A nuestro lado
En la lengua encontramos con frecuencia que un mismo elemento funciona en distintas construcciones para lograr expresar distintos contenidos. Con la preposición de sucede algo así. Los diferentes papeles que juega nos confunden a veces, sobre todo en la lengua coloquial.
La usamos para enlazar dos sustantivos entre los que se establece una relación de pertenencia: El libro de la profesora. Para sustituir este complemento de posesión (de la profesora) podemos acudir al posesivo y decir su libro o el libro suyo, como diríamos por el Caribe. Comparen la estructura anterior con esta: Delante de la profesora. En este caso no expresamos posesión sino lugar; no relacionamos dos sustantivos sino un adverbio (delante) y un sustantivo (profesora).
Sin embargo reconozcan que todos hemos dicho alguna vez en la lengua coloquial delante suya. Entono un mea culpa porque en la conversación ligera suelo cometer con frecuencia este error. Olvido, en el calor de la charla, que los posesivos solo pueden modificar a los sustantivos y no a los adverbios.
No crean que se libran hoy del cocorícamo. ¿Y si decimos que alguien está al lado nuestro? ¿Es correcto o no? El truco para distinguirlo es buscar la palabra que funciona como núcleo. Si el núcleo es un sustantivo (en el ejemplo se trata del sustantivo lado), el uso del posesivo es correcto: A nuestro lado. Si el núcleo es un adverbio (*Está cerca mío), el uso del posesivo es incorrecto: *Está en mi cerca.
En la lengua casi todo gira alrededor de la estructura de las palabras. Casi todo gira alrededor suyo.
© 2015 María José Rincón González