ACEPTAR – ACATAR

Aceptar es recibir con gusto, es una forma intensiva de recibir. El que acepta, se adhiere, admite y aprueba, dando por bueno lo que sea. Para aceptar se necesita un acto de voluntad.

Acatar, en cambio, es obedecer. Es decir, cumplir con lo que otro manda, porque media la posición de subordinación, ya sea  a la ley o a la autoridad.

En los casos en los cuales hay litigio, mientras una de las partes esté litigando debe ACATAR los mandatos del tribunal. A pesar de esta obediencia a los dictados de los jueces, esa parte puede mantenerse alegando contra los dictados, porque precisamente no ACEPTA que no tiene razón o derecho.

Las diferencias que se destacan tienen mucha validez porque a veces el hablante no repara en los pequeños matices que terminan provocando las grandes consecuencias.

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