CORSETERÍA
“ . . .pero sólo por ser un escritor libre e independiente que no acepta CORSETERÍAS ideológicas de ningún tipo . . .”
Según lo que escribe la Autoridad madrileña de la lengua en su diccionario del 1992, la “corsetería” es la “fábrica de corsés; tienda donde se venden”. Hay que sobreentender que se trata de la “tienda donde se venden los corsés”.
Este señor no acepta . . . no está fácil de comprender lo que la autora trató de transmitir.
En el origen del vocablo empleado en el texto, el término que subyace es corsé, que es una pieza de otros tiempos, y que hoy se lleva sólo como objeto ortopédico para corregir o prevenir desviaciones. En la edición antes mencionada no se registra ninguna acepción de índole figurada, por lo que tratar de emplearlo para expresar “presiones, coerciones, etc.”, no es acertado.
En el diccionario del año 2001 ya no aparece la palabra del título. Es probable que la hayan dejado fuera por su poco uso, pues ya no hay tienda o fábrica que se dedique solo a eso.
Quizás cuando los corsés, las cretonas y demás prendas estaban de moda hubiera podido fructificar un uso como el intentado por la articulista. Hoy ya se le pasó la popularidad a la prenda, por lo tanto debe usarse “limitaciones, restricciones, sujeciones, constreñimientos”.
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