IMPLICACIÓN – CONNIVENCIA – COMPLICIDAD

“…es sospechoso de IMPLICACIÓN en actividades que violan la ley y la disciplina…”

El DRAE trae como definición de implicar “Envolver, enredar” u otros significados que no vienen al caso. La complicidad IMPLICA que la persona acusada de ese delito acompañó y formó parte del delito ajeno. Cómplice es quien está asociado de alguna manera con la comisión del delito.


El ENCUBRIDOR es quien oculta al delincuente o cubre su fuga. COMPLICIDAD viene del latín plicar, que significa plegar. CONNIVENCIA también viene del latín, pero en este caso significa cerrar los ojos, guiñarlos, dar señales de inteligencia o de asentimiento.

La COMPLICIDAD conlleva la idea de que se está envuelto en los pliegues de alguna trama, de algún plan oculto. La CONNIVENCIA  significa QUE SE AYUDA CON LA AUTORIDAD al plan fraudulento. La COMPLICIDAD trabaja en cualquier plano. Un súbdito puede ser cómplice de su rey, mas en la CONNIVENCIA, la idea es que se ejerce de arriba hacia abajo, de superior a inferior. El verdugo, por ejemplo, no estará en connivencia con el rey.

La COMPLICIDAD requiere de participación, hay hechos. La CONNIVENCIA se apoya en la disimulación, disfraza y protege los hechos con el engaño, la traición.

Después de estas explicaciones en detalle se llega adonde se quería llegar, lo que hubo fue CONNIVENCIA, porque la persona implicada en los hechos era un alto jefe de la Asamblea Nacional Popular en China.

IMPRIMIR

“Don U…, vocero de la fiscalía estatal, dijo además que ´el programa TIP trata de IMPRIMIR en las madres la responsabilidad de enviar A los niños a la escuela…”

¡Pobres madres!!! Según la traducción que malograron de las expresiones de este señor, de ahora en adelante las madres serán ESTAMPADAS con la responsabilidad…ahora bien, como se trata de humanos y no de animales quizás van TATUADAS con la responsabilidad de…Eso es lo que dice el texto que se copió.

Era más fácil escribir RESPONSABILIZADAS, también “suena bonito” INVESTIDAS DE LA OBLIGACIÓN. El DRAE no les ampara para que usen el verbo imprimir en este caso.

Por otra parte, la preposición A después del verbo enviar para introducir a niños no es acertada usarla. Se trata de personas, los niños, por lo tanto debe pasar la acción directamente al objeto del verbo sin la transición de la preposición.

*INAPROPIADO

En una ocasión anterior, hace largo tiempo, un lector acucioso me llamó la atención sobre mi recomendación para el uso de esa palabra del título como sinónima de IMPROPIA.

De manera muy acertada el señor Médar Serrata apuntó que esa palabra no constaba en el repertorio oficial de la lengua.

El vocablo en cuestión lo traje como opción para evitar la construcción NO APROPIADO. Reconocí en ese momento de la manera más humilde mi error. Fue una falta de cuidado recomendar esa palabra sin verificar si el Diccionario de la Real de Madrid lo consignaba.

Cuantas veces se trate de una manera incorrecta de conducirse, para referirse a la conducta, debe preferirse IMPROPIA, que es la forma correcta de denominar este o estos actos IMPROPIOS, reñidos con la moral o las buenas costumbres.

El término que sí aparece en el DRAE es INAPROPIABLE con el valor de algo que no puede ser objeto de apropiación. En su edición de 2001, el término del título ya consta con el significado que se le atribuyó pocos meses antes. Es decir, la Academia lo asentó con el valor de “Que no es apropiado”.

De pasada, el mismo amigo me preguntó acerca de lo que pensaba acerca de INUSUAL, INUSITADO e INSÓLITO. Compartiré con ustedes lo que le escribí al poeta y periodista, pues así lo prometí.

Con respecto a INUSUAL. Para comenzar, las palabras que llevan al principio INUS-, son derivadas del latín “uti” o de “usar”, y son negativas de por sí. El vocablo mencionado al principio había que evitarlo porque no existía en el catálogo de la Academia de Madrid.

Se le usaba en español por abuso y cercanía con el inglés “unusual”, que empuja a muchos hablantes a asimilarlo al español por la corrupción de la “u” por “i”. Este vocablo también encontró su inclusión en la edición del 2001 del Diccionario de las Autoridades de la lengua. Una vez más el uso se impuso sobre la tradición. Al introducirlo en el diccionario, la Academia lo define como “no usual, infrecuente”.

INUSITADO. Este vocablo es derivado del latín que se mencionó antes, del verbo usar. Con esta palabra se señala que algo es desacostumbrado, desusado o extraño, extraordinario o raro. La señora Moliner ofrece como sinónimo la palabra INSÓLITO. En definitiva, son calificados con estos apelativos los hechos que no son ni habituales ni frecuentes. Así se llega a tratar de establecer la diferencia entre “inusitado” e “insólito”.

Para llegar hasta el final se pasará antes por INAUDITO. Es un derivado de “audire”, oír, lo que es asombroso, inconcebible, increíble, pasmoso; sorprendente por lo atrevido o escandaloso. No cabe duda de que la lengua alcanzó este nivel a través de una evolución, pues en propiedad debería referirse sólo a los asuntos que no son audibles, de los cuales no se había escuchado antes.

INSÓLITO es lo que ocurre rara vez. Ha venido a significar lo que es más grande o más intenso que lo acostumbrado. En muchos casos alcanza la equivalencia con lo que es “inconcebible”.

Vale la pena agregar aquí que en portugués tienen la palabra “sólito”, que sirve para indicar que algo se hace de forma acostumbrada, como costumbre, que se acostumbra a hacer. Hay que prevenir a algunas personas porque como la grafía se asemeja tanto a la del español “solito”, para que no piensen que es que el individuo está sólo consigo mismo. En italiano “solito” es “usato”, “consueto”, con lo que es lo mismo que en portugués.

LA INICIATIVA *EN PERSUADIR

“…debe tomar la iniciativa EN persuadir a los funcionarios…”

La marca * está colocada aquí para atraer la atención sobre la preposición que se usó en el texto. Es cierto que el verbo INICIAR puede llevar esa preposición. De lo que hay que asegurarse es de que cuando se “ponga” esa preposición se cerciore quien así lo hace de que el significado del verbo en ese caso sea sinónimo de ENSEÑAR o INSTRUIR.

Téngase en cuenta que en este caso el verbo iniciar quiere decir y dice, “proporcionar a alguien el conocimiento o los primeros conocimientos de cierta cosa”. De esta forma se puede escribir: “Quien me inició EN los secretos de la lengua fue el profesor Dr. Rafael Antonio Rojas”. De paso, es cierto y le estoy muy agradecido.

También se usa esa preposición en los casos en que se admite a alguien a participar en una cosa secreta. “Lo iniciaron EN el complot”.

Cuando la “puerca retuerce el rabo” (como decía mi padrino), es en los casos en los cuales lo que le sigue al verbo es un infinitivo de verbo. Tan pronto se trate de escribir algo así, es decir, seguido de infinitivo de verbo, se percatará quien esto haga que es imposible, que está reñido con el genio de la lengua. “Lo inició EN estudiar*”. Esto es como pasarle la mano a un gato en contra del sentido de los pelos. Lo que procede aquí es “Lo inició en el estudio”.

En el caso en que alguien toma la iniciativa, entonces véase el texto: “…debe tomar la iniciativa EN persuadir a los funcionarios…” Se puede escribir que alguien es DE mucha iniciativa. Si una persona toma la iniciativa es porque “se adelanta a otros en algo”. Hay un detalle que no debe olvidarse, en algunas instituciones existe un derecho DE iniciativa que reposa en ciertos funcionarios o en instituciones. Por ejemplo, recuérdese el DERECHO DE INICIATIVA de las leyes que posee el presidente en algunos de nuestros países y otros ejemplos por este estilo. Como es el derecho DE, es la iniciativa DE.

En el caso que motivó estos comentarios se propone que en lugar de “iniciativa EN persuadir”, se coloque la preposición PARA allí, si lo que le sigue es un infinitivo de verbo. En este caso se cumple mejor con la intención de quien ejerce esa acción, la acción de esa iniciativa.

*INSILIO

Se demoró en descifrar lo que se deseaba expresar mediante esta palabra. Es un juego de palabras hecho a partir de EXILIO.

La idea es loable. Vale la pena que se Examine el origen de la palabra para saber si puede soportar que se la trate de esta manera. Véase: El término EXILIO fue tomado del latín “exsilium”, que a su vez se le había tomado de “exsilire” que significaba “saltar afuera”, que debía su origen a “salire”, que es saltar.

La palabra EXILIO cobró vigencia en 1939. Produjo un derivado tomado del francés, exilado, lo que se acepta hoy además de EXILIADO.

Hay que admitir que se siente simpatías por el vocablo del título porque describe un destierro interno, un ostracismo, una marginación de las esferas de participación.

Sin embargo, no se está seguro de que se pueda emprender una lucha para hacer aceptar esta palabra porque para ello habría que dividir el vocablo original en “ex-ilio”, de “ex-silium”, o “ex-silire”. En realidad no se sabe lo que podría lograrse con esto, mas hay que confesar que divierte la “sub-versión” en el seno del idioma.

INSTALACIONES DE EMERGENCIA

“Temporada ciclónica empieza con nuevas INSTALACIONES DE EMERGENCIA”

Cuando se leen estas palabras que se transcriben más arriba, lo primero que se le ocurre al lector es pensar que las edificaciones a que se refieren en la frase las están construyendo o erigiendo a paso acelerado. Este razonamiento o conclusión lógica es producto de la preposición empleada.

No es lo mismo escribir, en cambio, o decir, INSTALACIONES PARA EMERGENCIAS.

Lo primero que procede hacer para dilucidar el asunto es recurrir al Diccionario Autorizado para revisar los significados de las palabras. Lo primero es que EMERGENCIA es lo que emerge, como era de esperar. La segunda acepción es: “Suceso, accidente que sobreviene.”

Luego de lo anterior, se siente uno en el derecho de señalar que la preposición que escogieron para el titular “Temporada ciclónica empieza con nuevas INSTALACIONES DE EMERGENCIA”, no fue la adecuada. Procedía que se usase PARA en lugar de la preposición DE. Así quedaría claro que es para sucesos que se producirán o que pueden producirse en la futura temporada ciclónica, para hacer frente a posibles situaciones de emergencia.

JUNTOS – DE CONCIERTO – EN CONJUNTO

“Nosotros estamos aquí para ayudar y trabajar EN CONJUNTO; tenemos que evitar una tragedia…”

Se comienza por lo destacado que figura en cabeza de esta sección: EN CONJUNTO. El DRAE, en su edición del año 2001 acogió la idea que la señora Moliner había recogido ya en su diccionario publicado en el año 1997. La redacción del DRAE es esta: “En su totalidad, sin atender a detalles”.

María Moliner, en su “Diccionario de uso del español”, al tratar la locución adverbial la define de esta forma: “Considerado en su totalidad, sin particularizar los distintos aspectos o detalles: El libro, en conjunto, me parece bueno”. Termina la cita.

Esto viene a cuento porque se tropezó con este trozo de prosa en la primera página de un periódico: “Nosotros estamos aquí para ayudar y trabajar EN CONJUNTO; tenemos que evitar una tragedia…” Esto claro que no es lo mismo que escribir: “estamos aquí para ayudar y trabajar JUNTOS…” Esa es la forma correcta.

Está comprobado por los hechos, cada vez que en las labores de redacción uno se aventura a usar vocablos que no se conocen bien, se está expuesto a caer en estos “cultismos” que deslucen a la corta o a la larga. También pudo el periodista escribir que estaban allí para “trabajar DE CONCIERTO”.

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