APARENTAR – DE ACUERDO A* – APORTAR *EN

“…Los Corales, que una vez fue sede de lujosos apartamentos de playa, APARENTAN pueblos fantasmas”.

En verdad que es una gran oportunidad la que se ofrece a las personas que viven en ciudades cosmopolitas. Las pifias de toda nuestra América Morena se dan cita en esas urbes. Quien desee estudiar el español y llegar a conocer el idioma de nuestra América, lo que debe hacer es mudarse a una de ellas para aprenderlo todo en un solo sitio. ¡Bendita sea mi suerte!


Al consultar el Diccionario de las autoridades de la lengua, se encuentra que el verbo APARENTAR significa, “manifestar o dar a entender lo que no es o no hay”. En su segunda acepción, en lo referente a la edad es “tener esta el aspecto correspondiente a dicha edad”.

Véase ahora lo que trae el “Diccionario de sinónimos” de Sainz de Robles como sinonimia para esta palabra: SIMULAR, FINGIR, AFECTAR, DISIMULAR, DISFRAZAR, TEATRALIZAR, ENMASCARAR.

Después de esto traten los lectores de colocar una cualquiera de estas palabras en lugar de la del texto, es decir, APARENTAR. Se está en la seguridad de  que después de este ejercicio llegarán a la misma conclusión a que se llega aquí. El uso de ese vocablo en este caso es desacertado.

Lo que quizás debió aparecer en este caso fue PARECER, es decir, “parecen pueblos fantasmas”. Es quizás por eso que en República Dominicana dicen que “las apariencias engañan”. En este caso el vocablo apariencia es sinónimo de ASPECTO y de ahí nace el embrollo del redactor.

De lo último es de donde nacen las expresiones “guardar las apariencias” y “cubrir las apariencias”, que como sabe el lector se relacionan con fingimiento o simulación.

DE ACUERDO A*

“DE ACUERDO A sus criterios y sus convicciones…”

“…el gobierno inglés actuó DE ACUERDO AL derecho al autorizar…”

Esta Locución prepositiva está a tono con la forma de escribir de nuestra América Morena, pero no es de lo mejor del español. En buen español se dice y se escribe DE ACUERDO CON. La preposición A le viene del inglés, lengua en la cual es “according to”.

La lengua culta sigue otorgando su preferencia a la forma normal. No se han usado las palabras “incorrecta” ni “errónea” porque el uso está muy difundido.

Vale la pena retener el dato y tenerlo claro en su cabeza para no usar lo que no es lo mejor. La forma como se la encontró fue esta: “DE ACUERDO A sus criterios y sus convicciones…”

La preposición que rige después de, DE ACUERDO, es CON. De esta manera lo sugiere y aconseja María Moliner, en su “Diccionario de uso del español”. La expresión DE ACUERDO CON equivale a SEGÚN.

El “Diccionario panhispánico de dudas”, 2005, admite como forma válida la locución “de acuerdo a” solo cuando lo que introduce se refiere a cosas. La norma sigue igual, si se refiere a la opinión de personas solo se considera elegante la preposición “con”.

APORTAR *EN

“Hablar sobre los aportes de la lotería EN la educación ha sido algo muy controversial…”

De nuevo se está en presencia del problema de las preposiciones. Esta tampoco conviene aquí, después de este verbo. El verbo APORTAR cubre varios casos o campos semánticos.

Significa por una parte CONTRIBUIR con una parte A cierta cosa poseída, hecha, etc. en común. Equivale al verbo PARTICIPAR que es transitivo. También significa ADUCIR cuando se refiere a ciertas pruebas, razones o testimonios en defensa de algo o para probarlo. El problema surge cuando quien emplea el verbo desconoce esta diferencia, o lo usa con la preposición que no conviene en el caso específico.

Es legítimo escribir que una persona hace un APORTE EN naturaleza, por ejemplo. En este caso se refiere al tipo de aporte, al género del mismo. En los casos en que el aporte se hace A una causa hay que emplear esta preposición, A. Por ejemplo, “Hizo un aporte A la lucha contra el cáncer mediante sus estudios y descubrimientos”. En el último caso se alude de esta manera al recipiente del aporte, la institución que resulta beneficiada, la causa que recibe.

ARRANCAR CHISPAS

Nunca antes se había leído esta combinación. Se la localizó en la primera plana de un periódico. Es cierto que a cada persona le asiste el derecho de expresarse como puede de acuerdo con sus conocimientos.

No es bueno ponerle una camisa de fuerza al idioma; sin embargo, hay que respetar algunos principios generales y el genio de la lengua misma.

Son varias las expresiones que la Academia ha reconocido que se auxilian de la palabra “chispa”. Entre las que se recuerdan están: Tener chispa, Dar chispa, reconocidas recientemente por la Corporación de Madrid, Echar chispas y Ni chispa.

Se entiende que algunas declaraciones o posturas pueden “producir chispas”. Lo de “arrancar chispas” es más difícil que todo lo anterior. No cabe duda que el verbo “arrancar” en esta frase añade color y calor a la expresión.

*ASESINADAS POR AGRESIÓN

Todavía se pregunta uno como es que alguien puede asesinar a otro SIN agresión. Eso es un contrasentido, es un imposible. “Imposible de toda imposibilidad” como escribía mi admirado amigo.

La definición del asesinato es “matar a una persona con alevosía, premeditación, ensañamiento…” La intención delictuosa y el acto de planear por adelantado son quizás los dos elementos constitutivos más salientes en el asesinato, por lo tanto no se puede lograr entender un asesinato sin agresión.

Algo que sí puede existir es una muerte producida por omisión, pero no un asesinato.

ASUNCIÓN 

“…de hacer la engreída ASUNCIÓN de que va a ganar”.

Esta palabra casi siempre tiene matices religiosos, porque con ella se describe la subida de la virgen María al cielo. También sirve para designar la subida del espíritu. En otras ocasiones se la usa para aludir a la elevación al poder, cuando eran ascendidos por elección o aclamación. En materia de derecho también se la usa para designar así al acto por medio del cual una persona se sustituye a otra como deudor con el consentimiento del acreedor y, claro del deudor también.

La razón por la que se trae este vocablo a colación es porque una agencia internacional sirvió una noticia en la cual el redactor escribió: “…de hacer la engreída ASUNCIÓN de que va a ganar”. Para aquellos lectores que no conocen el inglés esa no es más que una muy mala traducción de “assumption”. En buen español debió escribir: SUPOSICIÓN, HIPÓTESIS. No todos los días se tropieza con una torpeza de este calibre.

BALANCE

“… restablecen el BALANCE y la justicia básica a…”

Esta es la traducción que ofrecieron de las declaraciones de una congresista.

En el Diccionario mayor de la lengua, las definiciones que se ofrecen para este vocablo no permiten que se haga este uso de la palabra que tanto se usa en el inglés de nuestros días. El DRAE traía tres acepciones que correspondían al ámbito del comercio, son los balances de cuentas y resultados. En toda propiedad la palabra del estudio significaba “movimiento que hace un cuerpo, inclinándose ya a un lado, ya a otro”.

Cuando en inglés y en español se comparan las cuentas del pasivo y el activo se escribe en ambas lenguas BALANCE.

Es anglicismo escribir BALANCE para significar SALDO, en los casos en que queda una suma pendiente de pago. Al español pasó la expresión balanza comercial, o de comercio, para titular lo que en inglés se conoce como “balance of trade”.

En inglés la palabra balance que es idéntica al español, en esa lengua tiene el valor de EQUILIBRIO en la nuestra. Debemos recurrir a esta última palabra que figura en mayúsculas para usarla en los casos en los que deseamos referirnos al EQUILIBRIO DE PODERES. En el último caso se tolera que se hable de BALANZA DE PODERES, porque no hay simplemente dos que se balancean, sino más de dos que producen un EQUILIBRIO.

El mismo fenómeno que se produce con las palabras en inglés y español se produce en francés, pues en este idioma la palabra que se aplica es ÉQUILIBRE.

La edición del 2001 del “Diccionario de la Lengua Española” añadió cuatro acepciones más a las tres existentes. Con este proceder la Academia reconoció el uso inveterado de “balance” para otros casos. Uno muy válido y necesario fue el siguiente: “Estudio comparativo de las circunstancias de una situación, o de los factores que intervienen en un proceso, para tratar de prever su evolución”. Esta es una definición muy ponderada  y justa del empleo que se hacía del vocablo “balance” para esos fines.

*A BASE DE

“El Presidente de la Junta… justificó su decisión A BASE DE la carencia de EVIDENCIA suficiente para ordenar una pesquisa”.

Esta locución preposicional es de uso muy difundido, pero la Academia no lo ha sancionado con su benevolencia. Si la Corporación de Madrid no le ha otorgado su carta de naturaleza dentro del idioma, su razón tendrá.

Es oportuno mencionar que la Digna de Madrid reconoce otros modismos formados con ayuda de la preposición A, tales como “a fuerza de, a cuenta de,”. No hay que sospechar, sin embargo, que la Academia no tenga alguna “base” doctrinal para ello.

De la misma manera ha dejado pasar el máximo organismo rector de la lengua otras expresiones parecidas a la del título, como son: “a pretexto de”, que de paso es más que fea; “a condición de”, y otras por el mismo estilo.

En lugar del modismo del epígrafe debe preferirse SOBRE LA BASE DE para expresar lo mismo que se desea con la del título. Significa exactamente “dando por supuesta la cosa que se expresa”.

Otro modismo que ha quedado fuera del catálogo oficial de la lengua es “a base de que”, aún cuando es de uso más que común. Muchas veces ni los mismos miembros de la Academia pueden ofrecer una explicación plausible para estas ausencias. No cabe duda de que en un futuro no muy lejano el uso las impondrá como ha hecho con tantos otros modismos.

El texto que movió a estas reflexiones es este: “El Presidente de la Junta… justificó su decisión A BASE DE la carencia de EVIDENCIA suficiente para ordenar una pesquisa”. En lugar de “evidencia” lo que cabía usar era PRUEBA.

La locución prepositiva “a base de”, cuando va seguida de un sustantivo expresa que lo denotado por este es el fundamento o componente principal”. También significa “por medio de o valiéndose de”. Cuando lo que sigue a la locución preposicional es un infinitivo, vale por “a fuerza de, esto es, a consecuencia de la acción reiterada denotada por el verbo”. Las citas precedentes en este párrafo son tomadas del DPD. Ese diccionario asegura que es incorrecto ese uso en esos casos.

*EN BASE A

Esta es una locución prepositiva. Del lenguaje forense pasó a todos los ámbitos del lenguaje.

Lo MEJOR sería escribir SOBRE LA BASE DE; o BASÁNDOSE EN. La locución es “censurable”, así la califica el DPD al ocuparse de su utilización.

No hay que extrañarse si muchos periodistas la usan porque es de uso común, sí, usual. Deben sin embargo preferirse las dos que se proponen porque son más viejas en el seno de la lengua.

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