*FIGURATIVISMO – GARAJE – GASFITEROS

“Vicepresidente se defiende de quienes lo acusan de *figurativismo”.

El vocablo que sirve de epígrafe a esta parte de los comentarios no está registrado en el DRAE. Muchos de los lectores saben que en materia de arte existe el arte figurativo, que es, representación de otra cosa.

El verbo FIGURAR es disponer, delinear y formar la figura de una cosa. Este verbo también es adecuado para expresar fingimiento o apariencia de una acción.

En buena hora la Academia decidió también reconocerle el valor de “pertenecer al número de determinadas personas o cosas, aparecer como alguien o algo”. Se llama la atención sobre la última parte de la definición última, “aparecer COMO alguien o algo”.

De lo destacado en la última línea es de donde se han inventado lo del *figurativismo. De aquí  que esto debería aceptarse como “las personas que procuran aparecer como alguien o algo” para destacarse y sacar de ello algún beneficio.

En República Dominicana el verbo FIGUREAR es “estar presente en partes concurridas o ser parte de todo”. De esa acción ha derivado el nombre correspondiente que es *figureo, que sirve para designar con él la acción de “buscar que se le mencione”. El Diccionario de la Academia aceptó ya el verbo FIGUREAR como intransitivo, “tratar de representar el papel de protagonista o el de una de las personas más importantes”. Menciona el mismo diccionario que es propio de Santo Domingo.
El FIGURERO en República Dominicana es el amigo de figurar. Es quien busca “aparecer en las fotografías y en los periódicos”, como lo recoge Emilio Rodríguez Demorizi en “Del vocabulario dominicano”.

Volviendo al *figurativismo, si se le aceptase sería la escuela o la tendencia a ser “figurativo”, pero en el sentido en que la Academia le reconoce. Parece que en algunos o algún país así se le usa, porque se encontró en la prensa ese lugar que se copió al principio de la sección.

En República Dominicana a las personas que concurren a todas las reuniones o que se afanan por estar presentes donde quiera que haya lugar a que se le mencione, se les dice que “están en todas partes, como el arroz blanco”.

GARAJE

Sí, no hay nada malo, el vocablo está asentado hace tiempo en el Catálogo de la Academia. Lo que teníamos que respetar antes ya no es el significado que le asignó la Academia en la vigésima segunda edición del DRAE, pues antes era solo “Local destinado a guardar automóviles.”

En la actualidad, la autoridad de la lengua le reconoce también el valor de “taller de reparación de vehículos”. Para Puerto Rico asienta el vocablo garaje como equivalente de gasolinera o establecimiento donde se vende gasolina.

Ha de tenerse en cuenta que durante largo tiempo la Academia se resistió a aceptar la voz procedente del francés, porque insistía en que los “coches se aparcaban en cocheras para guardarlos”.

Más tiempo aún le tomó a la Academia añadir las dos últimas acepciones que incluyó en la mencionada edición del DRAE.

Al operarse la transición de “coche” a automóvil y, de “aparcar” a estacionar, tuvieron que ceder y aceptar que podíamos utilizar la palabra del francés con la  condición de ortografiarla en español, es decir con la J (jota). En algunos países como México y Argentina insisten en escribirlo “garage” y lo pronuncian garash. Así consta en “El Diccionario del español usual de México” y en el “Diccionario del español de Argentina”.

En Cuba está documentado el uso de garaje para establecimiento de expendio de gasolina, así lo asienta el “Diccionario del español de Cuba”de Haensch y Werner desde antes de su bendición académica.

GASFITEROS

“…como por ejemplo GASFITEROS, electricistas, constructores de viviendas…

Cuando se localizó esta palabra por primera vez lo único que se había logrado averiguar era que se usaba en México. Luego, averiguaciones posteriores han dado como resultado que esto no era cierto.

A. Vowels me comunicó por medio de un correo electrónico: “Parece que este vocablo también es usado en Perú y en Chile”. Esto dice el diccionario Oxford español-inglés: gásfiter m, f (plural -ters) (Chile) plumber; gasfitería f. (Chile, Perú) plumbing; gasfitero-ra m, f (Perú) plumber. plumber n plomero,-ra m, f o (América Central , España) fontanero, -ra m, f o (Perú) gasfitero, -ra m, f o (Chile gásfiter m, f).

“Un gasfitero no es otro que un gas fitter criollo, una persona que instala o repara tuberías de gas o aparatos que funcionan con él, como cocinas u hornos. Es el pariente cercano del BOILERO, el que repara la BOILA (boiler), la misma útil y traicionera CALDERA, que nunca se daña en verano sino en invierno. Ejemplos clásicos de espanglés”. Esta aclaración se la debo al señor William Gómez. Gracias.

Ya en el “Diccionario general de americanismos” de Francisco Santamaría, publicado en 1942, se define el gasfiter como un “instalador o aparejador de gas”. Escribe ese estudioso que es de uso en Chile. La gasfitería es en ese último país el “taller u oficina del gasfiter”.

En el “Diccionario de americanismos” de Brian Steel, publicado en 1990, él trae las voces “gásfiter/gasfíter/gasfitero” como nombres masculinos que se utilizan en Chile. Menciona el autor que la voz deriva del inglés. Recoge una mención en la literatura de ese país con el uso, es una cita tomada del “Diccionario ejemplificado de chilenismos”, del chileno F. Morales Pettorino, correspondiente al año 1985. Para el empleo en Perú mienta que prefieren la voz gasfitero y se ampara en una mención y cita de “Peruanismos” de M. Hildebrandt, 1969.

Ya terminaron las penas. La Real Academia de la Lengua Española incluyó la voz gasfítero como fontanero, gasista. Solo retiene el masculino como género y le atribuye el uso a Perú. Reconoce ese colegio madrileño la deuda del español con el inglés, especialmente con la voz inglesa “gasfitter”.

En un caso como el del término estudiado en esta sección, hay que admirar la diligencia de la Academia o las Academias correspondientes del o de los países en los cuales se utiliza el vocablo. No es menos cierto también que la persistencia del uso influyó sobre la decisión de incluir el término en el diccionario mayor de vocablos de la lengua española.

GENERAL DEL EJÉRCITO RETIRADO

Tan pronto como se lee una frase como esta que consta como título, se piensa que quien se ha retirado es el ejército y no el general.

Téngase muy en cuenta que el modificador aquí es “retirado” y se refiere a “general”, por lo tanto debió colocársele lo más próximo posible a su “modificado”: general.

En buen español debió ser GENERAL RETIRADO DEL EJÉRCITO, así quien se retira no es el ejército, sino el general. Si no se quería adoptar la frase modificada como se propuso, pudieron colocar una coma (,) para que se leyera de este modo, “general del ejército, retirado”.

GENEROSO(A)

“El partido republicano ha presentado unas propuestas… que… son menos GENEROSAS y de alcance moderado…”

Se había notado como los hablantes de español que residen en los Estados Unidos o aquellos que leen inglés con frecuencia se habían dado a la tarea de usar la palabra de esta sección con mucha largueza.

Era necesario estudiarla un poco más en detalle para establecer las diferencias que existían entre el español y el inglés con respecto a este vocablo. Lo que se propone es demostrar que las dos palabras no cubrían el mismo campo semántico en las dos lenguas. Obsérvese bien el ejemplo que motiva el comentario de esta sección.

Según el diccionario de la lengua española, el de la Academia, en su edición de 1992, GENEROSO es: “Noble y de ilustre prosapia. // 2. Que obra con magnanimidad y nobleza de ánimo. Ú. t. c. s. // 3. Liberal, dadivoso y franco. // 4. Excelente en su especie. Caballo generoso. // 5. V. vino generoso”. Ahí termina la cita del DRAE de ese año. Se hace obligatorio que se revise el concepto de lo que es LIBERAL. Esto es: “// 2. Dícese de la cosa hecha con liberalidad”. De este modo se llega a LIBERALIDAD, que no es más que: “generosidad, desprendimiento”. Así se vuelve al punto de partida.

Ahora hay que revisar la palabra en inglés. Permítaseme y perdóneseme la traducción. Además de los puntos comunes con el español, el “generous” del inglés es: “mayor que lo usual o lo esperado. Compasivo en su trato con los demás, sin propensión a la crítica, a enojarse o al trato discriminatorio”. Hay que destacar inmediatamente que la definición del inglés incluye conceptos que el español deja sobreentendidos.

La edición del “Diccionario de la Real Academia Española ha zanjado el asunto en su edición del 2001, cuando modificó la redacción de la tercera entrada para que finalmente aparezca así: “Abundante, amplio. Plato generoso. Escote generoso”.

El inglés trae implícito el concepto de benévolo, compasivo, complaciente. Con la nueva redacción se ha autorizado el uso de los hispanohablantes que lo usaban para las cantidades abundantes. Una vez más se puede afirmar que el uso ha prevalecido.

HOMILÍA

“Esta es la HOMILÍA en la misa despedida del poeta…”

Cada palabra tiene su sentido propio, y además, el sentido que le presta quien la usa en determinado momento. Como eso de otorgarle un significado diferente al real y verdadero es un asunto muy aleatorio, vale la pena ajustarse a lo establecido por la Academia y los usos.

La palabra que encabeza este comentario se la encontró usada así, como consta en la cita.

Una vez se terminó de leer lo que constaba a continuación de esa introducción, se percataba uno de que la intervención no tenía nada que ver con la materia religiosa, por lo que se recurrió al auxilio del viejo aliado, el “mataburros”, y se encontró para “homilía” lo que sigue: “Razonamiento o plática que se hace para explicar al pueblo las materias de religión”. La otra parte de la definición es tan, pero tan religiosa, que no viene al caso citarla.

No olviden que en la acepción que le reconoce la Docta Corporación de Madrid, constan estos términos, “para explicar al pueblo las MATERIAS DE RELIGIÓN”.

Después de leer la oración pronunciada durante esa misa y, percatarme de que era un discurso en alabanza a una persona, me di cuenta de que la palabra que cabía utilizar era PANEGÍRICO, que no es más que un discurso laudatorio, encomiástico acerca de una persona. Es más, la segunda acepción que el DRAE acepta para el uso del vocablo panegírico es para un SERMÓN en alabanza de alguien.

Una vez más se repite que “la regla de oro” es mantenerse dentro de los linderos de las palabras que son de nuestro cabal conocimiento para evitar las “meteduras de pata”.

Para concluir, la HOMILÍA es del dominio religioso sólo. El PANEGÍRICO es laudatorio acerca de una persona. La palabra PANEGÍRICO es discurso o sermón en alabanza de alguien.

IDIOMÁTICO

El epígrafe de esta sección significa, según el DRAE, “Propio y peculiar de una lengua determinada”. Se llama la atención sobre el PROPIO y PECULIAR.

En los casos en los cuales se desea ponderar los conocimientos de alguien acerca de una determinada lengua, se usará otro término que no sea IDIOMÁTICO, porque de usarlo se caería en la posibilidad de que se le malinterprete.

IDIOMÁTICO no es “relativo y concerniente al idioma”, como sería de esperarse por la forma como está formada la palabra. De allí es de donde nace el que a esas expresiones PROPIAS y PECULIARES de tal o cual idioma se les llame EXPRESIONES IDIOMÁTICAS.

Estas expresiones son las que nacen al amparo del uso y son hechas por  quienes hablan la lengua y no por quienes la escriben. Pertenecen a la lengua coloquial y no a la literatura. Luego, son aceptadas e incorporadas por la última.

No se cree que sea justo escribir que una persona aumenta sus conocimientos IDIOMÁTICOS cuando se desea expresar que adquiere mejor dominio del idioma.

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