ALTAS HORAS DE LA MADRUGADA
No se acaba de entender cómo es que se puede hablar o escribir de esta manera. La expresión consagrada por el uso que es soberano en estos asuntos es: ALTAS HORAS DE LA NOCHE.
Cuando se trata de la madrugada entonces lo conveniente es aludir a las PRIMERAS HORAS DE LA MADRUGADA y, si lo que se quiere ponderar es que se permaneció trabajando hasta el día siguiente entonces simplemente se hizo HASTA EL AMANECER o LAS PRIMERAS HORAS DEL DÍA. No hay que olvidar que la “madrugada” no es otra cosa que el alba, el amanecer.
Se presume que las “altas horas” de la noche se refiere a las de doble dígito, es decir, de diez a doce. Las primeras horas de la madrugada son las siguientes a la medianoche.
Los dominicanos comparten con los puertorriqueños un vocablo que no se emplea en otros países, es la “amanezca”, que con toda naturalidad dominicana se pronuncia, amaneca. En la edición del DRAE de 1992 se le adjudicaba la voz a México y las Antillas; en la edición de 2001 se la reconoce como propia de República Dominicana y Puerto Rico.
En República Dominicana cuando se dice que alguien está “amanecido”, lo que se subraya no es que se ha levantado temprano, sino que está trasnochado, sin el descanso o reposo que proporciona el sueño. Es muy dominicana la expresión “amaneció en claro”. Este concepto lo comparten los dominicanos con los colombianos.
En Colombia el participio amanecido –a, en sus funciones adjetivas se usa para nombrar la acción de trasnochar, cuando se hace hablando de una persona que ha pasado la noche parrandeando. Este uso está documentado en el libro Bomba Camará de U. Valverde.
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