Ser un sin ajuste – sacarnos las castañas al fuego – dado que (dado *a que) – estándar

SER UN SIN AJUSTE

Todavía puede recordarse el uso en el español dominicano, en tiempos idos ya, de la frase que consta en el título de esta sección. Ha de retenerse que la expresión del título, “(ser) un sin ajuste”, se dice de una persona.

Para beneficio de los lectores, la exposición de este asunto se hará de la manera siguiente. En la primera parte se examinarán las acepciones reconocidas de “ajuste”. Luego se estudiarán las que pertenecen al español dominicano que ya han logrado reconocimiento en los diccionarios. Al final se dilucidará el significado que tiene este “sin ajuste” en el habla dominicana.

Para llegar a ajuste necesariamente hay que pasar por ajustar. Del verbo solo se retendrán las acepciones pertinentes al propósito de lo tratado en esta sección.

El verbo ajustar tiene entre otras significaciones las que siguen: conformar, concertar; acomodar, de suerte que no haya discrepancia entre las partes, cConciliar, componer. El concepto de ajuste en el español internacional es un acuerdo o, la acción de ajustar o ajustarse. Esa acción retrotrae el ajuste al verbo ajustar.

El ajuste dominicano más conocido es el que corresponde a la  “buena apariencia y cuadre”. Ahora bien, el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española recoge a “sin ajuste” en tanto locución adjetiva, para referido a persona, ‘desordenada, desgarbada’.

En el habla dominicana de los recuerdos, se oía utilizar la locución con un significado diferente al consignado en el recién mencionado diccionario.

Un “sin ajuste” era una persona que no se ajustaba a las costumbres de la sociedad, una persona “sin componte”; esto es, que no se ponía de acuerdo con las normas de la sociedad de su momento. No conciliaba su conducta con las reglas de la moral, de las buenas costumbres.

Es posible que otros hablantes de español dominicano, sobre todo los menos jóvenes, sean capaces de recordar este uso de la expresión. Naturalmente, esto no constituía una alabanza, más bien se utilizaba con una nota despectiva.

 

SACARNOS LAS CASTAÑAS AL FUEGO

“. . .no esperes que algún poder extranjero vaya a sacarnos las castañas AL fuego”.

La mayoría de las faltas y errores que se encuentran en los periódicos son el resultado de fallas en la atención del escritor. Muchas ocurren como resultado de las distracciones durante la elaboración del escrito. Otras resultan de la velocidad mantenida durante el período de redacción.

Los periodistas profesionales casi siempre elaboran sus trabajos apremiados por el tiempo. No obstante eso, en quienes con mayor frecuencia se detectan los errores son los columnistas colaboradores que no son necesariamente periodistas de profesión.

El autor de esta columna piensa que en gran medida las pifias se deben a la poca consideración en cuanto a tiempo que le dedican los autores a lo que escriben; de allí que produzcan con gazapos.

En otras ocasiones, las diferencias con respecto del español culto que se descubren, son provocadas por las disensiones entre los diferentes dialectos y las particularidades nacionales del español del escribiente. A veces también, el automatismo traiciona al autor de las líneas torcidas que aparecen en los medios de comunicación.

La frase muy conocida en el español general es “sacar (retirar) las castañas del fuego”. La frase que colocó el analista de asuntos internacionales tiene solución si se redacta de modo diferente, como por ejemplo, “ir al fuego a sacar (a retirar) las castañas”. No es la frase consagrada por el uso, pero transmite el mensaje.

Algunas frases establecidas por el uso inveterado adquieren su fuerza expresiva precisamente por la repetición continuada a través del tiempo. Si algo se cambia en el seno de la frase, eso puede desvirtuar el impacto de esta. La frase pudo ser, “. . .no esperes que algún extranjero vaya al fuego a sacarnos las castañas”. El inconveniente con esta versión es que quien ejecuta la acción “va al fuego” a retirar las castañas. Queda mejor servido el propósito de la frase si se conserva lo establecido con retirar las castañas del fuego.

La frase reconocida tiene tanto arraigo entre los hablantes que a pesar del trastrueque de palabras en la cita, el lector recompone el significado al leer lo que escribió el analista de sucesos internacionales. Esto, claro, no exime de responsabilidad al redactor.

En beneficio del columnista puede abonarse que el sujeto que retira las castañas del fuego se acerca (va) al fuego para ejecutar la acción de retirarlas.

 

DADO QUE – DADO *A QUE

“. . .convertirse en inversiones concretas, incluso en el largo plazo, DADO A QUE son muchos los proyectos para desarrollar la faja que llevan años paralizados. . .”

De la presentación del título puede deducirse lo que se arguye en esta sección. De las dos partes del título, la primera es la que ha impuesto el uso y que ha sido aceptada por los cultores del buen decir y mejor escribir. La segunda parte del título con una preposición entre los dos elementos de la locución no es del agrado de la normativa.

“Dado que” es una locución conjuntiva que si se hace seguir de un verbo en indicativo equivale a, “puesto que”. Si esta locución la sigue un verbo en subjuntivo, entonces significa “si, o en el caso de que”. La locución utilizada de esta forma es de muy poco uso en la actualidad.

Es incorrecto colocar cualquier preposición que esta sea entre los dos elementos de la locución “dado que”.

 

ESTÁNDAR

“. . .también características de seguridad para el conductor como alerta de colisión frontal, advertencia de cambio de carril y una cámara de visión trasera ESTÁNDAR”.

La palabra del título es la adaptación al español de una voz del inglés muy parecida a esta, standard. El uso impuso en español el empleo de estándar que debe considerarse un vocablo del español internacional por lo profuso de su utilización.

A pesar de la integración de la voz inglesa, no se adaptó con todos los significados que posee en inglés. Solo se le reconocen a esta  las siguientes: tipo, modelo, norma, patrón, referencia y nivel. Puede desempeñar las funciones de adjetivo o de sustantivo.

Como puede darse cuenta quien lea las acepciones, ninguna de ellas significa que la cámara de visión trasera forme parte de los accesorios suministrados por el fabricante en todos los modelos. En inglés lo que el fabricante suministra en todos los modelos, sin distinción y sin necesidad de especificarlo, es lo que se considera standard.

En República Dominicana en tiempos ya olvidados se llamaba “estándar” al vehículo de cambios manuales, es decir, el que no era o es automático; que trae sistema de embrague a voluntad,  y no un sistema de transmisión automática; esto es, sin caja de velocidades automática. No es o era el estándar un vehículo que cambiaba de velocidades (marchas) por sí mismo.

El standard del inglés además de todo lo anterior también sirve para mencionar los aditamentos que los fabricantes colocan en sus diversos modelos sin necesidad de que se las pidan los compradores. Eso que forma parte de lo normal, sin pedido especial del consumidor.

© 2015 Robert E. Guzmán