REINSTAURAR – ERGUIR – DEFENESTRAR – PROGROMS – CONVOYAR – COLOCAR A – COLOCAR EN

“Es por ello que el defender la REINSTAURACIÓN del embajador…”

Para poder llegar al significado del verbo del título hay que ir hasta el verbo que está en el centro de su significado, instaurar. Este recibe su definición como sinónimo de “establecer, fundar, instituir”. Menciona la Academia que sirve también, pero en desuso, para “renovar, restablecer, restaurar”. Tan pronto como se lee esta definición el único resquicio abierto es lo de “instituir”, que hay que revisar inmediatamente.

El verbo “instituir” es “fundar una obra pía, un mayorazgo, etc., dándoles rentas y estatutos para su conservación y funcionamiento”. Por otra parte es equivalente de “establecer algo de nuevo, darle principio”. (La cursiva es mía, R.G.)  Volvamos a la cita.

En la cita transcrita se usa el nombre para “nombrar o designar de nuevo” a un embajador, por lo tanto no hay hendija por donde se cuele el uso del verbo y a través de éste el sustantivo correspondiente. A una persona no se la establece, no se la instituye, por lo menos así sucede en el español aceptado por la Academia y el uso.

En casos como el del texto se emplea casi siempre “nombramiento, designación”, pues además de que lo presenta el Presidente, debe pasar por la ratificación del Senado, en los Estados Unidos de América del Norte.

ERGUIR 

“Es necesario que nuestra comunidad se YERGUE en pie de guerra para apoyar al…”

El verbo “erguir” tiene dos formas de conjugación, una más usada en la actualidad, y la otra casi en desuso. El presente del indicativo es del modo en que el columnista lo hizo. El problema en este caso es que después de escribir “Es necesario que”, se impone el empleo del modo subjuntivo, y en ese modo el presente es como sigue: yerga, yergas, yerga, yergamos, yergáis, yergan. El modo menos frecuente de conjugación en el presente del indicativo es: irga, irgas, irga, irgamos, irgáis, irgan.

Lo más fácil de hacer en un caso como este es evitar el verbo y utilizar otro que se conozca mejor, en el cual no haya lugar a equívocos, como el verbo “levantarse” que es regular en su conjugación y le crea menos problemas al escritor.

Lo que de ningún modo puede perdonarse es que una persona que tiene acceso a escribir en un periódico ya haya olvidado cuando “es necesario que” se use el modo subjuntivo.

DEFENESTRAR 

“…quien decidió DEFENESTRAR nuestra imagen y poder político amasado por décadas de trabajo…”

Este verbo ingresó en el Diccionario de la lengua en fecha posterior al año 1970. No se ha podido seguir el rastro del mismo, pero no sería demasiado aventurado pensar que como significó desde un principio “arrojar a alguien por una ventana”, haya tenido su origen en la ventana francesa, fenêtre, o en la finestra italiana.

Además de lo anterior, el verbo también desempeña las funciones de “destituir o expulsar a alguien de un puesto, cargo situación, etc.” En los casos de las dos definiciones, se trata de “alguien”, vale decir, de persona; por lo tanto no se puede extender este manto hasta que cubra la imagen de una comunidad de exiliados políticos.

Este caso comentado no es el primero en que se encuentra el verbo empleado más allá de su alcance. Según parece el verbo es popular en América del Sur.

PROGROMS 

“Cientos de inmigrantes judíos que huían del régimen zarista ruso y de sus famosos POGROMS y que intentaban encontrar libertad…”

La Academia asienta el vocablo “pogromo” en su diccionario por lo menos desde el año 1992. La definición es clara y hace alusión al origen ruso de la palabra, significa “matanza y robo de gente indefensa por una multitud enfurecida”. En su segunda acepción es por antonomasia el “asalto a las juderías con matanza de sus habitantes”. Como equivalentes la Corporación española de la lengua le asigna y reconoce, “devastación, destrucción”.

Antes de que el término fuera aceptado oficialmente, se le escribía en español con una tilde sobre la primera “o”, para que se leyera “pógrom”. El vocablo no es desconocido en la literatura española y latinoamericana. En España está documentado desde el año 1935, cuando Baroja lo usó. En la América española Goytisolo lo ha usado.

CONVOYAR 

“Tardó mucho en abrirse paso, aceptando roles secundarios en… que lo CONVOYARON hasta conseguir…”

El verbo procede del francés. En el diccionario del 1992 la Academia entendió que solamente significaba “escoltar lo que se conduce de una parte a otra, para que vaya resguardado”. Ese fue el significado que se conoció durante largo tiempo en la lengua española. En su origen era “ponerse en camino con”.

En la edición de 2001, las autoridades de la lengua decidieron añadirle –reconocer- algunos significados más que eran de uso en algunos de los países de habla hispana. Quedó registrado en el diccionario que en Cuba es “acompañar” (estar o ir en compañía de otra persona). En ese país es también “poner a la venta una mercadería de poca demanda junto con otra que sí la tiene”. El autor de estos comentarios recuerda haber escuchado este uso en República Dominicana hace más de cuarenta años en el lenguaje del comercio de minoristas.

La última acepción añadida al verbo en el 2001 es la correspondiente a Venezuela y pertenece al lenguaje coloquial, con el verbo usado como pronominal, “confabularse” (ponerse de acuerdo.)

COLOCAR A – COLOCAR EN 

“…en las próximas semanas el alguacil del condado Monroe COLOCARÁ la avioneta A subasta pública.”

Las dos preposiciones pueden usarse con el verbo colocar. Ambas pueden utilizarse para personas o cosas. La única diferencia que se puede encontrar para discernir cuando debe de emplearse una u otra es con respecto al complemento.

No se debe dudar, si lo que se coloca se hace en el seno, dentro, en secuencia u otra opción que demande la preposición “en” de suyo, debe de darse preferencia a ésta. Casi siempre, cuando se trata de personas, lo que se hace es que las coloca con la preposición “a” y luego para señalar el sitio le sigue la preposición “en”.

En el caso de la cita, lo que hizo el redactor fue usar la misma preposición que conviene con el verbo “sacar”, que es uno de los verbos que se usan en el caso de la subasta pública. Se escribe y dice que un objeto o servicio se “saca a subasta pública”.

Según el criterio del autor de estos comentarios aquí convenía que se usase la preposición “en”, para que la redacción terminara, “…colocará en pública subasta.”

FILIACIÓN 

“…sin FILIACIÓN con el banquero…”

La filiación es la procedencia de los hijos respecto a los padres. Por alguna evolución de la lengua es también, “dependencia que tienen algunas personas o cosas respecto de otra u otras principales”. La filiación es además, “las señas personales de cualquier individuo”. Por último es la “dependencia de una doctrina, afiliación a una corporación, sociedad, partido político, etc.”

Con mucha frecuencia en la prensa tienen que dejar bien sentado que dos personas a pesar de llevar el mismo apellido no tienen vínculos familiares. Para hacer esto en español por desventura no existe una sola palabra como ocurre en inglés, sino que hay que emplear más de una. Lo correcto e inequívoco es decir o escribir, “sin lazos familiares, sin parentesco familiar común, sin parentesco”.

Como se expuso en el primer párrafo de esta sección, la filiación solo establece la relación directa de padre a hijo, a nieto. Por extensión en la lengua moderna se refiere a las relaciones de dependencia también.

PERJUICIO – PREJUICIO 

“…Alvarez tuvo que enfrentarse a PERJUICIOS y discriminación por ser latina…”

El “perjuicio” es el “detrimento patrimonial que debe ser indemnizado por quien lo causa”. También se llama así en lenguaje jurídico a la indemnización que se ha de pagar por el detrimento causado.

El “prejuicio” es la acción y efecto de prejuzgar. Es en otro grado, la “opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.”  Se impone que se esclarezca lo que prejuzgar significa, “juzgar de las cosas sin tener de ellas cabal conocimiento”.

Sucede a menudo que las personas cuando están en el calor de la conversación –sobre todo si es rápida- confundan los dos términos del título. La confusión es más bien en este caso un asunto de pronunciación. En el español escrito no se encuentra con tanta frecuencia porque generalmente alguien atrapa el gazapo antes de que se cuele.

ACARREO – ACARREAJE

“De paso logró un ACARREAJE de 63 yardas, el más largo DE lo que va de su brillante trayectoria en la NFL.”

El “acarreaje” no es ortodoxo en la lengua nuestra. Es cierto que existe el verbo acarrear, con su correspondiente nombre “acarreo”. No hay otro sustantivo en esta familia que se relacione con el verbo antes mencionado.

Es “acararreadizo” lo que se puede acarrear. En México es un acarreado, la persona que se transporta en un autobús de un lugar a otro para que participe en una manifestación o para que vote. El acarreador es la persona que acarrea, que transporta.

Muchos de estos nombres creados con la terminación –aje, encuentran su origen en lenguas extranjeras. Algunos de ellos lograron su santificación en el seno oficial de la lengua española gracias a la bendición del uso inveterado y el reconocimiento de las autoridades de la Academia.

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