FLEXIONAR – DOBLAR(SE) – *CON LAS QUE FORMAR

“…provocó que las aspas del rotor del aparato se FLEXIONARAN hasta segar la cola”.

Es probable que aquí se haga lo que los norteamericanos llaman “to kill two birds with one stone”. Parece una ironía que el país más avanzado del mundo aún se ande tirando piedras para matar dos pájaros cuando en nuestro pequeño país se dice “matar dos pájaros de un tiro”.

El verbo FLEXIONAR según la Real Academia de Madrid es: “Hacer flexiones con el cuerpo o con algún miembro”. Una flexión es cuando el cuerpo se dobla. Naturalmente que las flexiones se hacen con el auxilio de las articulaciones, como las genuflexiones, de donde el radical genus introduce la idea de rodilla, del latín.

Mal podría un metal hacer FLEXIONES, en su lugar lo que hace es que se dobla o lo doblan. En el caso de los cuerpos sólidos lo que hacen es que SE DOBLAN. No hay que pretender ser más refinado que nuestros semejantes y recurrir a verbos tan rebuscados.

*CON LAS QUE FORMAR

“…se pasó el día colocando placas metálicas CON LAS QUE FORMAR una barrera que evite el oleaje”.

En lugar de todo este circunloquio era más fácil, más corto y más económico escribir PARA FORMAR. Ahora bien, si se deseaba usar el pronombre para reemplazar a “placas”, entonces era preciso escribir CON LAS CUALES, o en su defecto PARA FORMAR CON ELLAS, o PARA FORMAR CON LAS MISMAS, o PARA CONFORMAR CON ESTAS.

Hay una regla que no falla, si se usan menos palabras, menos yerros son posibles.

Por último todavía no se ha inventado ningún aparato capaz de evitar el oleaje. Lo que sí quizás puede evitarse es que las aguas movidas por el oleaje penetren o alcancen ciertos sitios o lugares. O se puede construir una barrera para oponérsela al oleaje y evitar los daños. .

CLÍNICAS DE SALUD

Clínica, para los fines de este comentario, es lo que el Diccionario de las Autoridades de la Lengua conocen como: “hospital privado, más comúnmente quirúrgico”.

En los Estados Unidos se llama con una palabra muy parecida a la nuestra, “clinic”, los consultorios que se instalan en los hospitales. De aquí se ha originado la costumbre de llamar “clínicas” a estos CONSULTORIOS.

Hace un tiempo ya, se llamaba DISPENSARIO MÉDICO al recinto en el cual se reconocían los enfermos ambulantes. Estos centros no tenían ni espacio, ni intención de internar en sus locales.

La influencia de famosos hospitales norteamericanos que ostentan el nombre de CLINIC ha ocasionado que en nuestra lengua se utilice el nombre CLÍNICA para designar esos prestigiosos hospitales. En buen español la diferencia entre HOSPITAL y CLÍNICA es patente en el Diccionario Oficial de la Lengua  cuando en la definición de la última palabra la Academia introduce el término PRIVADO.

Ahora se puede tratar el asunto de las CLÍNICAS DE SALUD. Por pura curiosidad se desearía saber si alguien ha escuchado alguna vez lo de “clínica de enfermedad”. Como es obvio que no existe, no hay lugar a que se use este dislate para designar de esa manera algo que no se alcanza a entender. Si no falla la memoria en Francia existe un famoso y muy viejo hospital cuyo nombre es LA SANTÉ. En este caso ese es el nombre del hospital.

SALIR DEL CLÓSET

“…porque la gente está saliendo del clóset con sus prejuicios…”

La palabra CLÓSET está aceptada en los predios de la lengua oficial. Lo que no hace falta usar es este giro que es puramente americano y que ha adquirido notoriedad o popularidad con LA SALIDA A LA LUZ PÚBLICA de muchos homosexuales.

EXTERIORIZAR es un verbo que pudo haberle resuelto el lío a quien escribió esta insensatez lingüística: “…porque la gente está saliendo del clóset con sus prejuicios…” Imagínense ustedes que en muchos de los casos en los cuales se usan las palabras del inglés “dizque” lo hacemos por economía, porque en inglés “es más corto”. A la vista de esa explicación, ¿por qué no se operó la economía aquí? VENTILAR es otra voz que pudo desempeñar las funciones que se requerían en el caso. REVELAR y MOSTRAR también llenarían su cometido a la perfección. Quizás hasta DECLARARSE es bueno.

En el caso de los homosexuales puede decirse ADMITIR EN PÚBLICO y, se acabó. De esa forma se puede dejar en paz al “armario empotrado”, que es como define la Academia al dichoso CLÓSET.

COBERTURA DE

En el DRAE aceptan el vocablo COBERTURA como: “Acción de cubrirse, cautelarse de una responsabilidad. Cuando se coloca el acento invisible sobre la materia de la cual está hecha una cobertura, entonces procede que se use la preposición DE. Así se dice y se escribe: “Una cobertura de lona, de tejido, de metal”.

Cuando se contrata un seguro CONTRA una eventualidad cualquiera, es decir para precaver en el caso de la ocurrencia de un hecho impredecible y de sus consecuencias, entonces lo único que procede que se escriba es COBERTURA CONTRA. Lo que espera quien contrata un seguro CONTRA incendio es que se le resarza en caso de que ocurra el siniestro.

Alguien escribió COBERTURA DE CATÁSTROFE, la suerte que esta elipsis no logra confundir y se adivina que quiso expresar COBERTURA CONTRA CATÁSTROFE, o COBERTURA EN CASO DE CATÁSTROFE. En todos los casos cobertura es sinónimo de PROTECCIÓN, y uno se protege CONTRA.

CODICIA – PECULADO

“…un caso que ya ha suscitado acusaciones de una relación extramarital con un ex alcalde de H., flagrante corrupción en el ayuntamiento, CODICIA, extorsión y fraude…”

La avaricia según se entiende es el deseo desmedido de riquezas. Es un afán de algunas cosas buenas. También se la usa para designar así el apetito sensual. A diferencia de la codicia que pertenece al fuero interno de una persona.

No se puede condenar a prisión o multa a la persona que se hace culpable de afán desmedido de riquezas. Lo que sí es punible es que la persona que es sujeto de codicia manifieste su vehemente deseo a través de acciones reñidas no sólo con la moral, sino contra las leyes.

La CODICIA es una avidez, un ansia interna. La CODICIA es más que todo el deseo exasperado de conseguir riquezas, poder, bienes. Puede existir una codicia positiva, como aquella de ganar el cielo, por ejemplo. En algunos casos los linderos entre la codicia y la avaricia son muy tenues. El verbo codiciar sugiere una voluntad activa del sujeto, por oposición a anhelar, ansiar o suspirar.

Se inclina uno a pensar que la AVARICIA está reñida con la moral, mas no lo está por necesidad con la ley. Sólo es pasible de sanción de la ley cuando se manifiesta mediante actos contra las normas establecidas por la sociedad.

Ahora véase lo que es el PECULADO. “Delito que consiste en el hurto de caudales del erario, hecho por aquel a quien está confiada su administración”. Esto es lo que se llama una figura jurídica. Está sancionada con multa o prisión o ambas  penas a la vez.

No fue exacto el uso de la terminología cuando el periodista en su reseña escribió: “…un caso que ya ha suscitado acusaciones de una relación extramarital con un ex alcalde de H., flagrante corrupción en el ayuntamiento, CODICIA, extorsión y fraude…” En la enumeración de violaciones a los códigos lo que procedía escribir era PECULADO como se puede apreciar ahora. Este tipo de desliz sucede muy a menudo cuando el redactor no es especialista en la materia objeto de la reseña y no recurre a consultar a una persona que sí lo es, para que ayude a traducir esa jerga propia de los códigos y tribunales que en inglés se conoce como “legalese”.

COGERLE EL GUSTO

Este verbo COGER es intransitivo y tiene en muchos países connotaciones diferentes que lo hacen de poco uso o de uso restringido. En España por ejemplo significa “follar”, por esa significación en esas latitudes no dicen “coger el avión”, sino tomar el avión.

En nuestra América Morena, en algunos de los países tiene también algo de ese significado avieso. En países como Argentina, Bolivia, Cuba, México, Paraguay y Uruguay significa “tener cópula carnal”. Coger es un verbo que es bastante gráfico, pues trae a la cabeza la idea de “poner las manos sobre algo”. En los países antes mencionados dirán que le “toman el gusto” a algo.

AGENTE DE LA JUSTICIA – AGENTE DEL ORDEN – AGENTE DE LA POLICÍA

No hay que tener demasiadas luces para entender que existe diferencia entre el primero y los dos últimos. No hay que ser abogado para saber que el primero es un asociado, un auxiliar de los tribunales.

Los alguaciles, los secretarios de los tribunales, los jueces y todos los empleados asociados que trabajan dentro y para el sistema judicial se les considera como AGENTES DE LA JUSTICIA, son, mejor aún, AUXILIARES DE LA JUSTICIA.

Los agentes de la policía son agentes del orden. Muchos otros agentes de organismos de seguridad del Estado, agentes especiales que pertenecen a organismos especializados del gobierno son también AGENTES DEL ORDEN, porque ellos velan por el cumplimiento del orden que es una noción muy amplia. Naturalmente el orden a que se alude aquí es al “orden público”.

DURANTE SU 68 *ANIVERSARIO

En lo que se ha copiado en el título hay mucha ambigüedad. Véase, “El la sorprendió llevándole flores durante su 68 aniversario”. Ya podrán los lectores deducir por la redacción de la frase citada que se está en presencia de un caso en el cual el objeto del aniversario y quien recibió las flores fue una persona. En el caso de las personas en español casi nunca se habla de SU 68 ANIVERSARIO.

En nuestra lengua se habla del CUMPLEAÑOS de una persona. Además se refiere el hablante o el escribiente a esa fecha como LA FECHA DE CUMPLEAÑOS. Lo del ANIVERSARIO se deja para las cosas, las organizaciones, las instituciones.
Por otra parte, la fecha que se celebra es el DÍA DE SU CUMPLEAÑOS. En buen español se diría que recibió las flores CON MOTIVO DE SU CUMPLEAÑOS.

Hay que hacer la transición entre los diferentes idiomas. No se puede traducir palabra por palabra, sino asir la idea y transmitirla a oídos españoles. Esa es la idea que no puede olvidarse, pues de lo contrario se cae en el falso idioma.

*EL AÑO QUE VIENE – EL AÑO PRÓXIMO

La diferencia entre estas dos construcciones estriba en el nivel de la lengua. En la lengua escrita se acepta mejor EL AÑO PRÓXIMO. En el coloquio de todos los días se tolera el uso del AÑO QUE VIENE porque eso recuerda aquella canción que dice o decía “un año que viene y otro que se va”, que se canta o cantaba durante la época de las Navidades. No es posible imaginar el texto de una ley que disponga “para el año que viene”, sino para el “año próximo”.

La única palabra a la que el DRAE  le reconoce exactamente la misma acepción que a “próximo”, en casos como el comentado es a “entrante”. Así se dirá y se escribirá, “el año entrante., el siglo entrante, el mes entrante, la semana entrante.”

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