*SE HABÍA ESTADO QUEDANDO – PERMANECIÓ

“La familia SE HABÍA ESTADO QUEDANDO en el refugio…”

La retahíla de palabras que forma lo que se copió más arriba se tomó de una reseña de la primera página de un periódico.
En lugar de esa luenga lista de palabras, propongo que se use PERMANECIÓ, pues lo que se expresa no pierde nada de valor.


El verbo PERMANECER en su segunda acepción es: “Estar en algún sitio durante cierto tiempo”.

Este exceso de palabra en la mayoría de las ocasiones se debe a influencia del inglés o al traslado que se hace del lenguaje hablado a la prensa.

La influencia del inglés se sustenta en que en esa lengua el uso de los tiempos verbales que expresan continuidad son más frecuentes que en español. Un tiempo verbal simple del español enuncia lo mismo que el continuo del inglés.

En última instancia, si se desea transmitir con mayor precisión se puede decir o escribir, “había permanecido”. Con esta última versión no se perdía nada de la expresividad y se ganaba en economía de espacio. Además, se respeta más el genio de la lengua, lo usos y el estilo consagrado.

Se ha observado como esta combinación de palabras que se critica ha ido ganando terreno dentro de la lengua. Ya las personas no se HOSPEDAN en casa de un familiar o amigo, sino que “se quedan” en esa casa. Es una verdadera pena que los visitantes ya no deseen ALOJARSE en casa de amigos, sino que hagan eso que suena tan mal. Parece que ya nadie osa PERNOCTAR en casa de una persona que le brinde albergue por unos días.

Sin excesos, se propugna que se alimente la lengua con lo mejor de su repertorio, con exactitud, recurriendo a los vocablos de uso inveterado.

*RAQUETERISMO

En buen español esto “debería” ser la industria de fabricar “raquetas”. Podría quizás ser el procedimiento que se sigue para confeccionar raquetas. Muy a pesar de que apareció en primera plana de un periódico esa palabra NO existe en español. Gracias a Dios que no existe, porque no la necesitamos.

Esta “creación” fue traída del inglés “sin pasar por GO”. No la cocinaron, no la “procesaron” como dicen ahora. En inglés tienen la palabra “racket”, “racketeer” y “racketeering”, que son de la misma familia anglicana.

El racket, extorsión, es el ámbito donde se ejercía la extorsión; o el grupo que la ejercía. El racket podía ser la banda que se servía de la amenaza y la violencia para obtener beneficios. El racketteer era el individuo que se dedicaba a esta actividad.

La voz del inglés racketeering fue la que le sirvió de pié a la periodista para crear su “esperpento”. En español para la actividad que se comenta se dice o escribe, FRAUDE ORGANIZADO, LATROCINIO; o también, EXTORSIÓN ORGANIZADA.

En otros tiempos limitaron el alcance de la palabra en inglés y sus deformaciones al español como “raquetero”, “raquet”. El raquetero en su origen era el funcionario de un sindicato que extorsionaba al patrono mediante amenazas y valiéndose de su posición allí. Con la segunda palabra se designaba al acto ilegal o clandestino, el negocio turbio y deshonesto. Para ilustración, se menciona que en los E. U. existió una ley contra “raquets” en el 1934 que tendía a eliminar las demoras ilegales del movimiento de  mercaderías  entre los estados de la Unión.

En tiempos modernos, en los países de habla hispana, se usa bastante en la comunicación oral la voz racket para poner de relieve que lo que se menciona es una actividad ilegal, o una acción que proporciona beneficios desmesurados.

HACE RATO

En mi criterio esto que consta como título no es de lo mejor de la lengua española. RATO por sí solo significa corto espacio de tiempo. La palabra se originó en el latín “raptus”, que es el participio pasado de “rapere” que era arrebatar y así se designa en lenguaje moderno al momento en que se cae en un estado de ira: “Tuvo un arrebato”. Rato es también “instante”.

Como se señaló al principio, RATO es “espacio de tiempo especialmente cuando es corto”. Para poder usarlo y expresar un prolongado período de tiempo, hay que recurrir a HACE LARGO RATO. A menos que no se le acompañe con el LAAAARGO, no expresa un espacio de tiempo que dura mucho tiempo.

Hay que entender que en la lengua hablada, no en la escrita, es de uso muy común que se utilice la expresión tratada aquí. Las personas logran entender por el contexto que quien llegó HACE RATO, lo hizo “hace largo rato”. Piénsese que rara vez leemos, aunque a veces escuchamos, que una persona llegó hace poco rato. Más bien en la lengua coloquial usan: “hace un rato”, y con esto queda a juicio del interlocutor saber si es largo o corto el espacio de tiempo transcurrido.

TEMPORADA – ESTACIÓN – PERÍODO

“…lo cual ayudaría a reducir las temporadas de crecimiento y, a su vez, RECORTARÍA el uso de herbicidas…”

Una temporada según el DRAE es el espacio de tiempo que se considera aparte formando un conjunto. También es el tiempo durante el cual se realiza habitualmente alguna cosa.

No es correcto usar  la palabra TEMPORADA de la forma en que aparece en la cita: En lugar de RECORTAR el uso, habría escrito, por mi parte, REDUCIRÍA, DISMINUIRÍA.

En el caso citado más arriba lo adecuado es usar PERÍODO. TEMPORADA puede usarse en la misma materia para referirse a las frutas que solo crecen durante cierta y determinada época del año; así hablamos de “fruta de temporada”. Lo que se reduciría entonces sería el período de crecimiento.

Las ESTACIONES  son, entre otras cosas, las cuatro partes en que se divide el año. Puede también usársele de sinónimo de tiempo y temporada en los casos que se avienen al carácter de la palabra. El DRAE le reconoce 18 acepciones y varias funciones figuradas y familiares.

*TENDEDERA

El Diccionario de la Real Academia reconoce como masculino este vocablo y no menciona ningún femenino para TENDEDERO, que es el “sitio o lugar donde se tiende una cosa. // 2. Dispositivo de alambres, cuerdas, etc., donde se tiende la ropa”.

Como consecuencia de lo anterior debe evitarse el uso del femenino en los textos. De esa forma, usándolo correctamente, se propicia un empleo popular con mayor apego a los cánones de la Digna Corporación de Madrid.

No obstante lo escrito más arriba hay que admitir que el vocablo del título, así, terminado en –A existe en el español de Cuba como se encuentra recogido en el Diccionario del español de Cuba. La definición que se ofrece para este sitio y dispositivo es “cordel, alambre o conjunto de éstos en el que se tiende la ropa después de lavada”. Se usa también el término para el conjunto de ropa que se cuelga en la *tendedera.

EVALUAR – TASAR – CALCULAR – VALORAR – EXAMINAR – ANALIZAR – ESTUDIAR – PRECISAR – JUZGAR – 

Me imagino que de solo leer la lista que encabeza esta sección de los comentarios se habrán percatado de que el propósito principal es tratar de escapar al influjo de seducción que ejerce la palabra EVALUAR, del inglés EVALUATE, sobre el español.

No tenemos que “casarnos” con una palabra. Según los casos podemos emplear otros vocablos, verbos en este caso, que transmiten la idea cabalmente y aún con mayor precisión. En muchas ocasiones lo que sucede es que el dichoso verbo en inglés tiene mayor “cobertura” que en español y por eso cuando lo emplean en inglés lo usan con propiedad. Hacer lo mismo en español lo que denota es pobreza del léxico de la persona que así lo emplea.

En su origen el verbo en español (evaluar) se usaba para asuntos económicos. En el uso moderno encontramos que su radio de acción se ha expandido y sirve para expresar cualidades, estado de las cosas, o el pro y el contra de un asunto. Lo que se está haciendo con este proceder es que se permite que se “arrincone” a los demás verbos que engalanan el título de esta sección.

En lugar de “evaluar la importancia de algo”, podemos escribir “DETERMINAR la importancia de eso” En realidad así era como lo hacíamos antes de que cayéramos bajo el poder hipnótico del inglés. Cuando se externa una opinión y nosotros la PONDERAMOS, entonces en ese caso no tenemos que decir que la “evaluamos”. En otros casos lo que hacemos es que ANALIZAMOS el juicio emitido por esa otra persona.

Cuando se trata de “situaciones”, es acertado emplear APRECIAR, ENJUICIAR y hasta HACERSE CARGO, aunque resulte una sorpresa para muchos esta última solución. Así evitamos el “evaluar” la situación.

En los casos en que la “evaluación” del inglés se refiere a “cualidades y características” de una cosa, es ocioso decirles que JUZGAR es la mejor selección. Algunas personas usan en estos casos EXAMINAR.

Si se tratara de “máquinas, aparatos”, es propio PROBAR, ENSAYAR. Esto así porque se aviene mejor al genio de la lengua por tratarse de “cosas” inanimadas.

Como siempre se hace en estos casos, se advierte que cada uno de estos usos responde a una redacción o “situación” diferente; por lo tanto, se impone no “evaluarla”, sino ANALIZARLA o JUZGARLA y, elegir el término que se ajusta mejor a las “circunstancias”.

EN EXCLUSIVA

“a lo que el discurso oficial del régimen castrista atribuye casi EN EXCLUSIVA la dramática situación…”

Esta expresión define el “PRIVILEGIO por el que una persona es la única autorizada para cierta cosa”. En materia comercial usan esta combinación para indicar que a una firma o razón comercial se le ha entregado o concedido un PRIVILEGIO, casi siempre de hacer algo sin competencia de otros con el mismo producto. Por extensión, un personaje importante a veces concede una entrevista EN EXCLUSIVA  a un periodista o a un medio de difusión. Eso que llamaban antes “con carácter de exclusividad”.

El otro significado que le reconoce la Academia no vale la pena mencionarlo porque está en desuso. Ahora bien, lo que llamó la atención fue el uso que hicieron de la expresión EN EXCLUSIVA. Como echarán de ver en este caso no se trata de un “privilegio”.

“Tener o conceder la exclusiva” es el privilegio por el que una persona es la única autorizada para cierta cosa. En exclusiva indica que se hace en forma reservada para algo o alguien en especial. Esta forma es de empleo difundido en periodismo.

Para terminar, sería bueno mencionar que la expresión que ha dado pie (y mano) a este comentario no es sinónima de CON EXCLUSIVIDAD, pues esta última es de sentido general. Otra posibilidad es decir o escribir “de manera exclusiva, de modo exclusivo”. Muchas veces una simple preposición malogra el sentido de todo un párrafo.

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