Esquinita – enfriar – remover (remoción) – remarcar – autoridad

ESQUINITA
Esta voz en diminutivo tiene una connotación en el habla de los dominicanos que no se ha encontrado en ningún diccionario de los consultados con el propósito de documentar una acepción de diccionario para esta.
El significado especial que le confiere el hablante del español dominicano se aleja completamente de la significación reconocida para la palabra esquina.
La esquina que se conoce en el español general es la arista que forman dos paredes cuando se encuentran en un edificio. Es también el punto en que se encuentran dos lados de una cosa.
La esquinita dominicana es sinónima de chin. Ese chin que los dominicanos para hacerlo más diminuto llevan a “chincito”, o que hacen más chico en “chinchín”. Estos diminutivos son de la misma cantidad en pequeñez de “ñinga” y “ñinguita”.
La esquinita dominicana se usa para expresar que el pedazo o porción que se desea o pide sea muy pequeño en tamaño. Casi siempre se utiliza para referirse a porciones diminutas de alimentos sólidos. Ha de tenerse en cuenta que no se relaciona con la esquina del alimento que se desea o pide, sino que es un “pedacitico” cualquiera de tamaño mínimo.
Hay que ir recuperando estas voces que todavía no constan en los diccionarios diferenciales para que no se pierdan y, sobre todo, para dar a conocer una acepción bien definida.

ENFRIAR

“. . .y los economistas más conocidos coinciden en admitir que la economía se ha ENFRIADO un tanto, pero difieren en cuanto a las razones”.

La lengua cambia. Se acomoda al uso, la lengua hace que el uso sea continuado y lo más general posible, es decir, que no se limite solo a un país, que se propague.
Muchas veces las palabras o las acepciones nuevas para vocablos conocidos proceden de usos técnicos o de léxicos de especialidades, y, en otras ocasiones provienen de usos en lenguas extranjeras.
El uso del verbo enfriar en el caso de la economía (como se mencionó más arriba), comenzó a emplearse en ese ámbito en el inglés. En esa lengua lo hacen acompañar casi siempre de un adverbio en funciones de preposición cool down.
El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española (DRAE) no ha reconocido el uso todavía y no consta aún en los avances para la edición vigésima tercera de ese diccionario, es decir, quedó fuera de esa edición.
El diccionario Moliner, así como el Diccionario del español actual (DEA), ya han consignado la utilización de enfriar del modo en que lo hace el analista de acontecimientos internacionales en la cita. Para el Diccionario de uso del español eso significa “reducir[se] el crecimiento de la actividad económica, generalmente cuando este es excesivo”. El DEA redacta la acepción de modo parecido, pero vale la pena reproducirla: “Hacer disminuir el crecimiento excesivo [de la economía o de la actividad económica]” Este es un verbo que acepta complemento directo.
No hacía falta ir hasta el inglés para expresar la idea que se lee en las acepciones modernas para el verbo. Bastaba con usar otros verbos del español para aplicárselos a la economía. Evalúese, por ejemplo: moderar, reducir, ralentizar, desacelerar, disminuir [el crecimiento o la actividad] de la economía.
Ya en economía se habla y escribe de desaceleración de esta. Pudo usarse ese mismo verbo para los propósitos con que se usa ahora el verbo “enfriar”. Quizá por eso la RAE no está dispuesta a reconocer todavía el uso.

REMOVER – REMOCIÓN

“. . .mientras que realizan los trámites legales para su deportación o REMOCIÓN, como denominan los legisladores».

Hace ya un

tiempo largo que los escribidores traen a los lectores de cabeza con el término del título para referirse a una acción que en español tiene otro nombre. Eso de llamar a esto con el nombre “remoción” solo obedece a la proximidad fonética que existe entre la palabra del español y la voz del inglés. En esta sección se estudiará el vocablo del español, sobre todo el verbo, para delimitar el alcance de este y luego se procederá a revisar el sentido que tiene en inglés el verbo y la acción remove y removal.
Es una vergüenza que haya que referirse tan a menudo a las interferencias del inglés en el español, pero no es menos cierto que la influencia del inglés es grande sobre el español.
El poder económico ejerce gran influencia en todo este asunto. Las noticias vienen primero en inglés y, las agencias traducen, acomodan o adaptan esas noticias al idioma español para ahorrar costos. Como consecuencia de lo anterior los desaprensivos traductores o periodistas “refreidores” de noticias de otras lenguas incurren en errores y así al final el lector en español sufre y paga las consecuencias.
En español el verbo remover indica mover una cosa dándole vueltas. Referido a cosas que ocupan lugar, es cambiarlas de un lugar a otro. Se remueve un obstáculo cuando este se obvia. Es deponer una persona de su cargo. O moverse o darse vueltas. Es investigar o volver a considerar un asunto. Es mover (agitar líquido) para mezclar. Revolver cosa o asunto olvidado, detenido. Investigar un asunto. Se detiene aquí la enumeración a sabiendas de que es incompleta.
Una vez repasadas estas significaciones es oportuno que uno se pregunte cómo es eso de remover para deportar. La palabra remoción no cabe en este contexto. Deportar es desterrar. Remover no tiene relación alguna con deportar.
El verbo remove del inglés equivale a “quitar, sacarse, destituir, eliminar obstáculos”. De una lista es tachar, borrar. Con relación a problema es solucionar. Es salir o abandonar un lugar. Es extirpar, en cirugía.
Ha de tenerse en cuenta que deportar en los Estados Unidos es devolver a una persona extranjera a su país de origen. En época de Balaguer se usaba el verbo para los nacionales dominicanos que se expulsaban del territorio de la República Dominicana. En ese caso el uso no era acertado. Eso era “destierro”, que por suerte no fue permanente.
Al final de esta sección hay que recordar que los trámites legales de la cita eran para deportar a los individuos y no para “removerlos”.
Es oportuno que se separen los dos verbos, así como los correspondientes sustantivos para evitar confusiones y orientar adecuadamente los lectores.

REMARCAR

“El funcionario de la ONU fue más allá para REMARCAR que. . .”

Es posible que no les suceda a todos los lectores, pero cada vez que se lee este remarcar eso trae a la memoria que se está estampando un animal nueva vez.

Las influencias que recibe el español con respecto a este verbo proceden de diversas lenguas extranjeras. En los primeros tiempos vino desde Francia. Luego continuó con el catalán hasta nuestros días. Lo que ha hecho el inglés es “remachar” la voz para que penetre más aún en la lengua común.
En esta sección se deplora que se utilice este verbo en español, aunque de algún modo el uso ha logrado que se tolere. En lugar de ese verbo es más corriente utilizar “destacar, recalcar, hacer notar, subrayar, poner de relieve, hacer hincapié”. Nótese de inmediato que se han propuesto seis alternativas y eso demuestra que el español es una lengua rica cuando se sabe usar sus recursos.
Si todavía parece exigua la riqueza del español para reemplazar este verbo “remarcar”, aquí se copian los verbos sugeridos por Atalo Castañs en su libro Galicismos, barbarismos hispanismos, publicado en Caracas en 1915. Él incluye los verbos siguientes: observar, notar, advertir, reparar; atender, fijarse.
No es posible dejar de hacer constar lo que el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) escribe con respecto al verbo tratado en esta sección: “Su uso está asentado hoy en todo el ámbito hispánico y se considera aceptable”. No hay necesidad de hacerse más papista que el Papa.

AUTORIDAD

“Lo decente sería que el gobierno de la AUTORIDAD Palestina se comportara de acuerdo. . .”

Lo que se lee en español en las noticias en muchas ocasiones no es más que una traducción (buena o mala) de lo que las agencias y periódicos en inglés publican. En esto no hay secreto. Sucede así porque esas fuentes cuentan con mayores recursos económicos para financiar los periodistas en el lugar de los acontecimientos. Estos comunicadores sociales tienen la prioridad de “bautizar” muchos sucesos en su lengua. Lo que viene después es una adaptación, traducción o acomodamiento a la lengua española.
Algunas de estas denominaciones alcanzan tal punto de “autoridad” que al leerlas de manera repetida los hispanohablantes no cuestionan su autenticidad. En este caso se va a hacer un recuento de hechos del pasado en lengua española y se van a proponer otras soluciones para algo que ya no tiene vuelta atrás.
Cuando en los países de la América Latina se producía un golpe de estado o se deponía un gobierno y el gobierno lo asumía un gobierno colegiado, se decía y escribía que gobernaba una “junta”. No se ve razón alguna por la que ahora se desestime esa solución.
En República Dominicana hay -o hubo- una o dos entidades que se conocen o conocieron con el nombre de “autoridad”. Una de ellas es la Autoridad Aeroportuaria” y, la otra es la Autoridad Portuaria”. De inmediato se percibe hasta qué punto ha penetrado la influencia del inglés en estas denominaciones.
Es muy probable (¿posible?) que la Autoridad Portuaria dominicana en tanto que organismo autónomo haya recibido su nombre por influencia de la New York Port Authority. En Inglaterra, en lugar de authority los llaman Board, lo que facilita en Europa que a organismos similares se les llame “juntas”. Con las denominaciones (¿modernas?) se ha olvidado la antigua o anterior denominación “dirección”.
Con el nombre de “dirección” se conocieron muchas instituciones del Estado cuando el país se entendía más pequeño. Los nombres pomposos son una forma de crecer ante el público votante. Eso llena los ojos de los ciudadanos. Eso es un empleo travieso del idioma, es una manipulación de la lengua.
Hay que despegarse de las influencias extranjeras, sobre todo para denominar las instituciones del Estado que se supone que son un reflejo de la sociedad.

© 2014 Roberto E. Guzmán