ESPIRITOSO

“”. . .cuando se sitúa entre las cuatro primeras compañías de bebidas ESPIRITOSAS del mundo.”

No todos los conceptos en la lengua son cristalinos. No se diferencian de sus similares de manera prístina. A veces hay áreas entre conceptos que no son tan claras como debía esperarse. Algunas de ellas permanecen grises en lugar de destacarse las unas de las otras como lo harían los colores blanco y negro.

Con respecto al vocablo del título sucede lo que se anunció en el primer párrafo. La noción de lo que las autoridades de la lengua entienden por esta palabra no es tan clara como debería ser en la lengua para evitar confusión.

Se propone revisar lo que significa el término del epígrafe para más adelante examinar lo que otras lenguas comprenden por una voz similar a la del español.

Los académicos se han empeñado en mantener que espiritoso referido a un licor es que este exhala mucho espíritu que equivale a decir que tiene vapor sutilísimo. Este vapor tiene que ver con el fluido gaseoso. La palabra sutil a su vez significa que es delicado o tenue.

Lo que las autoridades del español asientan no está acorde con lo que otras lenguas consignan  para la noción de espiritoso. Se revisará la lengua inglesa a este respecto así como la francesa para realzar las diferencias de estas dos con relación a la española.

De acuerdo con lo anunciado antes se procede primero a examinar lo que se entiende en inglés por lo equivalente al español espiritoso: spiritous que el inglés define como lo que es “puro, refinado”. La voz del inglés reconoce la deuda que tiene con voces del francés.

En lengua francesa son más directos. Spiritueux, spiriteuse en tanto que nombre masculino o femenino o en funciones de adjetivo desde los siglos XVI y XVII significa que contiene una fuerte proporción de alcohol. De allí que se hable en esa lengua de bebidas fuertes en alcohol.

Después de este paseo por lenguas extranjeras solo falta revisar lo que los portugueses entienden por espirituoso que es un compendio de lo que los italianos entienden por el espíritu vivaz, enérgico en la conducción de obras musicales y en cuanto a los líquidos que estos son muy alcohólicos.

A pesar de la revisión anterior está todavía por saber de donde procede el prurito de los redactores del catálogo mayor de la lengua española que no llaman las cosas por su nombre sino que recurren a palabras que evitan la cruda verdad.

El Diccionario Clave que mantiene los oídos abiertos para la evolución de los términos no falla al escribir que espiritoso/sa es “referido especialmente a una bebida, que contiene mucho alcohol”.

GUERRA DIALÉCTICA

“La llegada de G. corre el riesgo de agudizar todavía más la GUERRA DIALÉCTICA que mantienen. . .”

En esta frase no se trata solo de dilucidar lo que dialéctica significa sino una vez que se la utiliza inmediatamente después de guerra para determinar en ese caso el valor que debe reconocérsele.

La primera idea que surge a la mente acerca de la guerra es que constituye una lucha armada; es un combate de algún género; es por lo menos una oposición y en los casos más tenues hay una desavenencia.

Después de por lo menos tipificar lo que la guerra es, hay que inclinarse sobre el concepto de la dialéctica para tratar de lograr una síntesis que arroje luz acerca del compuesto del título. Debe aceptarse en este caso la dialéctica como un arte de argumentar o discutir. El método de razonamiento que se sigue en este argumento debe ser alimentado por posiciones de principios. Se presume que en este tipo de argumentación o discusión se desarrolla entre opuestos.

En la tradición hegeliana por dialéctica se entiende el proceso de transformación en el que dos opuestos, tesis y antítesis, se resuelven en una forma superior o síntesis.

Entre las dialécticas reconocidas por los académicos están la de las armas y la de los vencidos y vencedores. La dialéctica materialista que no pasa inadvertida para los redactores del repertorio oficial es la tendencia a dar importancia primordial a los intereses materiales.

En última instancia es un método de ir superando las confrontaciones por sus conclusiones que más se acercan a la verdad. Es además el arte y técnica de dialogar y convencer por la palabra.

Si ha de interpretarse lo que es la “guerra dialéctica” ha de entenderse que es una confrontación por medio del diálogo y la palabra para lograr el fin perseguido.

Un filósofo acostumbrado a esta suerte de deducciones puede decir que el razonamiento con respecto a la dilucidación de lo que es la “guerra dialéctica” le pareció obvio; mas para un lector promedio este ejercicio puede ser agotador por las premisas y deducciones que implica.

Otra vez más hay que insistir sobre el mismo asunto. La claridad en la exposición en un artículo, análisis u exposición parecidos  a estos debe someterse a los cánones de lo terso para que todos los conceptos resulten diáfanos para el lector promedio y no una labor tediosa.

CONTRAALMIRANTE – CONTRALMIRANTE

“W. B. CONTRALMIRANTE del Séptimo Distrito de la Guardia Costera, afirmó que se han actualizado los planes de contingencia. . .”

No son pocas las palabras que han visto sus grafías simplificadas por la pronunciación popular, pronunciación  que la escritura culta ha adoptado. Entre ellas las que más han eliminado letras son aquellas palabras que llevaban repetición de una vocal. El vocablo del título es un ejemplo de lo que se mencionó en el primer párrafo.

En el repertorio general de las palabras del español, el DRAE, cuando se consulta el término contralmirante, lo que se encuentra es un envío a contraalmirante. Este recurso puede obedecer a dos razones. Uno, que contraalmirante es la palabra más vieja de las dos. Segundo, que ese antiguo vocablo es el que las autoridades de la lengua prefieren.

La voz almirante que se encuentra en la raíz de la sometida a escrutinio procede del árabe como casi todas aquellas que comienzan por AL. En el seno del vocablo aparece también una voz conocida en la actualidad que es amir que es una forma de escribir emir que corresponde a caudillo o príncipe árabe. El almirante en sí mismo era o es el “comandante del mar”.

Como sucede casi siempre en los asuntos de los números, orden y grados la definición de lo que es el almirante se hace colocándolo en el escalafón militar por encima  del vicealmirante y por debajo del capitán general.

En el caso del contraalmirante no debe tomarse la primera parte del vocablo como opuesto a algo, sino como segundo al mando detrás del almirante y por encima del capitán de navío. Hay otro grado en las naves que es el contramaestre que dirige la marinería bajo las órdenes de un oficial, por lo que se le considera un suboficial.

La aventura de la palabra del título no termina ahí si se lee lo que el DPD (Diccionario panhispánico de dudas) asienta con respecto a ella. Cuando se consulta acerca de contraalmirante, este apartado refiere a contralmirante que define “oficial general de la armada”. Añade que la voz es común en cuanto al género y por último viene lo más importante: “Es preferible esta forma a la variante contraalmirante”.

En resumidas cuentas, la nueva forma de escribir y decir el grado en el escalafón de la Marina de Guerra o Armada como le llaman en España al conjunto de fuerzas navales de un Estado es con una sola A: contralmirante por las razones que se expusieron al principio de esta sección. Hay que tomar nota de esto porque se puede pecar de poco actualizado si se escribe con las aes.

GUINCHE – GÜINCHE – WINCHE

Las tres voces del título están relacionadas. La primera de entre ellas es la reconocida en el diccionario de la RAE. La segunda aparece en el DAA que es el diccionario de americanismos de las Academias. La tercera es puramente inglesa.

El vocablo guinche está asentado en el catálogo oficial de la lengua española. Esa obra enumera cuatro países americanos en los cuales se usa esta manera de pronunciar y escribir para aludir a la grúa que sirve para levantar y trasladar cargas.

En el apartado que le reserva el DAA a guinche describe que la voz deriva del inglés winche que es torno, cabrestante. El mismo origen tiene el güinche del título con idéntico significado, solo que más detallado. Esta es la palabra que se usa en República Dominicana y guarda mayor parecido con la del inglés.

El DAA define el güinche que se utiliza en el español de once países y en el español de los Estados Unidos de este modo: “Máquina que consiste en un torno de eje vertical que se emplea para mover pesos por medio de un cable que va enrollado en él”. En algunos países se llama de esta manera al motor y rodillo con cable que se coloca en la parte delantera de algunos vehículos y que funciona como grúa. A pesar de que el DAA coloca este aparato exclusivamente en los vehículos de doble tracción, se utiliza en cualquier tipo de vehículo.

La voz del inglés es definida en los diccionarios de esa lengua de un modo similar al de los españoles pero consignan que es una de muchas otras máquinas que sirve para levantar y trasladar pesos.

En República Dominicana se ha oído un uso de güinche llevado para nombrar a una persona que es capaz de levantar y mover grandes pesos. Con ese vocablo se designa(ba) a una persona muy fuerte.

Se recuerda un güinche en particular que trabajaba en el muelle de Santo Domingo. Era un hombre de más de seis pies de estatura y más de doscientas libras de peso. Piénsese que se está hablando de un individuo que vivió y trabajó en ese muelle hace más de cincuenta años. En esos años había menos personas de esa estatura. Casi todo el trabajo se hacía gracias al esfuerzo muscular.

RESOLUCIÓN

“La RESOLUCIÓN urge además a todos los gobiernos a presionar a Cuba para que detenga. . .”

En el caso de la cita se trata de una decisión del Senado de los Estados Unidos de Norteamérica. Se aboca el estudio aquí para saber con exactitud cuál es la fuerza de esto que se llama resolución.

En la hipótesis presente es una deliberación adoptada por una asamblea parlamentaria que tiene carácter definitivo porque no necesita del examen de la otra cámara.

Es una expresión formal de una opinión o un deseo de un cuerpo oficial o de una asamblea pública que se adopta mediante el voto. No tiene la fuerza de una ley, no es más que una expresión de opinión.

Generalmente estas resoluciones revisten carácter o efecto temporales y se emiten sobre asuntos particulares al contrario de las leyes que son de índole y aplicación generales.

En el sistema legislativo norteamericano existen varios tipos de resoluciones. Las categorías de estas les vienen dadas por quién las adopta. Una sola cámara o ambas o, si esta o estas cuentan con la aprobación del Presidente.

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