NECTARINA – *NECTARÍN – GRACIAS A – FORMATIVA
Hay que reconocer que en este asunto de frutas, plantas y hojas el asunto no es fácil. A menos que la persona sea una experta en esa materia, es probable que incurra en error al traducir. Para evitar las faltas en estos asuntos, lo más recomendable es recurrir a los diccionarios.
Parece que el error sobrevino como producto de un exceso de confianza en los conocimientos del redactor acerca de su capacidad de traducción al español. No hay ninguna fruta en nuestra lengua común que se conozca con el nombre *nectarín.
En inglés sí hay una que se llama “nectarine”. Es un tipo de durazno, conocido también en América con el nombre de melocotón, que tiene la cáscara suave. Es conocida internacionalmente como una variedad de la “prunus persica”.
La Academia incluye la fruta en su diccionario y la define como el resultado del injerto del ciruelo y melocotonero. Los orígenes de la denominación proceden del francés “nectarine”, y este del inglés “nectarine”.
Ahora procede que se haga la pregunta, ¿y del color, qué?
GRACIAS A
“El peligro está presente GRACIAS A la complicidad del órgano electoral que lo favorece. . .”
Son muchos los hablantes que piensan que esta locución prepositiva se puede emplear para todo tipo de intervención que produce una consecuencia. Es decir, no establecen ninguna diferencia en cuanto al resultado de la intervención a la que se refieren. No hay que extenderse mucho en este asunto para dejar en claro que quienes así lo hacen están equivocados.
De acuerdo con el uso, y así lo consigna la Academia, “gracias a” sirve para expresar “por causa de alguien o algo que produce un bien o evita un mal”. Tan pronto se lee lo copiado del diccionario de las autoridades de Madrid, la locución queda descalificada para expresar “peligro presente que nace de complicidad”. El “gracias a” solo se emplea para buenos resultados.
No es necesario que se proponga una solución de reemplazo para la locución prepositiva porque la imaginación las suple sin esfuerzo. El único límite para sustituir la infortunada expresión es la capacidad creativa del lector.
FORMATIVA
“El Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE) aprobó el martes la FORMATIVA que regirá el voto de los venezolanos en el exterior durante el REVOCATORIO presidencial. . .”
La palabra “formativa” que consta en el diccionario mayor de la lengua aparece como adjetivo. En esa calidad debe acompañar a un sustantivo para modificarlo. No se consigna en este diccionario que pueda desempeñar funciones de sustantivo.
Si se detiene la lectura sobre el modo en como se emplea el vocablo en el pasaje copiado al principio de la sección, se verá que se le hace desempeñar funciones que no debe. En el mismo texto que se reproduce se ve que el término “revocatorio” también consta utilizado de modo impropio.
En las conversaciones, en el calor de las discusiones, es muy probable que todas las partes involucradas, al referirse a la misma figura lo hagan mediante los adjetivos, llevando en sus mentes sobreentendidos los sustantivos a que se refieren los adjetivos mencionados antes.
*ANGELAR – *DESANGELAR
“La llegada del Tireless fue precedida de la visita, breve y DESANGELADA, de la princesa Ana, la aburrida y sosa pieza de los. . .”
En el título se colocaron los dos verbos que se presumen que se encuentran en el centro del error.
La palabra ángel tiene muchos descendientes. Los diccionarios recogen toda la gama con sus significados precisos y sus derivaciones. Como los dos verbos del título no constan en los diccionarios de uso, hay que emprender el camino de encontrar explicación.
La única explicación que parece plausible -hasta ahora- es que existe una expresión es nuestra lengua común “tener ángel” que estuvo de moda en tiempos pasados. Se la usó mucho en las entrevistas -televisión y radio- para referirse a alguien con un don de despertar simpatías.
La Academia trae en su diccionario en la posición número tres de las acepciones para el vocablo ángel, “gracia, simpatía, encanto”. Inmediatamente después de eso añade el ejemplo “Tiene mucho ángel”.
En el texto copiado es probable que el redactor tratara de simplificar el mensaje inventando un verbo que sirviera sus propósitos.
Lo más próximo a los verbos del epígrafe es el verbo “angelizar”. El valor del verbo es serio, es “comunicar la virtud angélica”. Es también, “purificarse espiritualmente, aspirando a la perfección angélica”.
TACHE
“Los cinturones son importantes, vienen en plástico transparente de colores o con detalles como cintas y TACHES de metal, también se usan las pañoletas anudadas. . .”
En algunos casos se incurre en error porque la costumbre ha alterado la forma correcta de pronunciar una palabra. De eso está llena el habla de todos los países. El fenómeno es tan importante que en algunos casos ha llegado a imponer el vocablo del error.
Existe la posibilidad que esto sea lo que aconteció con el “tache” de la cita. El término que existe en nuestra lengua es “tacha”, que es “especie de clavo pequeño, mayor que la tachuela común”.
En nuestra América Morena existe la palabra “tache”, pero con otra significación muy alejada del sentido del texto. En Perú es una leguminosa medicinal. De esa planta se extrae un bálsamo que se conoce también con el nombre de “bálsamo del Perú”. En El Salvador la palabra denomina otro tipo de planta.
CONCLUSIVO – CONCLUYENTE
“L. S. también tomó la cápsula, después que le realizaran colonoscopías y endoscopias, sin llegar a un diagnóstico CONCLUSIVO.”
En las conversaciones acerca de diagnósticos médicos es cuando más se escucha “conclusivo”, de la misma forma en que se emplea la palabra en el texto copiado al principio de esta sección.
La frontera que separa los dos términos del epígrafe es muy tenue. Aquí se abogará para que en algunos casos se sustituya “conclusivo”, y en su lugar se use concluyente.
Conclusivo es el adjetivo que significa “que concluye o finaliza algo, o sirve para terminarlo y concluirlo”. Esto no necesita ampliación alguna.
Concluyente, por su parte, en su segunda acepción es “resolutorio, irrebatible”.
En el caso de los diagnósticos médicos, se habla o dice que un diagnóstico es concluyente cuando no deja lugar a dudas, cuando es irrebatible. En otras palabras, el diagnóstico es definitivo.
Cuando el término que se usa en los tribunales es “convincente”, es esos casos no es posible que se reemplace por el otro, porque lo que denota es que la prueba aporta suficiente elementos para inclinar el criterio en un sentido u otro.
Todo el lío entre las dos palabras tiene su origen en la voz “conclusive” del inglés que se usa con toda propiedad en esa lengua para expresar los conceptos de las palabras citadas del español. En esa lengua “conclusive” es equivalente de nuestros “decisivo, determinante, definitivo”.
Hay que rogar a todos los manes de las traducciones para que ayuden a los procesadores de textos entre diferentes idiomas a desistir de la mala práctica profesional.
ESNOBISMO – *SNOBISMO
“. . .ha venido haciéndose un público obligado a enfrentarse a unas obras que en el fondo no comprende, pero que en muchos casos adquiere por SNOBISMO o conveniencia financiera.”
La grafía esnobismo apareció ya en el diccionario de la Academia del año 70. En la edición de 2001 consta con la definición “cualidad de esnob”. La persona esnob es la que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos. Inmediatamente después de definir el concepto, la Academia señala que se usa también como adjetivo.
Lo que no recoge la Academia es la forma “esnobista” para aplicársela a las cosas, que se usaba en el pasado para referirse a las culturas o ideologías esnobistas.
En los casos en que un escritor persiste en la costumbre de escribir voces procedentes de idiomas extranjeros en esos idiomas, eso demuestra que esa persona no se preocupa por indagar en los diccionarios de lengua española. Hace ya largo tiempo que la grafía española existe, por lo tanto hay que darle preferencia a ésta por encima de toda otra. La práctica contraria es pura majadería.
Los escritores que no se actualizan piensan que con esas incursiones en lenguas extranjeras le dan un sabor exótico a sus escritos. Muchas veces estos son los mismos que pasaron mucho tiempo criticando a las autoridades de la lengua porque no reconocían los neologismos, o porque no los incluían en el repertorio de términos reconocidos con una grafía adaptada al español.
*VERNISSAGE
“Esa vía nos fue proporcionada por la artista misma cuando ofreció una charla con muestras de su obra a los asistentes al VERNISAGE.”
En lengua española no hay una palabra sola que exprese la idea que contiene la voz del francés. Como sucede en tantas ocasiones, cada vez que se va a usar una voz extraña a la lengua común, debe cerciorarse quien la emplea que la ortografía se reproduce de acuerdo con la lengua extranjera a la cual pertenece la voz. La forma correcta es con dos eses (SS), “vernissage”.
Con la voz del francés se da a entender que se trata de la inauguración previa y restringida de una exposición de arte. Al principio se utilizó la palabra para denominar el día en que los artistas concurrían a las salas de exposiciones y podían aún ese día colocar una capa de barniz sobre sus obras.
Si quien escribe así lo desea, puede escribir en español, “exhibición privada, muestra privada, inauguración previa, muestra previa, exhibición previa, inauguración restringida, inauguración previa, inauguración privada”. Se dará cuenta el lector que las soluciones que se proponen en español varían de acuerdo con las palabras que se eligen, es decir, dependen de lo que se desea destacar.
Otra posibilidad es, preinauguración o algo que transmita la idea de lo que la voz francesa y el concepto internacional encierran.
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