PROPUESTA – *EN SITO – FUNGIR – BRUJULEAR – CHEQUEAR – REFERÍ

“La mejor PROPUESTA  artística de la noche”.

La reacción normal del lector cuando enfrenta un texto de este tipo es fruncir el ceño primero, luego hacer un esfuerzo mental para tratar de entender lo que se trata de expresar con este juego de palabras.

No es la primera vez que se tropieza con algo de este tipo, en que el vocablo del título se emplea para tratar de decir con él lo que no es posible. La propuesta no es una presentación, tampoco es una exhibición.

Si se revisa lo que los diccionarios serios escriben acerca de la palabra sometida a escrutinio, se verá enseguida que la idea de emplearla en un contexto como este no es afortunada, porque no guarda relación con el tema.

Una “propuesta” es la “proposición o idea que se manifiesta y se ofrece a uno  para un fin”. Es también la “consulta de uno o más sujetos hecha al superior para un empleo o beneficio”. Por último es “consulta de un asunto o negocio a la persona, junta o cuerpo que ha de resolver”.

El único asidero posible para defender la “propuesta”del texto es pensar que una artista, o un espectáculo es una idea. Aún así no parece una “idea”plausible la del texto.

*EN SITO

“. . .una validación EN SITO de dichos informes realizada por dos evaluadores”.

El texto del cual se extrae esta cita es una traducción que apareció en un periódico de amplia circulación. Por la redacción que se observa, se sospecha que en inglés, lo que figuraba era “in situ”. Algún desaprensivo en su prisa por terminar el trabajo creó este “en sito”, pero resulta que este “sito” en español significa, “situado o fundado”, y sirve para referirse a los “bienes sitos”.

En inglés “in situ” significa, “en el sitio natural u original”. En el caso de las evaluaciones, esto significa que ésta se hace desplazándose al lugar o sitio, por oposición a la que se hace apoyándose sólo en documentos o referencias. La primera, in situ, conlleva desplazamiento hasta el sitio o lugar de lo evaluado.

En algunos casos, sobre todo en la lengua de los tribunales, cuando se hace un descenso al “lugar de los hechos”, la investigación, el sondeo o estudio se hace equivalente a lo que en inglés se llama o escribe “in situ”. Otra solución para este asunto es escribir o decir “en el lugar”, “en el propio lugar”, “sobre el terreno”.

En latín, “situs” correspondía a “situado, puesto, fundado; enterrado, sepultado”. También significó “sitio, asiento, situación; país, región”, y otros usos que no vienen al caso.

Este “sito” da lugar a muchos yerros en nuestra lengua común, pues sirve para significar “situado”, pero algunas personas por olvido u omisión lo escriben con C (ce), de forma que sale “cito”. En español, este “cito”, como interjección, sirve para llamar los perros para que acudan. También es parte del diminutivo -ito, en algunas palabras que adoptan la C (ce) intercalada.

FUNGIR 

“. . .se enfrentarán al desempleo cuando comiencen a FUNGIR los nuevos reglamentos. . .”

No hay que sudar para darse cuenta de que el verbo “fungir” está mal empleado en este caso. Sirve la consulta al diccionario para determinar el alcance y significado del verbo, véase enseguida, “intr. Desempeñar un empleo o cargo. Ú. Frecuentemente con la prep.. de”. El Panhispánico aclara que las funciones a que se refiere el diccionario de la Academia  se desempeñan “a veces sin tener el nombramiento preceptivo”.

En el texto citado más arriba confundieron el desempeño con la entrada en vigor de los reglamentos, de forma que lo que debió escribir la redactora fue “. . . cuando ENTREN EN VIGOR los nuevos reglamentos. . .” Una forma más sencilla y corta es “cuando se apliquen”, que es una de las acepciones del verbo aplicar en su sentido pronominal.

Sólo las personas pueden “fungir” de algo, es decir desempeñar tales o cuáles funciones. Las cosas u objetos no pueden hacerlo, no pueden fungir. Para estos casos debe resolverse el asunto recurriendo a otros verbos, por ejemplo, “Esa palanca sirve para estabilizar la nave”.

En Cuba y Puerto Rico, este verbo “fungir” vale para indicar que alguien se las da o se las echa de algo que no es, así expresan que ese alguien “funge de intelectual”, y de ese modo señalan que el sujeto pretende ser lo que en realidad no es.

Hay que tener en cuenta estas observaciones para evitar la exageración que se hizo del verbo en el texto vaciado al principio de esta sección.

BRUJULEAR 

“Porque si no empezamos por BRUJULEAR hacia donde queremos ir, puede ser que no lleguemos nunca. . .”

La Academia asienta en su diccionario este verbo como del habla familiar, y en sentido figurado es “buscar con diligencia y por varios caminos el logro de una pretensión”.

Se trae a colación el verbo porque siempre recordaremos con cariño el empleo del mismo que hacía mi tío y padrino, cuando repetía que alguien andaba por ahí “brujuleando”.

En el sentido que los dominicanos le otorgan al verbo “brujulear” es sinónimo de “callejear”. Con eso el tío-padrino significaba que el sujeto del verbo emprendía caminatas o diligencias “sin ton ni son”, “sin brújula”, sin fin predeterminado.
El señor Emilio Rodríguez Demorizi, en su libro Del vocabulario dominicano, publicado en el año 1983, pero de seguro madurado durante largos años, le reconoce al verbo del título en su sentido dominicano, el valor de “irse de juerga”. Ése es el verbo “brujulear” que él conoció, y cuya validez no se discute, mas debería reconocerse la otra que se introdujo, con un sentido menos pronunciado, más suave, en el sentido de “caminar sin rumbo fijo”.

CHEQUEAR 

“. . .trabajando como agente de seguridad CHEQUEANDO los boletos de los pasajeros. . .”

Se aprovecha la ocasión que ofrece el uso de este verbo para reexaminar el verbo en su infinitivo en la nueva y última edición del Diccionario de la Academia, la del 2001. En ésta se consigna que el verbo sirve para indicar “examinar, verificar, controlar”, sin que conste que es propio y exclusivo de nuestra América; en su sentido pronominal, chequearse es “hacerse un chequeo”, que remite al sentido médico del chequeo, sin que así se exprese en el catálogo de la sapiente junta de la lengua española.

Lo nuevo en la redacción de la entrada del verbo consiste en la desaparición del significado que se reconocía anteriormente exclusivo de América Central, es decir, para “rellenar un cheque”. Sin duda, el Colegio madrileño de la lengua procedió con toda certeza al introducir los cambios mencionados.

Puede evitarse el verbo y, en su lugar colocar “revisar, comprobar, cotejar” y otros. En México se usa “checar” con el mismo significado.

REFERÍ 

“El REFERÍ dio por terminado el encuentro luego que. . .”

Al revisar el diccionario de la Academia, en su primera edición en el siglo XXI, se comprueba que el vocablo del título todavía no ha logrado su aceptación en el seno de la lengua sancionada.

En lugar de esta palabra debe usarse “árbitro, juez, regulador, dictaminador, mediador, perito”. Cada una de estas palabras se usará en los casos pertinentes a su sentido.

En algunos casos, autores famosos han hecho uso de la palabra en estudio, como por ejemplo Carlos Fuentes, quien ortografió el término con el acento sobre la primera vocal, “réferi”, para que el mayor esfuerzo recaiga sobre esa sílaba. De 1909 hasta 1930, la pronunciación era “réferi”. En Uruguay usan tanto la grafía inglesa como la española (¿?) “referí”, con esa palabra se menciona a la persona que arbitra un partido de fútbol.

Hay más acerca de esta palabra, ha producido descendientes en algunos países. Para referirse a un grupo de árbitros deportivos se le llama “referato”. Por lo menos en el español del Caribe para los jueces del béisbol no se usa esta palabra inglesa. . . en su lugar se prefiere decir el “ampaya(r)”, que procede del inglés “umpire”.

Que no sea motivo de sorpresa para nadie si el sistema automático de corrección que usa en su computador no le señala que está incurriendo en error, al escribir cualquiera de los dos vocablos de ascendencia inglesa para designar al juez deportivo. En algunos países de nuestra América Morena los dos vocablos, réferi y referí, son moneda de curso legal en el idioma tolerado.

Al referirse a este vocablo importado el Panhispánico expresa, “aunque por su extensión en el español americano se admite el uso del anglicismo adaptado, se recomienda usar con preferencia el equivalente español árbitro”.

ASEGURAR QUE 

“. . .que intentó encender con un fósforo  los zapatos en los que las autoridades federales ASEGURAN SE alojaban explosivos”.

Cuando el verbo asegurar se le utiliza para expresar que algo se menciona para decir, anunciar o prometer una cosa, entonces en ese caso después del verbo siempre se colocará un “que” para introducir el complemento. “Me aseguraron que te habías ido”. “Te aseguro que no es así”. “Te lo presto si me aseguras que no lo vas a perder”.

En el texto confundieron las funciones del verbo con la que sirve para indicar que algo queda seguro o fijo. En este caso no hace falta el enlace a través del “que”. “Asegura ese cuadro con tornillos”. Ése es un ejemplo de uso adecuado del verbo en esas funciones. En el texto copiado debió escribir el redactor: “. . .en los que las autoridades federales aseguran QUE se alojaban explosivos”.

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