POR CONDUCTO DE – CONDUCTOR – CONECTADOR – *CONECTOR – EMPALME
Se recuerda con nostalgia cuando en otras épocas se usaba esta expresión del título para comunicar que algo, alguna diligencia, se tramitaba por medio de una vía y no de otra. Esta locución prepositiva es sinónima de POR MEDIO DE.
En la actualidad, algunas personas reducen todo el asunto a un simple POR, como por ejemplo en conversaciones. Ejemplo de eso es cuando dicen: “Lo supe POR tu amigo, él me lo dijo”. Es lo mismo que POR MEDIO DE.
“Por conducto de” expresa el camino que sigue una instancia o un documento oficial.
No se pudo menos que sonreír en días pasados cuando se leyó en la prensa este titular: “Golpe maestro queda frustrado por conducto de ventilación”. Se esbozó una sonrisa, se repite, porque en este caso “el conducto de ventilación” era el medio utilizado para llevar ventilación al lugar. Ese conducto fue el responsable de malograr el golpe maestro porque fue la vía elegida para penetrar en el local y el delincuente quedó atrapado allí dentro. Estas son las ambigüedades a se expone uno al leer ciertas reseñas.
CONDUCTOR
“Esta mañana cuando me levanté y vi a los CONDUCTORES de CNN…”
Desde hace tiempo se ha observado cómo esta palabra del título ha cobrado otra significación que no se le reconocía antes.
El texto que va a ilustrar es este: “Esta mañana cuando me levanté y ví a los CONDUCTORES de CNN…” Por el contexto deducirán que el texto trata de mencionar a los “locutores, anunciadores, presentadores o periodistas” de televisión. Hay que acercarse al diccionario para echarle una ojeada al vocablo en cuestión.
CONDUCTOR es quien conduce, tanto en sus funciones de adjetivo como en las que desempeña como sustantivo. Si uno vuelve su atención al verbo CONDUCIR, que es lo que procede en este caso, es: “llevar, transportar de una parte a otra. // 2. Guiar o dirigir hacia un sitio. // 3. Guiar un vehículo automóvil. // 4. Guiar o dirigir un negocio o la actuación de una colectividad.”. Las demás acepciones no vienen al caso, por lo tanto se omiten en beneficio de la economía del texto.
Ahora pregúntense si cabe usarse el vocablo para designar con él a las personas que son anunciadores, periodistas o locutores que intervienen en un programa de televisión. Se ha observado como cada vez más se designa con el vocablo del título a la persona que anima y orienta el programa de televisión.
El “Diccionario panhispánico de dudas” entiende que es conductor o conductora la persona que dirige la transmisión de un programa de radio o televisión en el que participan personas invitadas y que se compone de varias secciones. Asegura ese diccionario que aunque el uso puede estar influido por el inglés, “ha de considerarse válido”.
La aceptación que se reconoce en la redacción citada más arriba es una prueba más de la “norma loquendi”. Para justificar el reconocimiento recuerda ese diccionario que el verbo conducir es también “llevar o manejar un asunto o negocio”.
Al tiempo que se expresa en los términos citados, recomienda evitar el uso de conductor como simple sinónimo de presentador cuando se trata de programas de radio y televisión que no posean las características antes señaladas.
Este es el momento adecuado para recordar que al DIRECTOR de una orquesta no se le llama “conductor” como se hace en inglés. Esto así porque la función de ese señor no es conducir, sino dirigir. La palabra director es la que la lengua española ha usado desde hace largo tiempo para estas funciones.
CONECTADOR – *CONECTOR – EMPALME
La segunda de las dos palabras no se la pudo localizar en el DRAE, en cambio sí se encontró la primera que ese diccionario define así: “Aparato o medio que se emplea para conectar”.
Es posible que la palabreja inexistente sea un híbrido del “spanglish”, como resultado de la indigestión producida por el “connector” del inglés, que no es otra cosa que un medio de comunicación vial de empalme, de donde resulta que en español se prefiera el vocablo EMPALME.
No se sorprenda el lector si encuentra en algún famoso diccionario bilingüe en lugar de la palabra que se ofrece, el voquible “empalmador”, de cuya existencia se duda por no constar en el DRAE, y por no haberla escuchado nunca antes.
Algunos conocedores y estudiosos de la lengua presienten que el vocablo marcado con el asterisco en el título podría terminar por imponerse, porque es más lógico que el primero del epígrafe. Piénsese que del verbo detectar salió “detector”, asegura un amigo.
CRIATURA
“En su CRIATURA televisiva, los F. serán acompañados por…”
Desde el momento en que se revisa el diccionario para verificar los significados que le asigna éste a la palabra del estudio, se da uno cuenta de que el empleo en este caso es impropio.
El Diccionario Mayor de la Lengua en su sección consagrada a este vocablo dice que es, “toda cosa criada”. La segunda acepción es, “niño recién nacido o de poco tiempo”. Así se le llama también al feto antes de nacer. No vale la pena seguir hurgando en el “mataburros” para demostrar que el vocablo objeto del comentario no pudo ni puede usarse de la manera en que lo han hecho.
Para el término “criado,da, el diccionario oficial de la lengua española recoge cuatro definiciones, y en todas ellas incluye el vocablo “persona”. Con esto se trata de destacar que lo único criado puede ser una persona, no una producción intelectual.
En el caso del uso comentado no es posible llegar a emplear el verbo crear para designar la PRODUCCIÓN TELEVISIVA a la que se refiere el comentario del periódico del cual se extrajo este texto. Eso que se destacó en la oración anterior es lo que casi siempre se usa para designar un PROGRAMA DE TELEVISIÓN. Hay quienes prefieren usar “televisual” en lugar de “televisivo(a)”.
CRUCIAL
No hay que pensar que se ha perdido la brújula; se trae el término porque muchas veces se abusa de este en español, de la misma manera que ocurre en inglés. La palabra no hace mucho tiempo que apareció en el Diccionario de la Academia. El uso le abrió las puertas, pero eso no indica que le abriera todas las puertas o que cerrara las puertas a otras voces muy bien socorridas de nuestra lengua. Más abajo se van a copiar los vocablos que podrían usarse para no tener que caer en el uso continuo y la repetición indiscriminada de CRUCIAL.
DECISIVO, CRÍTICO, VITAL, SUPREMO, PELIGROSO, TERMINANTE, RELEVANTE, DE PRUEBA, IMPORTANTE, SIGNIFICATIVO. Usen cada una de éstas palabras propuestas con sal y pimienta para que ocupen sus lugares correspondientes. No se cree que se tenga que ofrecer ejemplos del uso de cada una de estas palabras, porque a cada paso se presentan las ocasiones de emplearlas en los escritos y conversaciones diarias.
El origen de la palabra en inglés proviene del latín “crux”. En cierto momento se le usó para expresar “dificultad”, sobre todo en materia de interpretación de las Escrituras, y esto era lo que se llamaba “crux interpretum”.
La definición de crucial que trae el diccionario Merrian-Webster´s, para el inglés, es “importante o esencial para resolver una crisis”. Es también “lo marcado como determinación final en un asunto dudoso”.
Comparada la definición del inglés con la del español, saltará a la vista la diferencia en cuanto a la intensidad. El DRAE consigna lo siguiente: “Dicho de una situación o de un momento: crítico, decisivo”.
Los portugueses tienen la palabra “cruciale” que desciende del latín “cruciale”, que fue calcado de “cruce”, que es cruz. La palabra en ese idioma, donde se ortografía como en español, está documentada por primera vez en esa lengua en el año 1873, es decir, mucho antes de que se aceptara en español.
El Diccionario de la Academia acepta que el origen de la palabra es latín, de “crux”, “crucis”. En su origen señalaba las cosas que tenían forma de cruz, tales como las incisiones cruciales. Luego admitió el término con el significado de “momento o trance crítico en que se decide una cosa que podía tener resultados opuestos”. Lo único que puede mencionarse con respecto a la inclusión del vocablo en el DRAE, es que esta voz se la aceptó oficialmente en nuestra lengua en fecha posterior al año 1947. Ya figuraba en la edición del 1970.
DESHABILITAR
Esta voz no ha logrado su aceptación en el castellano correcto. A pesar de eso, muchos de los programas de corrección automática de los computadores no la rechazan. Esto último debe considerarse como un indicio de que algo se está gestando.
El verbo deshabilitar y su participio pasado deshabilitado son de uso muy frecuente en el español de los Estados Unidos de Norte América. Este uso encuentra su origen en el inglés.
En la lengua angloamericana existe una voz muy parecida a la que se analiza aquí, se trata de “disability”. Como el término es de uso en el inglés de todos los días, los hispanohablantes en los Estados Unidos están expuestos al contacto con este de modo diario.
La acción que se trata de mencionar con el verbo del título se conoce en español con el verbo incapacitar. En el caso de las personas, conseguir el “disability” es lograr que se le reconozca la incapacidad para continuar desempeñando labores.
El “Diccionario del español usual en México”, publicado por El Colegio de México, expresa con detalle lo que constituye la incapacidad, “estado de enfermedad o de algún impedimento físico para trabajar; documento de la seguridad social que ampara tal situación y el derecho a cobrar salario sin trabajar”.
Las personas que solicitan el reconocimiento de su INCAPACIDAD para las labores o trabajo son declaradas INCAPACITADAS si logran su objetivo. La incapacidad puede ser total o parcial; así como puede ser temporal o definitiva.
DESMEMBRAR
“…la…anunció el DESMEMBRAMIENTO de la red de supuestos espías…”
Se recuerda aún que hace largo tiempo me produjo mucho dolor de cabeza el asunto de la traducción del “desmembramiento” del inglés, para indicar que una persona sufría la pérdida de una de sus extremidades, hecho previsto en los contratos de seguros de vida y de accidentes.
En fecha reciente se encontró de nuevo el sustantivo, pero esta vez como sinónimo de DESARTICULACIÓN.
Decía el texto: “…la…anunció el DESMEMBRAMIENTO de la red de supuestos espías…” Ni corto ni perezoso hubo que recurrir al diccionario. Cual no sería la sorpresa al descubrir que la definición que la Academia ofrece para la palabra es esta, después de remitir a desmembración: “Acción y efecto de desmembrar”.
En la edición del Diccionario de la Lengua Española correspondiente al año 1992 para el verbo desmembrar era: “Dividir y apartar los miembros del cuerpo. // 2. fig. Dividir, separar una cosa de otra”. Quizás mediante un razonamiento deductivo pueda pensarse que cuando las partes se apartan del cuerpo este desaparece o muere. En la edición del 2001 se lee para “desmembración”, acción y efecto de desmembrar”. Y para el verbo continúa con la misma definición anterior.
El vocablo que se ofrece para redactar el texto citado es DESARTICULACIÓN, que en su cuarta acepción, en sentido figurado vale para: “Desorganizar la autoridad una conspiración, una pandilla de malhechores u otra confabulación, deteniendo a los individuos que la forman o a los principales de ellos”.
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