A escribir tocan

Las últimas columnas dedicadas a la ortografía han despertado un gran interés y muchas consultas por parte de los lectores. Son indicios evidentes de la inseguridad que muchos sentimos y de la preocupación por nuestras carencias y lagunas a la hora de expresarnos por escrito.

La generalización de la comunicación telefónica nos ha hecho olvidar por un tiempo la importancia de la expresión escrita. El lenguaje oral se convirtió en el dueño y señor de la escena personal, profesional e, incluso, administrativa. La situación ha cambiado por completo con la ayu-da de las nuevas tecnologías. Debemos aprender a realizar la transición entre lo oral y lo escrito. Hay palabras, expresiones y tonos correctos para la conversación que son inapropiados para un escrito. Esta capacidad para adaptar nuestra expresión a situaciones diversas pue-de aprenderse y ejercitarse. El correo electrónico y el mensaje de texto nos han enfrentado de nuevo a la «hoja» en blanco y a las temidas faltas de ortografía y de redacción, que tan mala imagen ofrecen del que escribe.

La consulta del diccionario nos saca de apuros muchas veces, aunque en ocasiones resulta insuficiente. Conozco una sola receta infalible para mejorar en ortografía: la lectura. Dicen los que saben que para escribir bien hay que leer mucho, y que para hablar bien hay que leer mucho en voz alta. Es un método demostrado, aun-que por lo que oímos y leemos, entre nosotros pocos son los que lo ponen en práctica.

Envíe sus comentarios y preguntas a la Academia Dominicana de la Lengua en esta dirección: consultas@academia.org.do

© 2010 María José Rincón
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