INTIMIDAD – DESANIMAR – EXCRECENCIA – EXCRECIÓN

“. . .el interés de las escuelas en erradicar las drogas importaba más que el derecho DE INTIMIDAD de los alumnos.”

Esto de los derechos y las preposiciones que deben acompañarlos hay que analizarlo. En algunos casos se pueden usar las dos preposiciones, “de, a”, y otras veces sólo una de ellas es conveniente. Dependiendo de lo que se desee expresar, unas veces es mejor usar “de”, mientras que en otros momentos es más conveniente que se emplee “a”, de acuerdo con lo que se trata de dar a entender. Un ejemplo quizá despeje el asunto mejor que mayores explicaciones.


En los casos en que se escribe “el derecho A la vida”, para referirse a un feto, se comprende que es a que llegue a vivir, y se expresa el “derecho A vivir”. En otros casos se dice y escribe “el derecho DE vivir”; en este caso puede ser el derecho a continuar viviendo. En algunos casos el uso ha impuesto una preposición con preferencia sobre la otra.  El derecho “de” la intimidad es el que la persona tiene a mantener relaciones íntimas. El derecho “a” la intimidad es el derecho que se tiene a lograrla. Volvamos a la palabra intimidad.

Conforme con lo que se comprende por “intimidad”, es una “amistad íntima”; definición que se extrae del DRAE, que puede dejar a muchos insatisfechos. Es la amistad muy estrecha, como la define la Academia en el espacio para la definición de íntimo. La intimidad es también, siempre de acuerdo con los redactores del diccionario oficial de la lengua, la “zona espiritual íntima y reservada de una persona o de un grupo, especialmente de una familia”.

Hay que destacar inmediatamente que el campo que cubre la intimidad es espiritual, por lo tanto concierne al espíritu. Lo que mora en el espíritu de la persona son más bien las ideas. Es un espacio reservado a las opiniones y creencias religiosas, políticas, de fe. Ese ámbito no se viola con registros físicos, con detectores de metales.

Una vez más la definición que ofrece la señora María Moliner en su Diccionario de Uso del Español supera la del DRAE, léase como define la intimidad, “conjunto de sentimientos y pensamientos que cada persona guarda en su interior”. Ese concepto se ajusta más a la realidad y al empleo diario en el habla y la escritura.

Es un buen ejercicio mental examinar cuánto de violación a la intimidad, versión Moliner, hay en la publicidad moderna. Cuántas veces no se trata de cambiar de modo sutil y persuasivo las opiniones acerca de las costumbres de los individuos a través de los medios de comunicación. Si a esos atentados contra los sentimientos y pensamientos internos de las personas se refiere el texto, entonces hay que recordar que el bien y el interés común están muy por encima de lo que una persona pueda reclamar que le sea respetado.

El concepto de lo íntimo y de la intimidad en inglés es diferente al español. La intimidad en el diccionario de inglés americano es “algo de naturaleza privada o personal”. En la lengua inglesa americana el concepto ha degenerado con los clubes conocidos como “intimate club”.

En español, en cambio, el concepto de intimidad no es sinónimo de “privacidad”, así lo enuncia el DPD. Entiende ese diccionario que la privacidad es la cualidad de privado o no público.

Cuando se interpretan decisiones judiciales trascendentales hay que tratar de penetrar en los más profundo de la intención del tribunal, no se puede permanecer sólo en la parte externa, de las palabras, sino que se impone que se investigue la intención última para poder dar con la traducción exacta y conveniente en la lengua a la que se traslada el texto.

DESANIMAR 

“. . .se opuso a la medida por considerar que este tipo de pruebas podría DESANIMAR A muchos estudiantes DE participar en estas actividades. . .”

Desanimar es “quitar ánimos A alguien PARA hacer o proseguir una cosa”. Animar es, entre otras cosas, dar ánimo a alguien en abstracto o PARA una acción determinada.

Animar A es impulsar, mover. Cuando a alguien le anima un deseo DE venganza, ese deseo no es el aliento que le es transmitido por una fuerza externa, sino por un móvil interno.

Para sortear los escollos en esta redacción había que dar un vuelco al texto y escribirlo de otra manera, “. . . por considerar que este tipo de pruebas podría desanimar a muchos estudiantes PARA que no participasen en estas actividades.”

Claro, con esta redacción propuesta hay que adentrarse en la conjugación del verbo en subjuntivo, y a eso los periodistas de hoy “le huyen como el diablo a la cruz”.

EXCRECENCIA – EXCRECIÓN

“. . .quedan apenas como EXCRECENCIAS persistentes Corea del Norte y el. . .”

Por el tono en que está redactado el artículo todo parece indicar que se confundieron los dos términos del título. Al examinarlos los dos por separado y luego rearmar el texto se verá el error.

Una excrecencia es una “carnosidad o superfluidad que se produce en animales y plantas, alterando su textura y superficie natural.” De la definición se colige que es propio y exclusivo de los animales y las plantas. No consta ningún sentido figurado en el diccionario.

El otro vocablo, la excreción, es “la acción y efecto de excretar”. Este excretar no es más que “expeler el excremento.”

Aunque le parezca raro, esa era la intención del redactor, llamar excremento las dos cosas que venían a continuación, por no utilizar el otro apelativo. Ese es el tipo de error en que se incurre cuando se trata de refinar demasiado el lenguaje. Aquí se puede repetir el famoso dicho, “al pan, pan; y al vino, vino.

TRAGANÍQUEL 

“En esta evocación del TRAGANÍQUEL (vellonera para los boricuas) hay algo más que mero pasatiempo.”

De acuerdo con lo que escribe la Junta de la lengua de Madrid, un “traganíquel” es en Cuba un “aparato automático que funciona cuando se le inserta una moneda”. En esta definición no hay ni sombras de música, ni discos.

En Argentina, Honduras y Uruguay llaman “tragamonedas”a lo que los españoles conocen con el nombre de “tragaperras”, que no es otra cosa que una “máquina de juegos de azar que funciona introduciendo monedas.”

Ya en una intervención por separado se examinó el significado de la “vellonera” de los boricuas, que es la máquina operada por monedas que toca automáticamente música de discos, cuya lista aparece codificada para fines de selección.

La vellonera puertorriqueña es la rocola de otros países, o instrumento de música pregrabada que funciona con una moneda. Parece que la autora de la reseña fue mal asesorada con respecto a las equivalencias entre palabras.

Quizás la confusión le llegó a la periodista a través de uno de esos diccionarios bilingües como el Simon-Schuster´s que ofrece como traducción de jukebox el vocablo traganíquel. El diccionario bilingüe Harper Collins, para el vocablo jukebox da “tocadiscos automático, tocadiscos tragaperras, gramola.” Como se nota enseguida cuando este diccionario consigna el término “tocadiscos”, lo hace acompañado de “tragaperras”, para señalar que es operado mediante monedas. Nótese bien que no hay coma entre las dos palabras, tocadiscos y tragaperras. El diccionario Oxford bilingüe asienta para lo mismo “máquina de discos, rocola.” La última palabra la ofrecen como un americanismo de uso en América Latina. Está el diccionario en lo cierto.

Una vez más demuestra lo antes expuesto, acerca de los diccionarios bilingües, que no se puede aceptar todo lo que ellos escriben. En caso de duda debe recurrirse a dos buenos diccionarios monolingües, para el español, el de la Academia, y para el inglés, el de su preferencia, quizás el Merriam-Wesbster. Sólo falta desearle buena suerte a quienes asuman esta tarea.

CONSIDERAR PARA 

“. . .afirmando que consideraría esa información PARA el momento de tomar una decisión.”

El verbo considerar desde sus inicios trae la idea de pensar, meditar, reflexionar sobre algo con atención y cuidado. En su segunda acepción es “tratar a alguien con urbanidad o respeto”. Por último es “juzgar o estimar.”

Después de estas “consideraciones” propias de diccionario, se puede emprender el examen del uso y el abuso que se hace del verbo en la actualidad. Las dos preposiciones que usualmente acompañan al verbo son “en (*bajo) y por”.

A veces por influencia del inglés se usa el verbo con otras preposiciones, porque se desnaturaliza el sentido del verbo y se le extiende su campo para que signifique “pensar en la conveniencia de algo”. En casos como este es preferible que se utilice el verbo “estudiar” para expresar la idea de modo correcto.

Es “considerado” anglicismo también que se emplee este verbo con la connotación de “tomar o tener en cuenta; no descartar”, sobre todo en los casos en los cuales el verbo está conjugado en tiempos no perfectivos y en la forma no progresiva.

En el español de uso diario el verbo tiene muchos otros valores reducidos, que no viene al caso tomar en cuenta para aclarar aquí. Con respecto a la preposición “para” en este caso sometido a estudio, quedaría mejor la redacción si se coloca “en”, en lugar de lo criticado.

APLIQUE 

“Un APLIQUE dental que permite recibir llamadas telefónicas y ondas radiales. . .”

Es cierto que la ciencia ha avanzado muchísimo en los últimos años, pero no con adelantos inútiles que no reportan beneficios a los patrocinadores. Esto de llevar un “aplique” en un diente o en una muela no tiene sentido, porque en español esa palabra se emplea en la mayoría de los casos para designar una lámpara que se fija en la pared.

En el lenguaje del teatro es una “pieza del decorado teatral que no sea el telón, los bastidores y las bambalinas.” Al ofrecer estas definiciones anteriores, avaladas por la Academia, se encuentra el sujeto ante la imposibilidad de dar con el sentido del “aplique” en este texto.

Lo que sí se recuerda es que desde hace más de cuarenta años se escuchaba de adornos que se colocaban en los vestidos, que eran “apliqués”. Parece que la palabra se usaba para darle un sabor francés a las “aplicaciones”, que son las “ornamentaciones ejecutadas en materia distinta de otra a la cual se sobrepone.” Con este significado se conoce en inglés el mismo vocablo con la grafía “appliqué”.

Todas las acepciones tanto del inglés como las del español son tomadas del francés. En el diccionario francés se acepta que el verbo significa colocar, fijar para decorar, o hacer más sólido el objeto sobre el cual se coloca la “aplicación”.

Es probable que en el texto comentado aquí, lo que deseaba “comunicar” el periodista era que el nuevo adminículo está diseñado para adherirse al diente de la misma manera que las aplicaciones sobre telas, paredes, etc.

*OFF THE RECORD 

“. . .dijo Cardoso a un periodista mexicano en un  off the record que no fue respetado.”

Muchas veces se recurre al inglés para expresar conceptos porque alegadamente la palabra o frase es más corta que en español. En el caso presente, se demostrará que no es cierto en este caso.

La idea pudo expresarse con la ayuda de “extraoficialmente, en confianza”. Una o dos palabras bastaban para dejar bien sentado el concepto y bien parado al redactor; mejor aún, bien entendida la idea que se deseaba expresar.

Literalmente la expresión del inglés significa “fuera de registro”. En el lenguaje jurídico equivale a decir “no registrado, no transcrito, fuera de actas”. En otras circunstancias parecidas a las del tribunal se echa manos de esta expresión con el propósito de que lo dicho “no sea reproducido o publicado”.

Algunos comentarios que se hacen “al margen del acta”, son hechos con el propósito de que no se asienten, que permanezcan “sin asiento en el acta”.

El Diccionario panhispánico de dudas explica que esa locución adjetiva o adverbial es evitable en español. Para comentarios puede usarse: a micrófono cerrado o confidencial(mente) o extraoficial(mente). En sus funciones sustantivas puede ser en buen español, confidencialidad o información confidencial.

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