GESTORÍA – GESTIÓN
“Estas compañías de GESTORÍA sólo pueden presentar algunos de los servicios que estaban disponibles en el consulado. . .”
Se critica aquí la colocación del vocablo gestoría en este espacio porque es un uso impropio. La compañía no puede ser de gestoría como pretende la periodista. Gestoría es un nombre femenino que significa “oficina del gestor”. Es imposible conforme con el genio de la lengua española que se diga o escriba que una “compañía es de oficina de gestor”.Los hablantes comunes de la lengua corriente saben que cuando se habla de la compañía se recurre a gestión para dar a entender que se trata de una empresa que se dedica a gestiones o a gestionar, es decir, a hacer diligencias encaminadas al logro de un negocio o de un deseo cualquiera.
Los dominicanos no tienen inconvenientes para comprender lo que significa la gestión o las diligencias que hace una persona ante las autoridades gubernamentales. Los encargados de estas diligencias son quienes se encargan de vencer (o engrasar) los engranajes de la burocracia. Quien contrata este tipo de servicios se evita tener que agotar jornadas desagradables en las “oficinas públicas” para conseguir documentos u obtener certificados.
En el lenguaje dominicano cuando la persona que se dedica a este tipo de servicio es de menor categoría lo califican de “buscón” que puede ser un individuo sin establecimiento reconocido pero con nexos dentro de esa oficina en particular. Su misión principal es la de obtener copias, certificaciones, licencias y documentos que son en realidad un derecho de los solicitantes.
Un periodista debe tender a encontrar y utilizar el término exacto que refleje el pensamiento que expresa o trata de expresar. Ese por lo menos es el ideal que debe primar en la redacción. Para que el estilo sea bueno no se necesita que sea bello; basta con que sea natural y que sea adecuado a lo que se reconoce como legítimo en el nivel culto.
DISEÑAR – DISEÑO
“Oscar Lewis, un famoso antropólogo norteamericano, DISEÑÓ ese concepto.”
Cuando se trata de escribir, nadie escapa al impulso de introducir nuevas descripciones de viejos modelos. Esto viene a cuenta si se reflexiona sobre la introducción (¿intromisión?) del verbo diseñar en la oración reproducida más arriba.
En muchas ocasiones los redactores, articulistas, reseñadores, analistas y columnistas ceden a la tentación de tratar de decir o escribir las cosas de una manera diferente para salir del camino trillado que no atrae a los lectores.
Según parece eso es lo que ha acontecido en la frase copiada. Eso de diseñar un concepto es una audacia que vale la pena que se revise. Se examinará lo que significa el verbo diseñar para dejar los conceptos bien claros. Inmediatamente después se verán las acepciones que hay para el vocablo diseño.
La conceptualización del verbo diseñar es típica: es hacer un diseño. El diseño en sí es una delineación de un edificio o de una figura. Es un proyecto, plan. Como muy bien lo asienta el diccionario oficial de la autoridad de la lengua es concepción original de un objeto u obra destinados a la producción en serie. El diseño es la forma de cada uno de estos objetos. Es la descripción o bosquejo verbal de algo.
Después de leer lo que se acepta como tipificación del concepto que corresponde a diseño hay que convenir en que el empleo que se hace de este en la frase es impropio.
Forma parte de la manera en que se procede en estas apostillas que después de poner en evidencia el error, desliz o descuido, se pasa a proponer un término que desempeñe con holgura las funciones que no pudo el vocablo criticado. Para dar satisfacción a ese uso se preconiza utilizar el verbo acuñar.
El verbo acuñar es su tercera acepción es: “Dar forma a expresiones o conceptos, especialmente cuando logran difusión o permanencia”.
PALETA
“. . .que se ofrecen, como estándar, PALETAS de cambios de velocidad en el volante que funcionan unidas al sistema. . .”
Hay que vivir para poder ser testigo de algunas cosas. Esta paleta en este sitio y con esta compañía es algo que llama poderosamente la atención. No puede pasar inadvertida una hazaña como esa sin que se cuestione su oportunidad.
El plan a seguir será evaluar la propiedad del uso mediante el estudio de lo que las autoridades entienden por paleta y revisar algunos de los usos americanos para la paleta de la que se abusa en este caso.
Las autoridades españolas de la lengua todavía no centran su esfuerzo de modo suficiente como para reconocer la paleta de los americanos de habla hispana.
Las paletas del DRAE comienzan con la del pintor, pasa por la cocina, se calienta en la lumbre, pasa por las manos del albañil, llega a la espalda y a la boca del humano. Ya casi al final de las acepciones ofrece un sinónimo para paleta con una marca registrada que resulta ser un “tipo de helado que se come cogiéndolo de un palillo hincado en su base”. Esta definición se localiza en la entrada del vocablo “polo” que se ofrece como sinónimo de paleta.
Durante largos años en República Dominicana se conocía con el nombre paleta a secas la que tenía un palillo para asirla pero en uno de sus extremos lo que se encontraba era un tipo de caramelo que de preferencia se chupaba.
Más adelante en este país mencionado apareció el helado en paleta que vino en diferentes sabores y colores que hasta podía adquirirse en las calles porque unos vendedores ambulantes los pregonaban.
Hubo que esperar hasta la publicación del Diccionario de americanismos (DAA) de la Asociación de Academias de la Lengua Española para que todo el mundo se enterara de que en catorce países de la América Hispana una paleta es “helado con forma similar a una paleta, sostenido por un palillo plano de madera o de plástico”.
La paleta del caramelo también la reconoce el diccionario antes mentado: “Golosina consistente en un caramelo sólido circular sostenido por un palito”. Por lo menos ocho países reivindican este uso.
En tres países americanos por metonimia se llama paleta al palito plano y alargado que está insertado en el helado para poder sujetarlo.
Cabe que uno se pregunte, una vez se han repasado las significaciones anteriores, unas provenientes del repertorio oficial de la lengua y otras del español particular de los hispanohablantes, ¿donde se sitúa la paleta del texto? Hay que reconocer que no se la encuentra por ninguna parte. Además las paletas que se aceptan difieren en mucho de la que se critica aquí.
En el texto citado cabe que se emplee la palabra palanca para que los lectores reconozcan el mando para el accionamiento manual de una máquina. Se trata de la barra de metal que permite al conductor de un vehículo automotor accionar la caja de cambio de velocidades. Es la palanca de marchas, como dirían otros.
Al final, no vale la pena que uno se enoje con un encuentro de esta naturaleza porque esto le permite al lector curioso lanzarse a una búsqueda que reporta beneficios, tal y como puede constatarse mediante la lectura de esta sección.
*ADAPTIVO
“El auto cuenta con una suspensión de amortiguación ADAPTIVA que utiliza una amplia gama de variables en la carretera. . .”
Es sorprendente que haya medios de comunicación que le cedan espacios para que escriban a personas tan descuidadas como las que pueden colocar un mamotreto como el del título. Este tipo de error sobrepasa el límite de la tolerancia y desborda la paciencia del lector.
La inteligencia humana es tan extraordinaria que logra superar los disparates y desentrañar el sentido de barrabasadas como esta, de este tipo de travesura que provoca un perjuicio a la lengua común.
Este desaguisado deriva del verbo adaptar/se que vale por acomodar/se, que sirve para denotar que algo se amolda a las circunstancias de la carretera, como en este caso.
El verbo adaptar tiene una prole que no es deleznable pues guarda relación con adaptabilidad, adaptable, adaptación, adaptado/a y adaptador. Los significados de los vocablos de la familia se deducen del significado del verbo.
Lo que no se encontró fue el dichoso *adaptivo del texto transcrito. Pudo escribir el desaprensivo que “de amortiguación adaptable” en el sentido de que se acomoda a las variables de la carretera. Lo que se destaca es que la amortiguación se ajusta a las variables.
*AUTOMOVILIDAD
“. . .se refirió a la revolución de la AUTOMOVILIDAD debido a nuevas tecnologías, en particular aquellas asociadas con la conectividad. . .”
De la presencia del asterisco colocado delante de la voz del título se deduce que no es un término castizo o conocido por la generalidad de los hispanohablantes. No consta en ninguno (negación enfática) de los diccionarios que se compulsaron.
Es una lástima que alguien tenga que agarrar un engendro de esta clase para tratar de comunicar una idea que pudo hacerse de mejor y más claro modo empleando vocablos reconocidos por todos, o por la mayoría de los castellanohablantes.
Cabía en la cita que se pusiese “automovilismo” para recalcar que la revolución de que se trata tenía que ver con el conjunto de conocimientos teóricos y prácticos que en el caso específico se refería a la construcción y funcionamiento de los vehículos automóviles.
No hay que romperse la cabeza para dar con la palabra propia para expresar la idea. Basta y sobra con repasar en la memoria los diferentes términos de la familia de automóvil.
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