FUERZA DE TAREA – MARGINAL – DESAFIANTE – RETADOR

“La comisión del Condado. . . nombró una FUERZA DE TAREA para estudiar las inundaciones…”

Cuando se leyó esto, la primera reacción fue esbozar una sonrisa, luego se pasó a fruncir el ceño para más adelante expresar pesar y duda.


Para entender el mensaje hay que advertir a aquellos que no son expertos en el idioma inglés que tienen que suplir esa carencia con una gran cuota de imaginación. No se demoró mucho en adivinar que el texto en cuestión era una traducción del inglés y que en el original lo que aquí figuraba era TASK FORCE.

Las traducciones que ofrecen los diccionarios no son satisfactorias para este caso como se propone demostrar más adelante.

Los diccionarios registran estas traducciones que se copian: “destacamento especial”, solución que se aceptaría gustosamente en el ámbito militar, pero para este caso se tiene una mejor opción. “Fuerza expedicionaria”, que es otra de las acepciones que se aviene bien en el caso de asuntos militares. Otro diccionario recurre a una explicación: “agrupación de fuerzas para una misión especial”, más adelante es más acertada con esta: “fuerza operante”. Lo que se propone es COMANDO ESPECIAL, en el campo militar.

No cabe duda de que quien realizó la traducción para el anuncio publicado en el periódico recurrió a los diccionarios y además le dio rienda suelta a su imaginación tratando de interpretar las palabras en el terreno civil.

Lo que se sugiere en el caso de la cita es AD HOC, sí, recurrir a la expresión latina que todos conocen (o deben conocer) que significa PARA ESTO, PARA ELLO, ESPECIAL, ADECUADO.

Para coronar con éxito el esfuerzo hay que anteponer a la expresión adverbial latina la palabra COMISIÓN o COMITÉ, así se tendrá el resultado final, COMISIÓN AD HOC.

La Digna de Madrid expresa en su diccionario oficial con respecto a esta locución, “se aplica a lo que se dice o hace solo para un fin determinado. // 2. loc. adj. Adecuado, apropiado, dispuesto especialmente para un fin”. Cabría aquí también anteponer el vocablo JUNTA para lo mismo. Se cree que la solución es aceptable y está dentro de los recursos del español.

Otra posibilidad que surge en este momento es juntar algunas de las palabras que se han barajado antes y designar el cuerpo colegiado como “comisión especial” o “junta apoderada” para los fines que se consideran de lugar para estudiar el problema de las inundaciones, que era el asunto sometido a estudio.

Lo único que produce beneficios en casos como estos es alejarse de las dos palabras del inglés y permanecer en los linderos de la idea. Ese es el ejercicio que produce dividendos. Ah, no se olviden… no pueden quitarse el sombrero del español, como dirían en inglés.

MARGINAL

Esta palabra ha adquirido una connotación que no le pertenece según la Docta Corporación de Madrid. El diccionario de la Academia la define como “perteneciente o relativo el margen.// 2. Que está al margen. // 3. V. Decreto, nota marginal. // 4. fig. Dícese del asunto, cuestión, aspecto, etc., de importancia secundaria o escasa. // 5. fig. Dicho de una persona o de un grupo: que vive o actúa, de modo voluntario o forzoso FUERA DE LAS NORMAS SOCIALES comúnmente admitidas”. Las mayúsculas son mías.

De inmediato se hace notar, como asunto obvio, que eso de expresarse diciendo que S. H. celebró un mitin “en un barrio MARGINAL del sur de la capital”, es una barbaridad. Los barrios de personas de escasos recursos económicos o en la periferia de una ciudad no son por necesidad habitados por personas cuya conducta está “fuera de las normas sociales”. Lo que se ha hecho con esta palabra es que se le ha extendido su alcance de “al margen” de la ciudad, en su calidad de no estar en el casco de la ciudad (casco urbano) o dentro de los límites de la ciudad.

Como adjetivo, se usa para dar a entender que algo es NIMIO, DESPRECIABLE, INSIGNIFICANTE, MÍNIMO, MUY PEQUEÑO. Para las personas que nadan en las aguas de los dos idiomas, inglés y español, hay que tener en cuenta que este término MARGINAL en inglés tendrá que traducirse al español en algunos casos como DE BAJO RENDIMIENTO. Esto en el ámbito económico, sobre todo cuando se lee en inglés “marginal land”. Las palabras que se incluyeron en el cuerpo de este comentario y que pueden  usarse en lugar de MARGINAL y, que son cinco, se las propone para embellecer el texto y para ser más precisos. Véase por ejemplo el texto en inglés en el cual se expresa que el “differential will probably be marginal”. Si uno se empecina en escribir MARGINAL en español, se estaría incurriendo en una grosería contra el idioma.

En cambio, si se usa uno de los cinco vocablos que se destacaron se expresa la idea cabalmente. Con mucha frecuencia se encuentra, y es legítimo, que algo tiene ESCASO MARGEN de ganancias. En este caso se expresa lo mismo que se anotó más arriba.

MARGINAL acentúa la cercanía con el borde o el margen de algo, por lo general el de abajo. El uso que se le ha asignado por medio de la repetición es el de PERIFERIA, especialmente en las ciudades, sin embargo no es así como lo entiende la Academia. De paso puede mencionarse que la Ilustre Corporación de Madrid aceptó no hace largo tiempo el uso de MANTENERSE  o PERMANECER AL MARGEN, para expresar lo que el sujeto hace cuando se inhibe de participar en alguna actividad.

DESAFIANTE – RETADOR

La primera de las dos palabras se puede usar en última instancia para designar con ella a una persona que adopta una posición o postura de desafío, aún cuando el DRAE no la consigna.

Ahora bien, de ahí a convertirla en un sustantivo y reemplazar con ella al DESAFIADOR, que es aquel que desafía, según la Academia, es otra cosa. El último término es el que la Docta Corporación de Madrid reconoce como capaz de usarse en funciones de sustantivo.

Para evitarse todos los dolores de cabeza del verbo DESAFIAR, múdese para RETAR y llámele RETADOR que es lo que se propone, sobre todo en materia de deportes. Se recuerda como antes se usaba en el boxeo -de donde se sacó esta desgracia gramatical- CONTRINCANTE, a quien se oponía a otro.

Parece que en los tiempos en que se vive en la actualidad, no se conforma el redactor con expresiones que no sean ásperas, provocadoras, para atraer o retener la atención del lector.

SEGUIR LLEVANDO A CABO – CONTINUAR

En lugar de escribir todas las palabras que forman la primera parte del título, es más fácil y más económico escribir lo que se propone, que no es más que CONTINUAR.

Siempre se supone que se anda a la caza de la forma más rápida y más corta, pues bien, en este caso para dar en la cabeza del clavo úsese un solo verbo. La idea que se expresa es la misma con las dos formas.

Luego de escribir del modo que se critica, no es legítimo quejarse diciendo o escribiendo que el inglés es más sucinto que el español…cuando son los hablantes o escribientes quienes lo hacen más florido y, más pesado.

CON FALTA DE LUZ

“Y lo peor es que tenían que ir a comerse el almuerzo sentados en las aulas, CON FALTA de luz…” Aquí, a “todas luces” parece más sencillo escribir: SIN LUZ. Hay que estar contestes en que hay quienes escriben “CON FALTAS de lógica.”

Además, alargan el mensaje sin necesidad.

FIDELIDAD – SIMPATÍA

El vocablo FIDELIDAD expresa “lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona. // 2. Puntualidad, exactitud en la ejecución de una cosa. // alta fidelidad. Reproducción muy fiel del sonido”. Esto es lo que el catálogo de la Academia consiga con respecto a este vocablo.

Se piensa que cuando se escribe acerca de las SIMPATÍAS que las personas manifiestan por algunos equipos deportivos, esos llamados “fanáticos”, lo que hacen es que demuestran sus simpatías, como se adivina por la redacción que se ha adoptado. Aún cuando se les llama fanáticos, lo que enseñan no es su “fanatismo”. De la misma manera que no se muestra eso último, de ese mismo modo, tampoco enseñan “fidelidad” a un equipo.

El respeto que se muestra al no usar “fanatismo”, debe ser el mismo que les haría evitar el uso de “fidelidad”, palabra que se prefiere reservar para sentimientos más puros que los que impulsan a las personas con respecto a los equipos deportivos.

En su origen la palabra fidelidad significaba “pasión”, luego pasó a ser usada con el valor de fe. Quizás esa “pasión” es la que persiste en los simpatizantes de los equipos de deportes. De paso, nótese la redacción de la Academia en la primera acepción de fidelidad, “. . .que alguien debe a otra persona”.

AÑOS ANTERIORES *DONDE – AÑOS ANTERIORES CUANDO

DONDE no puede reemplazar a épocas o momentos. Manuel Seco, miembro de la Real Academia Española de la Lengua, en su conocido Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua Española, acerca de esta confusión (en funciones de conjunción temporal) se expresa así: “Hoy solo se usa en la lengua popular y rústica, más en América que en España”.

Nótese que el calificativo de RÚSTICO sale de la pluma o del computador del académico, no del autor de estos comentarios.

UN ANUNCIO.

Durante varios días salió en la prensa esto: “De parte de Newspaper in Education, un departamento de El Miami Herald, deseamos reconocer y agradecerles sinceramente American Airlines American Eagle la colaboracion y el apoyo de respecto a la educacion en el sur de la Florida”.

Lo triste del caso no es que sea malo de toda maldad (valga la exageración), sino que apareció durante varios días, hasta que un alma piadosa se condolió de los lectores y decidió traducirlo al español.

No causaría mucha sorpresa si se dijera que esto fue el producto obtenido de la traducción mecánica, es decir, mediante una computadora.

*CALZAR UN DECRETO

“Los contribuyentes serán los que calcen el decreto…”

Se queda uno en ayunas. No se logra comprender lo que se pretende dar a entender con este verbo, usado de esta manera.
El Diccionario de la Academia ofrece las acepciones que se conocen y otras más que son muy específicas, de uso muy restringido. Lo que se recuerda, tratando de entender el asunto, es que se usaba escribir y decir “calzar un documento con la firma”. Este calzar era usado así de manera figurada para significar que se colocaba la firma al pie de la página o al final del documento.

La Academia reconoce que el CALCE es el pie del documento, en su acepción cinco de esta palabra. Señala la misma Corporación que es de uso en Guatemala, Méjico y Puerto Rico. Suministra este ejemplo: “El Presidente firmó al CALCE”.

La última palabra realzada por la Academia es sinónima de CALZO en sus acepciones de CUÑA que se introduce entre dos cuerpos. La primera de las dos destacadas aquí es la que se usa con mayor frecuencia en República Dominicana para referirse con ella a la madera que se coloca detrás o delante de las llantas de los vehículos cuando éstos se estacionan en pendientes.

La palabra CALCE la reservan en algunos países con exclusividad para la pieza metálica que se usa en mecánica para alzar o separar otras.

Después de las explicaciones anteriores no se logra entender como es que los contribuyentes serán quienes CALCEN un decreto, pues ni lo levantan (soliviantan), ni lo firman.

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