Moco (*muco) – *entre más – escuadra (equipo) – compensar – hippismo – hippie – jipi

MOCO – *MUCO

“Las causas van desde las alergias, resfriados, infecciones sinusales, exceso de MUCO y saliva durante la dentición (bebés), infección y agrandamiento de las adenoides. . .”

Sucede en ocasiones que las personas refinan tanto su modo de expresión que se arriesgan a incurrir en errores. Eso que se escribe más arriba es lo que aparenta que ha sucedido en el caso que ocupa esta sección.

Véase que la redactora escribe acerca del “exceso de muco”. Es muy probable que haya actuado de esa manera rehuyendo una palabra que le parece que es prosaica, de mal gusto, como es moco para los oídos de ella.

Lo que la señora no sabía es que “muco-” no es más que un elemento compositivo que procede del latín mucus y en esa lengua significaba mucosidad. Pudo la periodista escribir en su reseña mucosidad si le parecía indelicado poner moco, en lugar del muco que incluyó. En griego mukter es nariz y hocico. En español se habla de mucosa para referirse de modo abreviado a algo que ya existía en latín con la grafía exacta al español: membrana mucosa.

El vocablo poco elegante que denomina las secreciones es moco, que sirve para nombrar las secreciones espesas y pegajosas de las membranas que revisten las cavidades interiores del cuerpo que se comunican con el exterior y, que fluyen especialmente por medio de las ventanas de la nariz.

 

*ENTRE MÁS

“La ambliopía se debe tratar durante la infancia porque ENTRE MÁS temprano se comience habrá un mejor resultado con el tratamiento”.

Algo anda cojo en este compuesto que no se digiere con facilidad. Las dos palabras que forman parte de esta expresión no se hacen buena compañía. Se va a analizar el asunto para que quede claro cómo es que debe expresarse quien desee hacerlo de modo derecho.

Esta maltrecha composición se la ha escuchado en muchas ocasiones. Es posible que pertenezca más al lenguaje descuidado que a otras esferas del habla. El punto se estudiará para presentar no solo la sanción contra el uso, sino también la solución para que el hablante y el escribiente se expresen con exactitud en la lengua común.

Esta combinación “entre más” está estrechamente relacionada con “mientras más”. Las dos son malas aplicaciones de las comunicaciones en el español aceptado por la generalidad de los hablantes.

Con respecto a “entre más” que es lo que aparece en el pasaje copiado, el DPD sostiene que: “Con la excepción de México y el área centroamericana, donde es normal entre hablantes de todos los niveles, la norma culta general rechaza el uso de entre más por cuanto más. Con lo que el Diccionario panhispánico de dudas escribe es muy poco lo que resta por argüir.

El mismo fenómeno que se produce con respecto de “entre más”, se produce con relación a “mientras más” en construcciones correlativas. Solo se acepta como variante coloquial de “cuanto más”. Este “cuanto más” tiene en el lenguaje rural ya superado una forma oral de expresión usada fuera de toda norma del español: contimás. Es una deformación popular que gracias a los avances de la cultura dominicana ha caído en desuso.

Este “entre más” debería guardarse para los mensajes orales entre personas. No debería trascender al español escrito, sobre todo a uno que se dirige a un público de lectores de diferentes nacionalidades que no están dispuestos a transigir en cuanto a lo que ellos suponen que es la norma en el español internacional.

 

ESCUADRA – EQUIPO

“. . .que comenzará este jueves un tope de cinco partidos con una ESCUADRA universitaria de este país”.

En una sección con el mismo título en una reflexión de estas se estudió esta palabra, pero con un valor diferente al que ocupará el punto central de esta apreciación.

Es obvio que en este caso -en este contexto- hay que interpretar (¿adivinar?) que se toma el vocablo del título en este lugar de modo que le confiera sentido derecho a la oración. Para lograr esta hazaña habrá que viajar, en sentido figurado, a otra lengua.

El viaje lleva al lector a Italia y su lengua. Allí al equipo -que de eso se trata- le llaman squadra. En un comentario en referencia con la Copa América 2011, el Manual de estilo de Fundéu trae la pista cuando escribe: “. . .para determinar la victoria de una a de las escuadras (equipos) se recurre a la tanda de. . .”

El Diccionario Clave de uso del español actual en la entrada consagrada a escuadra apunta: “Su uso con el significado de ‘equipo de fútbol’ es un italianismo”. Nótese enseguida que la significación que retiene ese diccionario se confina a la actividad del fútbol. En la cita el redactor la llevó al ámbito del béisbol.

Los italianos son orgullosos de sus proezas futbolísticas y según parece han podido seducir el oído de los peninsulares españoles y le han metido un gol con esta voz. No debe abandonarse el estudio de este término sin revisar los méritos que pudiera tener la escuadra con el valor que le han asignado en tanto que equipo.

Todos los diccionarios están contestes en que en algunas de las definiciones aceptadas para escuadra hay por lo menos dos de entre ellas que utilizan voces semejantes a equipo. La escuadra como conjunto de barcos es una de ellas. La otra es el grupo de soldados al mando de un cabo. La tercera que tiene alguna semejanza con las anteriores es la escuadra tomada como cuadrilla de obreros.

En deportes, especialmente en fútbol, llaman escuadra cada uno de los ángulos rectos que forman los postes y el larguero en la parte superior de una portería. Ahora bien, de allí a extrapolar al béisbol es un viaje o salto muy largo.

Los italianos utilizan mucho la voz squadra en su lengua. Es el equipo, el pelotón, el escuadrón, el turno, la brigada. Todo esto en casos muy específicos cuyas menciones se evitan para no recargar esta sección.

No hace falta recurrir al italianismo para aludir al equipo. Ha de evitarse en todos los ámbitos, aun en aquellos de los deportes como en el caso examinado aquí.

 

COMPENSAR – RELLENAR

“Se come en exceso para RELLENAR emociones incómodas como la ira, miedo, tristeza, ansiedad, soledad, resentimiento y vergüenza”.

No cesan las sorpresas cuando el lector se adentra en la lectura de algunos periódicos o se entrega a la lectura de algunos artículos y reseñas de algunos periodistas. La sorpresa la motiva el hecho de no poder entender de modo recto lo que ha escrito el escritor. Eso se produce en la mayoría de los casos porque el redactor ha incluido de manera equivocada un término.

En la oración transcrita resulta de difícil interpretación el verbo rellenar en este sitio porque no ayuda a completar una idea coherente. Más abajo se revisarán los significados del verbo en cuestión y en su lugar se proporcionará otro para reemplazarlo que sí le imprime sentido a la frase, como se demostrará con ayuda de las citas de acepciones de los diccionarios.

Primero con el verbo rellenar. El verbo rellenar, en primer lugar, como lo indica el prefijo re- tiene por misión dar a entender que algo se llena de nuevo; o bien que se llena por completo. En materia de culinaria es poner ingredientes dentro de un alimento para cocinarlo. En construcción es tapar un agujero. En el ámbito administrativo es escribir los datos que se solicitan en un impreso. En el registro coloquial rellenarse es atiborrarse, hartarse una persona de comida.

Todos los diccionarios están de acuerdo en que no hay ninguna otra significación que merezca hacerse constar.

En el título se escribió un verbo, “compensar”, que se entiende que es el que debió utilizar la redactora para dar sentido a la oración. Se verán más adelante solo las partes que se consideran pertinentes para sustentar este criterio.

En sentido estricto compensar es neutralizar en sentido opuesto el efecto de una cosa con el de otra. Es hacer algo para resarcirse del disgusto que algo le ha causado. En este caso es gratificarse el individuo, comiendo, de las emociones incómodas que se mientan en la cita. Es una forma de proporcionarse satisfacción. Con esta acción la persona se da gusto, se complace.

Si se tienen en cuenta las explicaciones anteriores con respecto de cada uno de los verbos se hace más fácil comprender el error y aceptar al mismo tiempo la reparación que de él se hace con el verbo propuesto.

 

HIPPISMO – HIPPIE – HIPPY – JIPI

“. . .que coincidió con una subversión general de valores en toda la sociedad estadounidense, en la surgieron, como hongos emblemáticos, el HIPPISMO y las drogas”.

Se solicita perdón por el largo título. En el cuerpo de esta sección se explicará el porqué ha resultado necesario escribir todas las palabras que constan en el epígrafe.

Algunas de las voces del título se reprodujeron para que otras pudieran comprenderse. Otra de entre ellas porque es la nueva grafía que la Academia ofrece para la persona que simpatiza con el movimiento de contracultura de los Estados Unidos de los años sesenta.

Luego de escrito lo que consta en el párrafo último anterior a este, es muy poco lo que falta por añadir para que se comprenda todo lo que pretende explicarse en esta sección.

Hippie o hippy era la persona simpatizante del movimiento contracultura que se mencionó antes y que se caracterizaba por su pacifismo y la actitud inconformista con respecto de las estructuras sociales vigentes; era un rechazo a la sociedad de consumo. Las dos palabras servían para designar a las personas, así como para nombrar el movimiento de esos años en los Estados Unidos.

En la actualidad lo que propone el colegio académico de la lengua es sustituir la grafía extraña a la lengua para sustituirla por una adaptación española a la pronunciación angloamericana: jipi. Esa forma de actuar es la que se sigue en la actualidad de acuerdo con la lexicografía moderna.

Antes de terminar hay que examinar el hippismo que metió el columnista en su artículo. Olvidó este señor que las palabras hippie y hippy valían para adjetivo y nombre. Trató de evitar la confusión con los equinos y por eso le añadió una letra /p/ extra.

Todos los hablantes del español internacional tendrán que prepararse para escribir en lo adelante “jipi” tanto para el movimiento pacifista y anticonformista, como para el simpatizante. Ese es el adelanto informático que se encuentra para la edición vigésima tercera del DRAE.

 

 

 

 

 

 

 

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