Las figuras literarias en «Final del juego»
Por Rafael Tobías Rodríguez Molina
Para producir una obra literaria exitosa o bien lograda, se necesita manejar con acierto varios recursos, como la normativa acentual, una correcta puntuación, la sintaxis propia del idioma en que se escribe el texto, la ortografía de las palabras de acuerdo con las normas, la propiedad de las palabras empleadas (verbos, sustantivos, adjetivos), además del empleo de las figuras literarias en abundancia y bien logradas, que contribuyan a lograr el placer estético. Del recurso de las figuras literarias en Final del juego se tratará en el presente artículo.
Pasaremos a continuación a definir las figuras literarias. Según nos las definen en Internet y otras fuentes, son maneras no convencionales de utilizar las palabras para otorgarles belleza, expresividad o mayor vivacidad, con el objetivo de persuadir, sugerir o generar alguna emoción en el lector.
Las figuras que serán presentadas en este artículo son la adjetivación, el epíteto, la sinestesia, la comparación, la metáfora y la prosopopeya o personificación. El nombre y el concepto de las mismas coinciden con los que empleábamos en el análisis que hacíamos de las obras literarias (cuento y novela), que les asignábamos a los estudiantes del español de primer año o ciclo básico, en las materias Español Uno y Español Dos ofrecidas por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de la ciudad de Santiago, República Dominicana.
Vamos a definir esas cinco figuras literarias, tan abundantes y bien logradas por Julio Cortázar en su interesante obra Final del juego, al mismo tiempo que ofrecemos una cantidad considerable de cada una de ellas. Serán presentadas en orden de aparición, acompañadas de la página en que aparecen, para una mayor facilidad de búsqueda y ubicación.
- Adjetivación. Consiste esta figura en mencionar, asignándosela a un ser, una cualidad que realmente este posee. Ejemplos: “labios lívidos” (p. 22), “pelo empapado” (p. 24), “hotel sombrío” (p. 48), “estilo escueto” (p. 67), “fuerza grandiosa” (p. 68), “pasos lentos” (p. 75), “estrépito inconmensurable” (p. 129), “pedantería inofensiva”(p. 164), “fidelidad amistosa” (p. 164), “verde mundo” (p. 169), “puerta blanca” (p. 225).
- Epíteto. Es la mención de una cualidad que no le corresponde al ser al que se le atribuye. Ejemplos: “gimnasia eufórica” (p. 16), “yanto estúpido” (p. 21), “inocente recurso” (p. 48), “aburrimiento mortal” (p. 55), “trabajo loco” p. 63), “romanticismo divino” (p. 66), “bondad infinita” (p. 72), “grito seco” (p. 74), “lumbre emocionada” (p. 75), “espanto lúcido” (p. 78), “sombras epilépticas” (p. 81), “grito seco” (p. 81), “estúpidos prejuicios” (p. 89) “locura romántica” (p. 90), “obstinados lugares” (p. 92), “espejo ciego” (.p. 95) , “época amarga” (p. 106) , “el vino triste” (p. 109),“ribera desnuda” (p. 167), “hastiada condenación” (p. 169), “tortura rígida”(p.195), “sufrimiento amordazado” (p.195), “guerra florida” (p. 203) “sombra blanda”(p. 210) . “cuerpos geométricos” (.229)”!.
- Sinestesia. Consiste la misma en la atribución de sensaciones físicas (olfato, gusto, tacto, vista y oído) a sentimientos o a conceptos a los cuales no les corresponde dicha atribución. También suele definirse la sinestesia como “el cruce de sensaciones diferentes. Ejemplos: “gusto azul” (p. 14), “cansancio amargo” (p. 22), “dolor sordo” (p. 194).
- La comparación. Esta figura establece una relación explícita de similitud entre dos elementos a partir de alguna característica en común. Ejemplos: “Cuando la mano tira hacia arriba es un dolor como si le desgarraran las orejas” (p. 17); “esa manera de andar golpeando las puertas como una actriz de tournées” (p.21) “era una música como de terciopelo” (p.66); “se volvió a Cayo que bebía soda como un camello sediento” (p. 68) ;”Miré una masa negra , como moscas en un tarro de dulce” (p. 69) ;”el ruido bajaba como rolidos para encontrarse con el de la platea y los palios” (p. 70);”veía pequeñas luces verdes cruzando mis párpados como golondrinas”(p. 73); “dos orificios como cabezas de alfiler” (p. 191); “vino una fragancia oscura como la noche” (p. 202); “una lámpara violeta velaba en lo alto como un ojo protector” (p. 207);“el chirriar de los cerrojos lo sacudió como un látigo” (p. 209).
- La metáfora. Es la figura literaria por medio de la cual una realidad o concepto se expresa por medio de una realidad o concepto diferente, con lo que el representado guarda una relación de semejanza. Ejemplos: “el silencio del hotel parecía congelarse” (p. 50); “el aire daba la impresión de estar incendiado pero con un incendio que fuera invisible y frío” (p. 74) ; “metía la mano en el último muro del sonido” (p. 76) ; “aquella tarde de cigarras y de olor a hierbas” (p. 88) ; “esos do años entre ellos habían sido también un rincón vacío” (p. 90); “ una lejanía vertiginosa de grito animal” (p. 95); “ Somoza era todavía un grito ahogado” (p. 99); “rodeado por el agua de la soledad” (p. 105) ; “mirando con sus ojos de oro a los que se acercaban” (p. 191); “los ojos de oro seguían ardiendo con su dulce, terrible luz” ( p.193); “esa tortura rígida en el fondo del agua” (p. 196) ; “alcanzó a cortar el aire una o dos veces” (p. 206) ; “se alzaba frente a él la escalinata incendiada de gritos y danzas” (p. 210).
- La prosopopeya o personificación. Esta figura implica la atribución de acciones a seres inanimados o animales y seres a los que no les corresponden esas acciones. Ejemplos: “a esa hora el hotel dormía” (p. 56); “el teatro Corona tiene caprichos de mujer histérica” (p. 62); “sus pies golpearon furiosamente el suelo” (p. 74) ; “saltaban los primeros grandes acordes finales” (p. 75); “una señora de rostro amarillento y gran escote donde galopaban montones de perlas” (p. 80); “el temor de que los descubrieran les fue limando la alegría”( p. 91) ; “los años monótonos, los fracasos que van royendo la ropa y el alma” (p. 108); “las cenas de camaraderías que tiran sus últimos salvavidas en medio de la dispersión” (p.165); “el río manoteaba solapado buscando dónde agarrarse”(p. 167) ; “la luna mordiéndole el vientre” (p. 168); “las manos del río resbalando sobre el barro amarillo” (p. 171).
Como se ha podido constatar por la abundante cantidad de las seis figuras literarias que se han ofrecido en el presente artículo, sin mencionar otros tipos de figuras que contiene la presente obra, Julio Cortázar maneja con mucho acierto el léxico español propio de una obra literaria, despertando en el lector el placer de leer una obra literaria narrativa, como ese conjunto de cuentos reunidos en Final del juego. Si nos tocara incursionar en la escritura de alguna obra literaria, imitemos los aciertos de los escritores exitosos por el abundante y buen empleo de las figuras literarias.
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