Cambios en el español a nivel nacional y regional
Por Tobías Rodríguez Molina
Constantemente nos damos cuenta de que, tanto en nuestro país como en otros países de América, se están generando usos en nuestra lengua española que la están transformando en muchos aspectos. Algunos de esos usos transformadores los veremos en las líneas que siguen.
Un abogado y alto dirigente de un partido político dominicano se expresó del siguiente modo: “Todos los dominicanos que nos duele este país tenemos que estar alerta para movilizarnos, de ser necesario, en caso de que un atropello de ese tipo se cometa en nuestro país.” El empleo de “que” en lugar de “a los que” refleja un cambio que se está imponiendo en la sintaxis en lo que concierne a esta expresión de relativo, así como también en expresiones como “La muchacha que yo andaba es vegana.” La sintaxis nuestra pide que se diga “La muchacha con la que yo andaba es vegana.”
El ejemplo que les presento a continuación refleja otro cambio que se está escuchando cada día con mayor frecuencia, no solo en nuestro país, sino también en otros países. Veamos de qué se trata: “El manager sabe con la confianza que estoy en el juego.” (Un lanzador del equipo LARA, de Venezuela) A ese cambio sintáctico yo le he llamado “traslaconqueísmo” por el traslado o separación de “con” y de “que” en la expresión “la confianza con que estoy en el juego.”
El próximo ejemplo de cambio no se da únicamente en hablantes del nivel sociocultural inferior, sino también en profesionales de nuestro país. Fijémonos en el siguiente caso: “Con el tema haitiano se está produciendo una aititu que ya no se corresponde con un problema de nacionalismo.” (Abogado de origen santiaguero, ministro actual y exministro de varios ministerios). Este usuario produjo en esta ocasión dos tipos de cambio: uno es la vocalizaciٕón de “c” = “k”, convirtiéndola en “i”, que también se da en términos como “acción”, “occidente”, “admisión” (aición, oicidente, aimisión) El otro cambio es el de la elisión de la “d”, fenómeno lingüístico que no es extraño en el habla de cualquier usuario dominicano y, podría decirse, de los hablantes del español, especialmente latinoamericanos. Por eso, lo normal es que pronunciemos “usted”, “virtud”, “rectitud” elidiendo la “d”.
Del Nacional home, de Venezuela, extrajimos este fragmento: “El novelista Alberto Barrera lamentó que frente a un crimen hayan miles de versiones…” Este cambio al usar el verbo haber impersonal como si fuera personal con sujeto, ya no constituye nada extraño en el uso de venezolanos, dominicanos, puertorriqueños y de los demás países de habla española.
Ese mismo fenómeno del empleo del verbo haber en la forma personal, lo escuchamos de parte del actual presidente de México, López Obrador, en una rueda de prensa transmitida por un canal de España. Esto fue lo que dijo: ”Los problemas que han habido en Europa son muchos…” Es bueno recordar que el verbo haber solamente experimenta las variaciones propias de la concordancia cuando se emplea como auxiliar de otro verbo en la formación de los tiempos compuestos, como sería en un caso como el siguiente: “A Europa han llegado muchos inmigrantes en los últimos años, los cuales están colaborando con su mejoría en muchos aspectos.” En ese caso “han” aparece y debe ir en plural, ya que el verbo conjugado en su forma compuesta tiene un sujeto plural, que en este caso es “muchos inmigrantes”.
De una tesis presentada por un estudiante de Derecho de una universidad de Santiago, seleccionamos el siguiente caso de cambio: “No fue hasta el reinado del rey Eduardo III de Inglaterra… donde este ordenó la separación del Parlamento en dos cámaras.” El “donde” usado para expresar idea de tiempo, que es lo que hizo ese estudiante, es algo que se está convirtiendo en algo común en cualquier usuario de nuestra lengua española. El debió escribir lo siguiente: “No fue hasta el reinado del rey Eduardo III de Inglaterra…cuando este ordenó la separación del Parlamento en dos cámaras.” No es ya nada extraño el empleo de “que” en vez de “cuando” y “donde” en oraciones como estas: “Fue el mes pasado que comenzó sus estudios universitarios…”, debiendo expresarse: “Fue el mes pasado cuando comenzó sus estudios universitarios.” Lo mismo que: “Es aquí que vive el nieto de María…” en lugar de: “Es aquí donde vive el nieto de María.”
A un popular comunicador de CDN se le escuchó decir, en su programa, reflejando un cambio sintáctico bastante común entre nosotros, lo siguiente: “Ojalá y que los dominicanos colaboren con sus llamadas a solucionar este problema…” A este cambio yo le he dado el nombre de “yqueísmo” por la introducción de la “y” propia de la coordinación, en la oración con “ojalá” y objeto directo como esa. Esa construcción debió ser: “Ojalá que los dominicanos colaboren con sus llamadas a solucionar ese problema.”
De un video de un concurso realizado en España, les ofrezco este fragmento que refleja un cambio que también existe en nuestro país, el llamado “queísmo”: “Estoy convencido que desde casa están participando contigo y han votado por ti.” En buen castellano debe decirse: “Estoy convencido de que desde casa están participando contigo y han votado por ti.”
También en Panamá se registra la presencia del “queísmo”. Veámoslo en el siguiente ejemplo: “Se dieron cuenta que Panamá seguía avanzando y nos lo dijeron dos días antes.” (El Nuevo Día.Com, Panamá). La expresión no queísta sería: “Se dieron cuenta de que…” De esa misma fuente digital extrajimos este otro fragmento queísta: “…se enteró hace dos días que los Toros de Herrera no recibirían un premio monetario por estar entre los finalistas de la Serie del Caribe.” Esta última expresión estaría de acuerdo con la sintaxis castellana si dijera: “…se enteró hace dos días de que los Toros de Herrera…”
En Colombia también existe el “queísmo”. Lo podemos constatar en la expresión que captamos de Fernán Ocampo en una rueda de prensa convocada para anunciar el concierto Venezuela Aid Live: “Queremos que el mundo se entere que Venezuela necesita ayuda humanitaria.”
El “dequeísmo” ya ha penetrado también al español en República Dominicana. Veamos lo que afirmó un comunicador de una emisora radial de la ciudad de Santiago de los Caballeros: “No significa de que no volvamos a comunicarnos de nuevo con ustedes…” Ese “de que” refleja la entrada del dequeísmo en nuestro español.
Como hemos podido ver en la abundancia de ejemplos tomados de usuarios de una gran cantidad de países de nuestra América, los cambios ya generados son numerosos, y hay que decir que esos no son los únicos que le han ido cambiando el rostro a nuestra lengua española sin desfigurarla demasiado.
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