Un fósil capitaleño
Estos casos de vacilación ortográfica son frecuentes en los nombres de lugares y de personas. Todos podemos recordar apellidos con dobletes similares. Apunto como hipótesis que podríamos estar ante un caso de ultracorrección, que manifiesta una tendencia habitual entre los hablantes a tratar de corregir lo que creemos que decimos incorrectamente, incluso cuando no es así. Si queremos respetar la grafía tradicional, respeto del que tan necesitado está nuestra ciudad, en todos los sentidos, debemos optar por Gascue.
Envíe sus comentarios o preguntas a la Academia Dominicana de la Lengua en esta dirección: consultas@academia.org.do
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir