Acto literario con el Grupo Mester de la Academia

 El Dr. Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua y presidente del Ateneo Insular, invitó al Grupo Mester de la Academia a un encuentro literario del Movimiento Interiorista en Azua, que fue la primera actividad del Grupo Mester en el presente año. El programa se inició con un coloquio sobre la narrativa de Emilia Pereyra en el Centro Cultural Héctor J. Díaz de la ciudad sureña. En ese acto se presentaron ponencias de M. S. Gautier sobre El grito del tambor, de Sélvido Candelaria sobre Cenizas del querer, y de Bruno Rosario Candelier sobre Cóctel con frenesí.

Al término del coloquio público, que contó con el respaldo entusiasta de la población azuana, los poetas y escritores se desplazaron a Villa Minerva donde sesionaron, tertuliaron y pernoctaron en la finca de la familia Pereyra, en Majagual, Peralta. Durante la tertulia literaria se dio lectura a los estudios literarios sobre el grupo Mester de la Academia. Los narradores Sélvido Candelaria y Rafael Peralta Romero hablaron de la obra de Miguel Solano y de Emilia Pereyra.

En la jornada dominical, Eduardo Gautreau presentó la obra de Miguel Solano, y Emilia Pereyra enfocó la visión narrativa de Ángela Hernández. Asimismo, Ángela Hernández comentó la cuentística de Rafael Peralta Romero y Ofelia Berrido trató la novelística de Manuel Salvador Gautier. A este encuentro literario con otros escritores de la región sureña, participaron representantes de distintas localidades del país. El coloquio inicial del encuentro contó con el poeta Rannel Báez, director del Centro Cultural de Azua. La jornada cultural se desenvolvió de manera disciplinada, instructiva y amena. Se debatió la obra narrativa de Emilia Pereyra y se evidenció su calidad literaria.

En la casa campestre de Majagual, construida de madera y tejas, con su galería frontal para sentarse a contemplar la naturaleza ante un jardín primoroso y una fuente cuya chorrera trinaba en el bosque cercano, los contertulios disfrutaron una cena de mangú, revoltillo de huevos a la azuana y una ensalada de aguacates, que satisfizo el paladar de los poetas y narradores invitados.

Los análisis literarios resultaron interesantes. Candelaria habló sobre la obra narrativa de Peralta y subrayó que en sus cuentos, a través del utópico pero ya patentizado pueblo de Los Uveros, construye un lugar imaginario como ha sido ejemplar en la narración latinoamericana, como el Macondo de Gabriel García Márquez y el Comala de Juan Rulfo.

Gautreau De Windt habló sobre la obra narrativa de Miguel Solano y señaló la inclinación del autor hacia la narrativa corta concebida para niños. Emilia Pereyra abordó la obra narrativa de Hernández, indicando que había una secuencia que comenzaba con una niña pequeña en su cuento “Masticar una rosa”, seguía con la misma niña en la novela Mudanza de los sentidos y terminaba con la niña ya adolescente en la novela Leona o la fiera vida. En estos narradores (Solano, Hernández y Peralta) se destacó el hecho de que trataban una narrativa localizada en los campos y pueblos del país, donde se aprecian, además del dato idiomático, costumbres y situaciones que no se dan en la ciudad. También sobre las situaciones que ocurren con la emigración del campo a la ciudad.

Tras disfrutar la estancia en tan paradisíaco escenario, los participantes quedaron alucinados por un encuentro lleno de satisfacciones humanas, literarias y espirituales, gracias a las gentiles atenciones de la amable anfitriona, la periodista, novelista y académica Emilia Pereyra.

Azua de Compostela, 7 de febrero de 2015.