Taller sobre la confección de un diccionario de símbolos

La Academia Dominicana de la Lengua conformó un equipo de trabajo para la investigación de voces con valor simbólico, con miras a la confección de un Glosario de términos simbólicos, nuevo proyecto académico de nuestra institución.

Les expliqué a los integrantes del equipo de colaboradores la base teórica y metodológica para llevar a cabo este proyecto lingüístico. En tal virtud, seleccioné a los integrantes del equipo de trabajo y les impartí las pautas pertinentes para confeccionar este diccionario asignándoles tareas para el expurgo de las fuentes (obras literarias, textos periodísticos), teniendo en cuenta la cultura dominicana.

Para la confección del Glosario de términos simbólicos especifiqué que esta labor implica un conocimiento del concepto de símbolo, de la simbología y de la simbolización, un singular nivel de expresión del lenguaje, interior y complejo, ya que el símbolo no es algo que acontece en la realidad objetiva, como un libro, un caballo o un florero, sino que se trata de vocablos de nuestra lengua con significados peculiares, como las voces “espada”, “lámpara” o “cordero”, que admiten una connotación simbólica, metafísica y espiritual mediante un proceso de simbolización, ya que la significación simbólica no es algo sensorial sino intangible. “El símbolo no es visible como una cruz o una lanza, aunque esas dos palabras contienen y expresan una connotación simbólica”, subrayé.

Dije también que la cultura crea símbolos, los escritores usan símbolos y el Universo es un símbolo. Hay que saber interpretar esa dimensión de la cultura y del lenguaje, inserta en el caudal de voces, para lo que hay que entender el pensamiento intuitivo y simbólico de poetas, así como la vertiente intuitiva del lenguaje no poético, pero con valor simbólico.

El símbolo añade un nuevo valor a las cosas: “Todo tiene valor y todo tiene sentido, pero el símbolo es otro valor agregado a la palabra que representa al objeto asumido como tal, como la copa o la cruz”, dije.  Impartí instrucciones al equipo de trabajo asignándole tareas, como búsqueda y expurgo de las obras literarias(textos periodísticos, históricos, religiosos, críticos y otros) y de algunas fuentes secundarias (como diccionarios que guarden relación con la identidad y la cultura a través de los símbolos). En todas las áreas del saber humano hay símbolos, que son creados e interpretados por el hombre. La mitología, la religión, la literatura, el derecho, la historia, la música, la arquitectura, la mística, el periodismo, la agricultura, la filosofía, la astrología, todas las disciplinas tienen un caudal de símbolos.

Especifiqué que en todas las ramas del saber y en los diferentes ámbitos de los diversos conocimientos se encuentra su propia simbología, y cada lengua tiene la suya. En la cultura dominicana hay variados símbolos que este diccionario describirá y ejemplificará. El equipo de trabajo abordará el estudio del símbolo en sus principales manifestaciones.

En la fuente literaria abordamos la narrativa, la poesía, el teatro y el ensayo. “A la cultura de una lengua le corresponde identificar la expresión simbólica de determinadas voces y expresiones de sus hablantes. La dimensión simbólica tiene una dimensión metafísica, es decir, que no es algo que van a contactar físicamente, sino que existe a nivel de la representación de esa abstracción en el plano de la realidad estética o la realidad espiritual y metafísica. Es en el ámbito espiritual, en el ámbito metafísico donde funciona el símbolo”, puntualicé. La elaboración de un diccionario de símbolos conlleva la exploración simbólica en su dimensión lingüística, histórica, literaria, social y cultural. La riqueza de sentidos de los símbolos en la historia de una cultura es relevante, y una de las dimensiones fundamentales es su realización en el fuero de los textos escritos, en especial los literarios.

Para la elaboración de este diccionario concebimos las siguientes tareas:

-Selección del equipo de trabajo, compuesto por redactores y colaboradores.

-Búsqueda y expurgo de las fuentes primarias (obras literarias, periodísticas, históricas, religiosas), las fuentes secundarias (como diccionarios similares que guarden relación con la identidad y la cultura a través de los símbolos).

-Determinación de la estructura lexicográfica en ejemplos específicos.

-Selección del material a incluir en el diccionario simbólico, con las definiciones y las ilustraciones correspondientes a este tipo de repertorio.

-Revisión de las voces, sus definiciones y sus ejemplificaciones.

El lenguaje es el medio expresivo más adecuado del hablante para consignar lo que crea o inventa, comenzando por su propia expresión, por la creación de mundos imaginarios y de imágenes y símbolos que conforman una obra de creación. Desde antiguo los poetas creen, y lo creen porque lo viven, que con su creación inventan un mundo verbal que formalizan en imágenes y símbolos aunque estén conscientes de que la suya no sea una creación ex nihilo, es decir, de la nada, como fue la Creación originaria según el relato bíblico. La de los narradores, dramaturgos y poetas es una creación que tiene su base en la tradición, el lenguaje y la memoria, a la que se suman imaginación, intuiciones y vivencias.

Identificada la entrada o palabra clave, que se consigna como voz simbólica, escrita con letras mayúsculas y en negritas, se aplican las pautas del siguiente decálogo: 1. Definición del significado básico o valor literal de la palabra. 2. Descripción del valor metafórico.3. Identificación del valor simbólico. 4. Clasificación según el ámbito del saber (ling., med., rel., lit., folk., psic., fil., mit., met., míst., teol., astr., agr., dep., mús., arq., der., fís., hist., antr., etc.). 5. Clasificación hecha con abreviaturas en negritas. 6. Ejemplificación o ilustración literaria (citada textualmente de una obra). 7. El ejemplo de ilustración se escribe entre comillas y se cita la fuente. 8. La palabra clave que aparece en la cita, se destaca con letras en negritas. 9. Si se ponen varios ejemplos, se enumeran. 10. Los tres niveles (básico, metafórico y simbólico) se consignan con números en negritas.

En la reunión, el director de la academia asignó a cada colaborador una tarea en un ámbito específico.

Santo Domingo, ADL, 30 de septiembre de 2016.