Cascarazo – óbolo (óvalo) – *hacer parte (formar parte) – costanera – contendor
CASCARAZO
La razón principal por la que se considera aquí esta voz es porque además del significado que le atribuye el Diccionario de americanismos de la ASALE, esta tiene otro que pasó inadvertido durante los trabajos de esa obra magna.
El diccionario mencionado más arriba para el término cascarazo asienta como significado “golpe fuerte” y señala que es de uso con esa significación en Nicaragua, Panamá, Uruguay y Costa Rica.
Como era de esperarse, el Diccionario del español dominicano (DED) recoge la locución adverbial al cascarazo que es propia del habla dominicana. Para esa locución este diccionario con toda certeza enuncia que sirve para expresar “al contado”.
Es común oír de labios de los dominicanos que adquirieron algo de valor “al cascarazo” y con eso expresan que no tuvieron necesidad de recurrir a financiamiento alguno para hacer pagos periódicos.
Alguna mercancía comprada de la manera antes mentada también puede decirse que la pagaron “de un solo golpe”, lo que vale igual que decir que solventaron el precio de inmediato o en un solo desembolso.
Es posible que “de un solo golpe” y el “golpe fuerte” tengan alguna relación, aunque lejana, para los fines de este “al cascarazo” y sus acepciones. Se entiende esto con mayor facilidad si se recuerda que “de un golpe”, del español general es: “de una vez, de una sola acción” de donde se piensa que se deriva “de un solo golpe”.
Se hace necesario destacar de nuevo la importancia que tiene el DED (2013) porque recobró muchas locuciones y vocablos que habían quedado sin asentar en la mayoría de las obras acerca del habla de los dominicanos.
ÓBOLO – ÓVALO
“. . .como también de ambiciosos personalistas quienes obtienen la victoria con el ÓVALO comicial”.
Leer periódicos es una aventura. La aventura no es leerlos, sino entenderlos. Se necesita de acrobacias mentales para poder comprenderlos. Según parece hay personas que a pesar de escribir un artículo por semana no encuentran el momento propicio para releerlos.
Si puede uno expresarse del modo en que se hace en el párrafo anterior es porque a veces no se encuentra explicación a las pifias, fallas, errores y gazapos que se cuelan en la redacción de algunos artículos de personas que tienen acceso a las páginas editoriales de esos periódicos.
Debe leerse con detenimiento la frase transcrita a manera de ejemplo del uso de la palabra óvalo inmediatamente debajo del título. Una vez hecha la acción reflexiva que se recomienda debe buscarse el sentido que se otorga a óvalo en esta redacción.
Con frecuencia los redactores recurren a muchas palabras rebuscadas para evitar las repeticiones de los vocablos desgastados que constituyen el “pan nuestro de cada día”. En la prisa por encontrar una voz nueva o diferente para nombrar algo muy conocido pueden caer en un extremo opuesto.
El extremo opuesto, a que se alude antes, es el que se aleja tanto de lo que trata de describirse que lo que trata de mencionarse se diluye en la nebulosa de lo irreconocible. Este fenómeno recién mencionado además de una confusión de término es lo que parece que ha sucedido en el caso que ocupa esta sección.
No se ha encontrado ninguna mención seria en que al voto emitido por un ciudadano en una elección se le llame óvalo. La palabra óvalo reivindica la forma del huevo. Leído de acuerdo con lo escrito el texto resulta así: “…obtienen la victoria con el huevo comicial”. Aquí no puede aceptarse esta redacción con la inclusión del ovoide ni siquiera como un empleo metafórico.
Es difícil de aceptar que esa fuese la intención del articulista. Puesto que es así, se propone en lugar del término usado colocar la otra voz del título: óbolo. Claro, hay que explicar el porqué se hace esa selección aquí. Eso se hace más abajo.
Se propone óbolo porque este significa: “cantidad pequeña con que se contribuye para un fin determinado”. En consecuencia, puede retenerse que óbolo es una contribución. Cuando un votante ejerce su derecho de votar contribuye a la democracia o a elegir a un candidato.
Lo que no puede aceptarse es que se deposite un huevo. Entre los dominicanos con sentido de humor cuando una persona incurre en un error de este cariz se dice que “puso un huevo”. Eso hizo este señor. ¡Dios nos proteja de estos ejemplos!
*HACER PARTE – FORMAR PARTE
. . .o consideraban sus enemigos, tan solo por el hecho de ser dueños de una empresa, o de HACER PARTE de un gobierno”.
Hace largo tiempo ya que algunos columnistas, articulistas y otros escritores afines se dan a la tarea de construir sus oraciones y frases de una manera adversa al español vertebrado por los años. En la frase extractada de un artículo de fondo puede notarse como escribe “hacer parte”.
En español todos las obras acerca del arte del buen escribir colocan otro verbo en lugar de este “hacer” para acompañar a “parte”. Dicen en el español tradicional formar parte para dar a entender que se es “miembro o componente de eso que se nombra”.
En otras lenguas recurren a verbos diferentes para articular la locución. En francés por ejemplo emplean el verbo faire (hacer) y terminan diciendo o escribiendo en esa lengua con la expresión faire partie de eso que se nombra antes o después.
En inglés los hablantes de esa lengua utilizan el verbo to be (ser, estar) para imprimirle sentido en esa lengua a lo que se trata en esta sección, así dicen y escribe to be a member of.
Con dolor se comprueba que muchos escribientes echan mano del verbo hacer para evitar tener que pensar y le colocan después un sustantivo. Con esa solución evitan tener que pensar cada vez en el verbo correspondiente para la acción o para la expresión.
“Formar parte de cierta cosa es ser una parte de ella. Es ser uno de los miembros, individuos o componentes de ella”. De esta manera se encuentra el asunto tratado en el Diccionario de uso del español de Ma. Moliner, 2012.
Formar parte de algo es “entrar en la composición de ello”, de esa manera presenta el Diccionario del español actual, 2005, lo que la expresión “formar parte” significa.
Es doloroso comprobar que personas instruidas no se tomen el cuidado de revisar lo que escriben. Si revisaran sus escritos serían más responsables consigo y con el público. A la vez se convertirían en un mejor ejemplo para sus lectores.
COSTANERA
La palabra del título no se espera que sea del conocimiento de todos los lectores. Claro, esto sin menoscabo del grado de educación que se presume que tiene la mayoría de los lectores. Este vocablo “costanera” pertenece quizá a un habla rural muy especializada, por lo cual es poco probable que la mayoría sepa de qué se trata.
El DAA reconoce la voz costanera y la asienta así, para los fines de esta sección: “Cada uno de los cuatro tablones que se saca de una viga de madera al cuadrarla”. Ese diccionario especifica que es parte del habla rural.
El término del epígrafe no figura como conocido en la República Dominicana conforme con lo que asienta el DAA. En esta sección se hará constar que el término sí es conocido en RD y se ofrecerá una mejor acepción y explicación para la “costanera” dominicana.
El DED recoge el vocablo costanera y lo define como “madera sobrante en el aserradero”. La definición no peca de inexactitud. Puede completarse lo que es una costanera añadiendo algunas características a lo ya copiado.
Cuando un árbol pasa por las sierras o sierra de una industria de aserrar hay partes que se descartan y son aquellas que tienen partes de la corteza. Dependiendo del ancho del tronco del árbol aserrado pueden resultar más de cuatro partes, tomando en cuenta el grueso del tronco y las medidas de las tablas que se sacan de él.
Para completar el concepto de la costanera dominicana puede escribirse que es la madera sobrante en el aserradero por tener en ella corteza del árbol. No debe olvidarse que en esta voz, costanera, se encuentra la parte que la define, costado, de donde se desprende que lleve corteza.
Hay que dar gracias al DED de que han recuperado o salvado del olvido muchas palabras que se habían quedado fuera en tantos esfuerzos anteriores por inventariar las voces del español dominicano.
CONTENDOR
“. . .se sumergieron en una colorida jornada que transito (sic) desde los hirientes cánticos políticos hasta las carcajadas y abrazos entre los CONTENDORES, en medio de la baja. . .”
El Diccionarii de la Real Academia trae como información sobre la palabra contendor que deriva de contender, que es de género masculino y es de poco uso en América Meridional. Se utiliza este vocablo en lugar de contendedor que a su vez es “hombre que contiende”.
El Diccionario de Americanisos, consecuente con su misión, al tratar la voz del título la define así: “En una contienda política o deportiva, rival”. Califica el término como capaz de desempeñar las funciones de sustantivo y adjetivo: contendor, -ra.
El último diccionario mantiene que es una palabra con validez de uso en doce países de la América Hispana. Entre estos países se encuentra la República Dominicana.
Conforme con lo que mantiene el Diccionario de uso del español de Ma. Moliner, 2012, la voz contendiente “se aplica al que lucha”, con la advertencia de que “es el único nombre usual de actor para la acción de luchar materialmente con otro”.
El vocablo estudiado aquí -contendor- ha logrado el reconocimiento de la RAE, de forma que quienes busquen en sus páginas el significado de este pueden informarse acerca de su valor semántico.
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