EDULCORANTE – EDULCORAR – EDULCORACIÓN

Todas las palabras que aparecen más arriba SÍ existen en el español. Lo que sucede es que no llevan la N trabada entre la E y la D. Escribir “colocada” parece mejor selección. Inserta, podría argüir otro.

De aquí es de donde nace tanta confusión, pues muchos hablantes de las dos lenguas, español e inglés, asimilan la grafía del inglés a la del español y se arma el lío con el consiguiente error que se desliza por descuido.

Al fin!!!  Si se pudo encontrar la raíz del error repetido en tantas ocasiones, es posible que logre erradicarse. Ahora se puede descansar en paz.

EFECTUAR – INTERPONER

Efectuar es ejecutar una cosa. También es cumplirla, hacerse efectiva una cosa. La idea está en que la acción a la que se refiere fue ejecutada, hecha, terminada. Por lo general se hace seguir el verbo por un sustantivo. De esta forma se tiene, “se efectuó la entrevista”.

En los casos en los cuales existe un verbo más preciso para la acción a la que se refiere, debe preferirse éste al verbo efectuar. No se vería bien escribir que “efectuaron” un edificio. En el último caso viene mejor utilizar el verbo construir.

Lo mismo sucede cuando se trata de la APELACIÓN, en este caso el verbo que debe acompañar, y de hecho acompaña a esta acción es INTERPONER. De esta suerte se escribe que tal o cual abogado INTERPUSO UN RECURSO DE APELACIÓN, o simplemente que INTERPUSO LA APELACIÓN. No procede escribir que “efectuó la apelación”, pues suena a hueco, falso e impropio.

EMPACAR – EMPAQUETAR – ENVOLVER

No requiere mucha ciencia el establecer la diferencia entre estos verbos. No es menos cierto que los usamos indistintamente. Los mezclamos, los ligamos y luego los expedimos.

Originalmente lo de EMPACAR vino de hacer PACAS. El verbo EMPAQUETAR no es más que preparar o envolver en forma de paquetes. Por lo general los paquetes son “ciegos”, es decir que no se puede ver a través de ellos. Los paquetes son más sólidos que otros tipos de embalajes.

Lo del verbo ENVOLVER es más general. Este no tiene necesariamente que ser “ciego”. Se puede “envolver” en papel de celofán o en material plástico transparente. El DRAE ofrece como sinónimos de EMPACAR los verbos EMPAQUETAR y ENCAJONAR.

Inmediatamente se llama la atención sobre el último verbo que trae el Diccionario de la Academia. Este sugiere la idea de confeccionar paquetes con forma de…CAJA.

En nuestra América Morena EMPACAR es también “hacer el equipaje”. El mismo diccionario al definir el verbo EMPAQUETAR, un poco más adelante, dice que es “hacer paquetes”. La segunda acepción es “colocar paquetes dentro de bultos mayores”. El Diccionario Mayor define el último verbo ENVOLVER, como: “Cubrir un objeto total o parcialmente, ciñéndolo de tela, papel u otra cosa análoga. Este análogo aquí significa “flexible”. El paquete se hace para evitar que la cosa se deteriore. Lo que se embala se hace para la conveniencia del traslado a otro punto. El paquete se confecciona con el fin de la comodidad y resguardo. De paso, “embalar” viene del griego ballô que significaba arrojar, enviar a lo lejos, de donde nace también la palabra “bala” de cañón.

ESTAR AL CENTRO – SER EL CENTRO

“Se llama  . . . y está AL CENTRO de un tórrido drama…”

Algunos partidos políticos se encuentran colocados en el centro. Otros tienen tendencia hacia el centro. Por un arreglo sin necesidad de firma, se convino hace mucho tiempo que en el espectro político se colocaría una línea y que las posiciones políticas iban a ocupar un lugar que oscilaría de derecha a izquierda o viceversa.

Las posiciones AL centro de esta línea serían consideradas como moderadas con relación a las sustentadas por los extremos o los matices entre ellas. Esto es un cantar. Cuando se trata de hablar acerca de una persona y se quiere señalar que esa persona es la que ha motivado un escándalo, por ejemplo, entonces las preposiciones que se usan son otras.

Para expresar que esta persona es el sujeto en medio del escándalo, se dice que esa persona ES EL CENTRO en ese escándalo, esto para indicar que es el sujeto principal en el escándalo del ejemplo. Como se habrá notado de nuevo, se está lidiando con un manejo equívoco de la preposición sumado a un uso errado del verbo.

*LEVANTAR UN TESORO

En algunos países de nuestra América Morena, cuando se LEVANTA UN TESORO, lo que se hace es que se lo roban, lo sustraen. Para referirse a los tesoros hundidos en el mar junto con los barcos que los trasladaban, lo que se hace es que lo RESCATAN.

Para el verbo LEVANTAR el Lexicón Mayor consigna treinta acepciones y ninguna de ellas es específica o relativa siquiera a lo de los tesoros que se RECUPERAN del fondo del mar.

Para el verbo que se propone, RESCATAR, el mismo Diccionario mencionado registra en el sentido figurado, en su quinta acepción, lo siguiente: “Recuperar para su uso algún objeto que se tenía olvidado, estropeado o perdido”.

En República Dominicana el verbo “levantar” soporta un significado que tiene también en otros países de la América Morena, es, “entablar relaciones amorosas”. Esa significación vale también en Argentina, Cuba, El Salvador, Uruguay y Venezuela.

AUNQUE ADVIERTE DE QUE

“…aunque advierte DE que todavía hay muchos puntos oscuros.”

Para despejar algunas incógnitas nuevas y otras antiguas se hace necesario revisar el concepto completo del uso del verbo advertir. Hay que dilucidar cuando se usa con “que”, y cuando hay que hacerlo con “de que”.

No se coloca la preposición DE en los casos en los cuales “advertir” equivale a “darse cuenta”, o “reparar” en algo. En estos casos el verbo es transitivo.

Existen otros casos en los cuales sí se puede introducir la preposición DE. En estas hipótesis el verbo desempeña funciones de “poner algo en conocimiento de alguien”. Así se advierte a alguien de algo. Si la advertencia forma parte de una oración subordinada introducida por la conjunción QUE, en ese caso es correcto que se empleen la preposición y la conjunción juntas, DE QUE.

Cuando existe una intención admonitoria o amenazante, conserva la conjunción QUE sin necesidad de la preposición DE. Es más, no la admite.

En los casos en los cuales el verbo advertir vale por “aconsejar algo a alguien”, entonces es transitivo. Lo que se aconseja viene expresado por un complemento directo, por lo tanto se construye sin preposición. El complemento de persona, la persona que recibe el consejo es el complemento indirecto.

EDITAR

Un lector se inquietó acerca de lo que expuse con relación a este verbo en una entrega anterior. Cuando se hizo referencia a este verbo sólo se hizo en cuanto a su aplicación o ampliación al campo cinematográfico, es decir, cuando se le emplea para significar con él que una cinta se corrige, se recorta, se produce como algo definitivo.

No hay que preocuparse por los neologismos. No hay necesidad de oponerse a ellos como se espera que no se opongan las personas sensatas. No obstante lo anterior, hay que ser cuidadoso al elegir las palabras cuyos campos semánticos se desean ensanchar.

Como no se tiene poder para cambiar los significados de los términos, cuantas veces uno se encuentra en una situación de poder usar un vocablo que expresa la idea, no hay razón ni motivo para recurrir a otro que es extraño a esa tarea.

La industria cinematográfica obligó a la Academia a aprobar una gran cantidad de palabras nuevas relacionadas con esa actividad. Si se observa la evolución reciente, se notará que los hablantes se inclinan a usar más la palabra “filme” que el viejo vocablo “película”, en parte porque es más corto y, así se ahorra tiempo y energía.

En el caso del verbo editar, una vez más el uso obligó a la Academia a consignar en su diccionario la acepción que reza así: “organizar las grabaciones originales para la emisión de un programa de radio o televisión”.

Una vez más, el uso inveterado se impone sobre la rancia redacción de los diccionarios. La lengua no se anquilosa. Ella se renueva, se adapta a las circunstancias, va más allá, obliga a los rectores de la lengua a incluir en sus diccionarios los términos necesarios.

CAMPISMO

Esta palabra no constaba en el Léxico Oficial de la Lengua. Y era una pena. La primera voz registrada en el Léxico Mayor de la Lengua fue CAMPISTA, pero la definición que de ella ofrecía la Academia no se asemejaba a lo que se conoce como “camping” en inglés.

La edición de 2001 del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, trae el término CAMPISMO, “actividad consistente en hacer acampadas”.

*ACAMPAMIENTO tampoco aparece en el DRAE. Lo que sí consigna el Diccionario de la Academia es el verbo ACAMPAR, con una definición que puede usarse para la actividad que se menciona antes en inglés con la voz “camping”. Las autoridades entienden que acampar es “detenerse y permanecer en despoblado, alojándose o no en tiendas o barracas”.

En español ACAMPADA es la acción y efecto de acampar. También es el campamento, lugar al aire libre, dispuesto para alojar turistas, viajeros, etc.

Antes de uno aventurarse a escribir algunos términos, siempre es útil consultar el “mataburros”, porque este provee soluciones castizas, legítimas, acertadas y permitidas.

Hay más aún en el español moderno, el “Diccionario panhispánico de dudas” propone la adaptación gráfica “campin” para la actividad que se comenta aquí. Ahora bien, cuando se trata de la definición escribe ese diccionario, “zona acotada en que está permitido acampar y que cuenta con diversas instalaciones y servicios”. Además con la adaptación esa se refiere el Panhispánico a la “actividad que consiste en acampar en este tipo de lugares”.

Ese mentado diccionario se ocupa de despejar las dudas. Para la actividad existe campismo en español. Con ese vocablo, que es más amplio, se refiere el hablante a una actividad similar pero sin las facilidades y comodidades de la definición del “campin”. Quien se dedica a la actividad es un o una campista.

Para terminar, el asunto que no se puede olvidar ahora es el que sirve para la actividad, pues dependiendo del lugar debe usarse uno u otro de los términos presentes en el léxico.

ACERCAR A – ACERCAR HACIA

De estas dos construcciones la primera es la que se favorece y es la aconsejada por los mentores de esta materia.

La segunda, con “hacia” es invento desafortunado de algunos equivocados. Algunas expresiones o construcciones hacen difícil el uso de la preposición A, por lo que debe a veces dársele un giro y emplear otras combinaciones.

ACERCAMIENTO es considerado sinónimo de “aproximación” y generalmente se refiere a distancias y lugares. En su sentido figurado puede aludir a posiciones intelectuales, religiosas o doctrinales. Se Ve con extrañeza el empleo que se hace de ACERCAMIENTO HACIA.

El maestro Manuel Seco, en su muy citado “Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española”, escribe que la construcción del verbo acercar atrae la preposición A.

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