ATRAPADO – ACTITUD – APACIBLE – *VOLCAMIENTO
Para dilucidar el asunto hay que recurrir por necesidad a la fuente de la uniformidad del idioma español que es el Diccionario de la Academia de Madrid.
Con respecto al verbo atrapar expresa lo siguiente: (Del francés attraper.) tr. fam. Coger al que huye o va de prisa. // 2. fam. Coger alguna cosa.// 3. fig. y fam. Conseguir alguna cosa de provecho. ATRAPAR un empleo. // 4. fig. y fam. Engañar, atraer a alguien con maña”.
En nuestra América atrapar también se usa para el acto de coger la pelota al vuelo en el deporte del béisbol. Aunque el DRAE no lo consigna de modo expreso, el Diccionario de uso del español de María Moliner sí reconoce que se emplea “atrapar” con el sentido de “pillar”.
En México, por ejemplo, atrapar es “aprisionar algo o a alguien impidiéndole del todo el movimiento, la libertad o la escapatoria”. Con esta definición copiada del Diccionario del español usual en México no queda duda de que se utilizó el verbo en ese sentido en la cita en cabeza de esta sección. Nótese que “quedar atrapado” puede ser el resultado de una acción premeditada y no puramente casual.
En el texto lo que sugería el periodista es que los refugiados estaban varados, como se diría en marinería, detenidos, y así es como debió de aparecer. La forma en que lo expresó el redactor de la noticia no entraña error
ACTITUD
“Luego de varios desaires de la ADMINISTRACIÓN de B. C. a América Latina, la ACTITUD estadounidense parece estar RECOMPONIÉNDOSE.”
No es aconsejable el uso de ADMINISTRACIÓN para referirse a un GOBIERNO, o a un sujeto o, partido que ejerce el poder. En los Estados Unidos se les llama así a los Gobiernos porque eso se aviene bastante bien con la idiosincrasia del inglés, mas en nuestro español quien tiene en sus manos la batuta y el garrote lo que hace en realidad es GOBERNAR. Lo escrito acerca de este término no significa que hay en error en calificar de ese modo el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.
Aún en los países del parlamentarismo de Europa, se usa la palabra GOBIERNO para referirse al ejercicio del poder político mediante la estructura del poder. Cuando se escribe en español hay que hacer la transición y pensar en esa lengua. También hay que escribir en un ciento por ciento en esa lengua.
Pasemos ahora a la palabra ACTITUD. En inglés se la usa con harta frecuencia. Se habla de tener una mala actitud o una buena actitud. En español la primera acepción en el DRAE es acerca de la postura del cuerpo. La segunda se refiere a la del animal. En sentido figurado se relaciona con la “disposición de ánimo de algún modo manifestada”. Incluso trae ejemplo la Academia: ACTITUD benévola, pacífica, amenazadora…” Esta vez la mayúscula es de la Academia.
Veamos el asunto en detalle. Tal y como se aprecia mediante la definición que nos proporciona la Academia, la ACTITUD tiene que ver, en sentido material, con la postura del cuerpo humano. La diferencia entre ACTITUD y POSTURA reside en la materialidad. La primera se refiere a la disposición de los miembros del cuerpo, mientras que la segunda tiene relación con la “voluntad”. A esto último es a lo que se atan los ingleses cuando hablan de attitude.
La palabra POSICIÓN que puede usarse en español también para traducir lo que en inglés es eso que copiamos antes, se refiere más a la situación o modo en que está puesta una persona o cosa. DISPOSICIÓN, es la ACTITUD cuando se refiere al estado de ánimo de una persona. Cuando en español usamos la palabra AIRE nos referimos a la actitud exterior, a la apariencia, por eso hablamos de “aire distraído”. También se usa esa última palabra para designar con ella el parecido o la semejanza, como en el caso de “aire de familiaridad”.
El CONTINENTE tiene que ver mucho con la apariencia o postura exterior de un sujeto. Así se usaba antes con más frecuencia para designar la apostura de un galán de cine. La última palabra se refiere al aspecto, semblante y compostura del cuerpo. La palabra PORTE en cambio se usa para aludir a los modales de la persona, su conducta y modo de proceder.
Espero que después de esta explicación empleemos menos la ACTITUD y más POSTURA, POSICIÓN, DISPOSICIÓN, AIRE, CONTINENTE y PORTE. El español es rico, riquísimo…no hace falta que andemos tomando prestado o recurriendo a soluciones fáciles para luego denostar contra el acervo común del idioma español.
APACIBLE
“. . . se refiere a M. en términos APACIBLES…”
Según la definición del “mataburros” esta palabra, que es un adjetivo, significa: “Manso, dulce y agradable en la condición y el trato. // 2. De buen temple, tranquilo, agradable”.
Esta palabra se aplica a las personas que corresponden a la descripción que de los mismos hace la Academia en su definición.
No hay que ser perito en la materia para encontrar en medio de esta palabra la que significa paz. Quizás el tono de la acción fue en términos MESURADOS, PROPIOS, RESPETUOSOS, COMEDIDOS. Cualquiera de estos vocablos convenía más que el empleado por quien escribió la desafortunada frase.
Pudo haber escrito que utilizó términos “corteses, moderados, prudentes”, o cualquier otro vocablo de los que abundan en la lengua española.
La palabra apacible se aviene muy bien con la descripción que se podría hacer de una persona para significar que es sosegada, tranquila, pacífica, reposada, afable, agradable y hasta quieta.
El viaje que el término ha dado de la mano del redactor, es decir, de adjetivo conveniente para describir a una persona, a uno que califica a una expresión, es un tanto arriesgado. Lo último no quiere decir que la lengua no se enriquezca con este tipo de fenómenos. Es una aventura que ocurre con frecuencia en el seno de la lengua, por lo tanto no vale la pena disgustarse por estas extrapolaciones.
*VOLCAMIENTO
“…jóvenes que sufrieron heridas de diversa consideración en el VOLCAMIENTO”.
Es una pena que esta palabra no exista en español. Claro, muchas veces sucede que no existen ciertas palabras porque no las necesitamos. No hay que extrañarse que la necesidad surja más adelante y que se imponga y entonces haya que recurrir a admitirla. Las lenguas son vivas y la condición de estar en vida las hace que estén sujetas a mutaciones.
En lugar de esa voz, tenemos otra que sí existe en español para transmitir lo que se propuso expresar el redactor: VUELCO, que según el Repertorio oficial de la lengua, significa en su primera acepción, “acción y efecto de volcar o volcarse”. Con este término elaboramos algunas expresiones como la muy conocida “darle a uno un vuelco el corazón”.
También se ha escuchado a algunas personas hablar de una *volcadura, para expresar lo mismo, es decir el vuelco, sobre todo el de los vehículos automotores.
No se pudo encontrar ninguna documentación acerca del uso de “volcamiento, volcadura, en los países de nuestra América Morena.
VOLÁTIL
“…optaron por una estrategia que le ahorra al mandatario la políticamente VOLÁTIL experiencia de ratificar…”
Volátil, según el inventario oficial de vocablos de la lengua es: “que vuela o puede volar. Aplícase a las cosas que se mueven ligeramente y andan por el aire”. Lo que se copió es la redacción de la Real Academia de la Lengua. En sentido figurado es MUDABLE, INCONSTANTE. La redactora no fue acertada al elegir este término para adjudicárselo al gobernador de la Florida. Una de dos, o lo pone a volar o lo pinta de mudable, inconstante.
No se piensa que los epítetos anteriores puedan ser del agrado del gobernador, ni tampoco que sea lo que la redactora pretendía comunicar.
En inglés “es otro cantar”. La voz inglesa volatile además de lo que significa en español es EXPLOSIVO. Esto no es más que otro ejemplo de una palabra engañosa, traidora, lo que en francés llaman “faux-amis”, de donde deriva “false friends”. Cuando en inglés alguien usa “volatility”, debemos emplear VOLUBILIDAD. Ah, olvidaba que también significa “que se evapora”.
Lo que sucede entre el inglés y el español también ocurre entre el francés y el inglés. La palabra francesa Volatil es el volatile del inglés, pero en el sentido técnico; ahora bien, cuando se le aplica a una persona es “volage” y para la situación es “inflammable, instable”.
Estos falsos amigos son los peores enemigos de los traductores con prisa. También con frecuencia se les deslizan a los hablantes de varias lenguas. Es un error en el que se puede caer con relativa facilidad. Los profesionales de la pluma (computador) tienen que guardarse bien de no caer en esta trampa. La similitud entre los términos es engañosa e induce al error.
TRASCENDIDO
“Trascendidos señalan que los 20 magistrados del máximo tribunal…”
En República Dominicana, se le llama “trasendío” a la persona entrometida, que acude adonde no se le llama. Esa trascripción no es más que la pronunciación vernácula de la misma palabra que figura en el título de esta sección.
El Diccionario de dominicanismos de la autoría de Carlos Esteban Deive consigna lo que se copia a seguidas: “trascendido, da – adj. Atrevido, entrometido. Variantes de la misma voz trascendío y trasendío”. Ya Emilio Rodríguez Demorizi en su Del vocabulario dominicano traía el vocablo como derivado de trascender con el sentido de “atrevido, propasado”.
Don Max Uribe en sus Notas y apuntes lexicográficos, al analizar la palabra dominicana la tipifica como un accidente lingüístico conocido con el nombre de metonimia. Lo explica en su obra como el resultado de la viveza y prontitud con que hace las averiguaciones el sujeto “transendío”, aun cuando no sea invitado a ello.
Por un momento se creyó que en la cita se estaba acusando a los miembros de ese alto tribunal de ser unos “entrometidos en lo que no les importa”, pero como no estaba dispuesto a ceder al primer impulso se acudió a la fuente, al Diccionario de la Academia.
En ese diccionario se lee lo siguiente: “Dícese del que trasciende, averigua con viveza y prontitud. // 3. m. Argent. Noticia que por vía no oficial adquiere carácter público”.
No cabe duda que en el texto citado se utilizó el término con el valor que posee en Argentina. De esta manera se aprendió un argentinismo, “de carambola”, como dicen en República Dominicana.
El Diccionario del español de Argentina, asienta el vocablo trascendido como de uso en periodismo con el sentido de “información no oficial o no debidamente autorizada que llega a conocimiento del público”. En España se valen del término “filtración” para mencionar ese asunto.
TRANSGÉNICO
“V. espera producir sus primeros pollos TRANSGÉNICOS en el transcurso del próximo año…”
No hay que sorprenderse si este vocablo no consta en el repertorio oficial de la lengua española. Es nuevo, ha surgido fruto de las necesidades de la ciencia para expresar algo que antes no se conocía.
Se trata de expresar que los productos alimentarios se modifican para que lleven integrados sustancias capaces de alentar el proceso de curación de ciertas enfermedades. Este es un proyecto que se ha estado desarrollando después de las clonaciones. Lo que se persigue es que las sustancias curativas vengan de manera natural producidas por los animales modificados.
El Diccionario de neologismos de la lengua española, de la editorial Larousse consigna una definición para la palabra estudiada, que es así: “Se aplica al organismo creado por introducción de ADN externo en su línea germinal”. Este significado se refiere de modo expreso a la biología. Es probable que el lector que no esté al tanto de las “manipulaciones de genes” se quede sin entender el sentido de la definición.
Mientras dure el proyecto y se sienta la necesidad de usar el vocablo, se piensa que es legítimo que se le use. Quizás de aquí a que la Real de Madrid lo acepte, estaremos todos “curados de espanto”.
El prefijo latino -TRANS significa “al otro lado”, “a través de”. Se cree que es con la última acepción que se la usa en el texto de esta sección. No hay dificultad con -GÉNICO, pues significa en Biología “perteneciente o relativo a los genes”. Así llegamos a que las modificaciones se harán “a través de los genes”. Confiamos en que los científicos serán más afortunados que los redactores.
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