenes, complementos o recapitulaciones parciales acerca de conceptos y términos claves en esta disciplina lingüística, a saber: figuran esquemas y tablas. Dichos gráficos se han numerado, de esta forma es posible remitir a ellos desde las entradas de este nuevo diccionario de la RAE y ASALE.

Estos esquemas son clasificaciones presentados como cuadros sinópticos. Los autores del Glosario precisan que han de interpretarse como agrupaciones de conceptos y términos que aparecen jerarquizados por razones didácticas. Mientras que las tablas son cuadros de doble entrada, que según se consigna en el prólogo “recogen en su mayor parte clases y subclases de palabras en función de sus rasgos gramaticales y de otras propiedades sintácticas y semánticas”. El GTG también precisa que, si aparece algún lema que en la actualidad haya caído en desuso, se consigna juntamente con el apelativo “lengua antigua”, de forma que el usuario o lector sepa que corresponde a un estadio anterior de la lengua española, es decir, los autores de este diccionario se han ocupado de ofrecer al hablante informaciones de la diacronía del idioma, de la evolución histórica de ésta.

Pero, continuemos desbrozando el contenido de esta importante obra de consulta gramatical y señalemos que, además de los artículos completos, el GTG posee otros dos tipos de entrada, veamos:

  • Las definiciones por remisión indican que un determinado término equivale a otro, el cual constituye un artículo del GTG.

Por ejemplo, el término palabra derivada se define por remisión a derivado; sustantivo por remisión a nombre, y el adjetivo de relación se remite a adjetivo relacional. Para establecer la remisión se utiliza el símbolo > para establecer la remisión entre el lema y la definición.

  • Los envíos son entradas “encabezadas por conceptos que no constituyen artículos completos del Glosario, sino que se definen o se caracterizan dentro de otro artículo”, acota el prologuista del diccionario. En estos casos, según consta en el GTG se ha de colocar la indicación «V. en» seguida del lema del artículo que contiene el concepto definido, en negritas.

Para los autores de este diccionario, todas estas combinaciones facilitan que el usuario pueda encontrar las explicaciones que busca. En ese tenor, el GTG incluye otras ayudas para establecer relaciones entre sus entradas. La principal es el uso de referencias cruzadas: los conceptos que se destacan en versalita, en el interior de las entradas son lemas del Glosario de términos gramaticales.

En otro renglón, como parte de las consideraciones didácticas, el GTG contiene la mayoría de los términos gramaticales tradicionales, pero también consigna otros más recientes que raramente figuran en los textos o manuales usados en la actualidad para la docencia, aunque estén generalizados en la bibliografía contemporánea relativa a esta disciplina lingüística.

Esta realidad que exhiben la mayoría de los manuales difiere de lo habitual con relación a otras disciplinas (filosofía, biología, física, etc.), donde las innovaciones son adaptadas e incorporadas frecuentemente a los textos para el aprendizaje de la disciplina correspondiente.

En vista de que uno de los objetivos de este diccionario es subsanar las necesidades de los hablantes o usuarios del español, este volumen toma en cuenta expresiones como conector o marcador discursivo, acto de habla, argumento o expresión contrafactual (contrafáctica), entre otros términos propios de argot lingüístico actual, aunque suelen estar ausentes de los manuales utilizados por la generalidad de los estudiantes, están consignados en el Glosario para cumplir el propósito de mejorar el dominio de este aspecto de la lengua.

No obstante, el nuevo diccionario de la RAE y ASALE aclara que la incorporación de términos actualizados pretende coadyuvar con la unidad de criterios, al momento de abordar estos avances de los estudios lingüísticos, pero respetando las equivalencias que existe en la diversidad lingüística entre los hispanohablantes de varios lugares. En virtud de esto presento una muestra ilustrativa, parafraseo: “(…) en el área rioplatense se usa desde hace tiempo el término verbo liviano para designar el tipo de verbos que en otros países se conoce como verbo soporte o verbo de apoyo (¿auxiliar, en RD?)**”, aclarada la equivalencia de los términos, el GTG se decanta por usar la forma verbo de apoyo, sin desmeritar la otra (s) opción(es), puesto que considera que al ser equivalentes tienen la misma importancia, aunque privilegie verbo de apoyo por razones didácticas y  por su amplia difusión en el mundo hispánico.

En el Glosario se plantea que a los estudiantes se le debe facilitar el acceso a materiales como este, ya que el contacto con lo actual incidirá favorablemente en el desarrollo de sus capacidades para la comprensión y el análisis de textos, mejorará también sus competencias o hábitos deductivos e inductivos, así como las habilidades para argumentar y contraargumentar. Es decir, piensan que profundizar en los estudios de la gramática de su lengua ha de ser una actividad factible, una disciplina abordable, aunque no sea sencilla, pero si necesaria. Por esta razón, insisten en que la enseñanza de la gramática (incluyendo términos polémicos o controvertidos) pueden preparar al estudiante para desarrollar su capacidad argumentativa, así como su conciencia crítica.

Asimismo, exhortan a enseñar la gramática desde una perspectiva crítica, menos memorística y etiquetable. Al mismo tiempo, aseguran que es conveniente, en la medida de lo posible, explicar en qué consiste una determinada controversia en materia gramatical (entre los términos que se contrastan) y cuáles son las opciones que dirimen dicha cuestión.

En líneas generales, este Glosario sigue las recomendaciones terminológicas de la NGLE, no obstante, hay dos diferencias terminológicas entre ambos volúmenes de la RAE/ASALE.  Uno de los cuales, al ser revisados por la Comisión Interacadémica que supervisó este diccionario, considero que “el término sintagma se ha extendido hoy mayoritariamente entre los estudiosos que escriben en español, para designar los segmentos sintácticos menores que la oración, casi siempre construidos en torno al núcleo. Las otras dos opciones son frase, empleada hoy por un número reducido de lingüistas, pero que ha sido el grupo elegido por la Nueva Gramática de la lengua española (NGLE), aunque se use apenas en la bibliografía contemporánea. Ahora bien, y acorde con lo referido anteriormente, la elección de un término u otro no representa avance alguno en el conocimiento de esta disciplina, en general, constituyen rótulos exactamente equivalentes. De ahí que se advierte en torno a las falsas polémicas que se enfocan en ese aspecto (por ejemplo, elegir entre complemento directo u objeto directo, entre nombre o sustantivo, etc.), ya que consideran que es una tarea fútil ensalzarse en un debate bizantino como este, desplazando o alejándose de cuestiones realmente vinculadas con verdaderos contenidos, como serían aquellas polémicas de naturaleza conceptual (entre ellas, las relativas a los límites borrosos entre determinadas categorías, funciones o procesos).

El segundo punto polémico entre este diccionario y la nueva gramática es el termino construcción, en particular, aplicado a las estructuras tradicionalmente llamadas adverbiales. Muchos especialistas, empero, rechazan la denominación oración subordinada adverbial, ya que su uso obligaría a redefinir el concepto oración, o al menos un nuevo sentido. La opción elegida por la NGLE evita indudablemente este problema, aunque resulte un poco vago: “en virtud de que todos los sintagmas son también construcciones de cierto tipo, de suerte que, se mantiene un nivel de imprecisión latente, debido a que es un término muy abarcador.

Tanto el GTG como la NGLE llaman la atención de los usuarios del idioma, a los interlocutores hispanohablantes, a evitar el uso de comodines lingüísticos como las formas partícula o nexos, en vez de preposición, conjunción, subordinante o adverbios de relativo, etc. En virtud de que consideran que, en cierta medida, el término construcción está cerca de convertirse en un comodín; por eso, en este diccionario ese término se reserva para aquellos casos donde se desee especificar si un determinado segmento es nominal, adjetival, verbal, adverbial, preposicional u oracional.

Ambas obras académicas aconsejan usar la expresión tradicional oración subordinada adverbial – a pesar de que los inconvenientes persisten- para la combinación de conjunción subordinante y oración, por ejemplo: si vienes, mientras ella trabaja, aunque no lo creas, etc. Varias opciones sobre este particular el usuario puede encontrar al ojear las cuatrocientas páginas de este pequeño, pero enjundioso diccionario especializado en aspectos gramaticales. En algunos casos, yendo a los envíos cuyas entradas como oración subordinada, oración (subordinada) adverbial y sintagma conjuntivo ilustrará más ampliamente las explicaciones obtenidas en la consulta inicial.

Este Glosario que nos ocupa, invita a todos los usuarios escudriñar a fondo el contenido del texto, ya que en sus páginas- se consigna en la solapa y contraportada de la obra-encontrarán las explicaciones pertinentes y atinentes a la mayoría de los términos gramaticales que los hispanohablantes suelen usar, ya sea en la oralidad o al escribir sus ideas. Esto así, pues figuran en este volumen -recalcan- tanto el inventario de términos tradicionales como actuales, cuya impronta les otorga vigencia a los primeros y arroja luz en torno a las nuevas adquisiciones de la lengua en materia morfosintáctica.

En resumen, de este diccionario cabe resaltar el rico caudal de conocimientos que el hablante puede obtener al leerlo o estudiarlo pues no solo ofrece una radiografía sincrónica (actual) de los términos gramaticales que suelen usar los hispanohablantes, sino que también presta atención al aspecto diacrónico del idioma, al incluir términos del español antiguo, pero que generalmente exhiben vigencia en el habla cotidiana de los interlocutores del ámbito hispánico.

Los beneficios lingüísticos y culturales que este libro otorga a sus lectores, no es resultado de la casualidad, sino que es fruto del mancomunado esfuerzo de numerosas personalidades dentro y fuera de cada academia de la lengua, en el mundo, y cuya titánica labor ha culminado en este hermoso libro. El proceso de elaboración de este Glosario de términos gramaticales ha seguido las siguientes fases o etapas:

  1. El equipo de gramática de la Real Academia Española presenta el primer borrador de cada entrada del diccionario, con el objetivo de ser revisadas.
  2. Una vez revisadas, ese borrador se envió a dos expertos en cada academia perteneciente a ASALE, así como a un equipo de asesores formado por profesores de enseñanza media, todos con amplia experiencia. Las sugerencias de éstos se ponderaron e incorporaron al borrador preliminar las que mejoraban objetivamente los aspectos didácticos de las definiciones o explicaciones relativas a éstas.
  3. Se redactó una versión mejorada de cada entrada y se subió a una plataforma especial que auspició la RAE. De esta forma, todas las academias podían incorporar en línea sus aportes, observaciones y comentarios.
  4. Aquellas observaciones que no habían sido incorporadas (sea porque contradecían o presentaban alguna dificultad conceptual) fueron remitidas a la Comisión Interacadémcia para su revisión. Luego, tras largas jornadas de arduo trabajo (tres) de cada área lingüística, la Comisión tomó las decisiones que consideró oportunas sobre esas cuestiones pendientes, las cuales incidían significativamente en la estructura de este Glosario de términos gramaticales.
  5. Tocó el turno al equipo de redacción, que junto al director del proyecto revisaron el conjunto de la obra, una suerte de lectura sancionadora del material que se mantendría o sacaba del presente diccionario. En consecuencia, ellos también añadieron precisiones didácticas y de otra índole que juzgaron pertinentes para lograr el propósito del Glosario. En tal virtud se procedió mejorar los aspectos requeridos para unificar y homogeneizar el discurso académico/científico del diccionario, en pos de conseguir un estilo expositivo accesible para la generalidad de los usuarios, así como encajar apropiadamente o incorporar las diversas referencias cruzadas que contribuyeran a ofrecer más información al lector, pero de forma sencilla y lo más práctica posible. En esta parte también intervino la Comisión Interacadémica, cuyo parecer aquilató las decisiones primordiales que garantizaron la publicación de este volumen.

Al concluir el prólogo del Glosario de términos gramaticales aparece una muestra gráfica de cómo están estructuradas las entradas de este diccionario, así como una lista de “Abreviaturas, siglas y símbolos alfabetizables”, otra lista de “Signos y símbolos no alfabetizables”. Una vez, el lector ha pasado estas páginas, entonces se adentra de lleno en el diccionario o glosario de términos.  Es decir, el periplo académico inicia a partir de la página 3 hasta la 338 donde el usuario tendrá a mano las definiciones y explicaciones clarificadoras de la mayoría de los términos gramaticales tradicionales y de aquellos actualizados, fruto del dinamismo de la lengua, las aportaciones más recientes; toda esta información bien organizada alfabéticamente.  Luego, al continuar avanzando el estudio de esta obra, a partir de la página 340 aparecen los esquemas y las tablas. Los primeros gráficos (esquemas) tienen el propósito de ofrecer una visualización organizada y bien estructurada que muestran detalladamente las clases de palabras, así como las relaciones sintácticas. Mientras que las tablas tienen el objetivo de resumir las propiedades morfológicas y sintácticas de muchas voces gramaticales.

Al final del Glosario figura un acápite denominado “Nómina de textos citados”, cuyas páginas (398-400) permiten al lector conocer los textos citados a lo largo de la obra. Recordemos que en este diccionario se puede encontrar, además de definiciones, descripciones y aclaraciones didáctica acerca de cada entrada, una abundante cantidad de ejemplificaciones, así como términos cercanos y equivalentes en varios modelos de análisis y presentaciones didácticas en las que se separa sistemáticamente la información fundamental de la complementaria, entre muchas otras informaciones que seguro aumentarán su dominio de la lengua, especialmente, en lo atinente a los términos gramaticales.

 

Jacqueline Pimentel, Santo Domingo, D. N., 5 de mayo de 2020.

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