DESBEMBAR – COLETAZOS – INJERTAR – INSERTAR

Esta palabra se la considera un dominicanismo porque hasta ahora no ha sido posible encontrarla en ningún diccionario de voces propias de otro país.
No se ha logrado, hasta esta fecha, localizar el vocablo en ninguno de los diccionarios de dominicanismos. Se piensa que vale la pena examinarla para rescatarla del olvido.

Se da fe de haberla escuchado desde hace cerca de sesenta años. Ha caído en desuso como resultado del avance de las tecnologías modernas. Las producciones en masa han abaratado los costos de producción de tal modo que ya no hay quien se ocupe de remendar o reparar algunas cosas.

El verbo desciende de bemba o bembe. Las dos últimas palabras son sinónimas. La más conocida de las dos es bemba. Ambas son voces americanas integradas al acervo común.

La bemba es la “boca de labios gruesos y abultados”. Carlos Esteban Deive en el “Diccionario de dominicanismos” añade que es “nombre despectivo que suele darse a la de los negros”. Se refiere naturalmente a la boca de los negros.

No conforme con tener bemba y bembe para los labios prominentes, los dominicanos utilizan también bembón y bembú como superlativo.

Se ha escuchado muchas veces la voz “bembe” en lugar de bemba y no solo para aludir a la boca, sino sobre todo para los labios. La prominencia misma de los labios hacía que los hablantes dominicanos se refirieran a los labios y no a la boca con ese término porque es masculino, bembe, como lo es el vocablo labio.

Este es el sitio para entrar en materia y explicar el significado y uso del verbo “desbembar”. Este verbo se usaba (quizás se usa aún) para destacar la condición en que se encontraba un objeto. Con el participio pasado en funciones de adjetivo, “desbembado” se destacaba la falta de elasticidad del cuello del calcetín que conocemos en América con el nombre de media. Esa parte de la media se conoce también con el nombre de campana de la media.

De las medias de vestir pasó la palabra para calificar las condiciones de otros objetos que manifiestan las mismas condiciones apuntadas antes para las medias.

Es probable que este “desbembe” sea un derivado de bemba al considerar esa parte superior de la media de vestir como la boca de esa prenda de vestir.

Otro derivado de bemba es la combinación “radio bemba” que es “la noticia que corre de boca en boca en un barrio o en un pueblo. Se utiliza para identificar o nombrar una conducta relacionada con chismes y rumores políticos.” Esta información fue extraída del “Diccionario de cultura y folklore dominicano”, de Paulino y Castro, libro publicado en el año 2005.

Ahora, algunos datos acerca de “bemba”. Fernando Ortiz, en su “Glosario de afronegrismos”, publicado por primera vez en 1901, y reeditado en 1990, trae algunas noticias interesantes con relación a esa voz.

Menciona el último escritor mencionado que de acuerdo con las noticias de Esteban Pichardo en su “Diccionario provincial casi razonado de voces cubanas”, éste reclama el origen africano de bemba. Existen en lenguas africanas algunas voces semejantes a bemba que significan labios; en otras (mbemba) significa nariz.

Al final, considera Ortiz que es un vocablo guineo (de Guinea Ecuatorial) que sufrió varias contaminaciones hasta terminar pronunciado y escrito de la forma en que lo conocemos en la actualidad.

COLETAZOS

“Las críticas al nuevo parque cuando abrió a mediados del 2003, y los COLETAZOS de la crisis turística que se vivió después de los atentados. . .”

No se está se acuerdo con el empleo que se hace del vocablo coletazo en este ejemplo citado. Más abajo se va a explicar el porqué se difiere del uso en un caso como este. Esta utilización no es un ejemplo de caso aislado; muy al contrario, se han detectado muchos usos parecidos a éste y por ende desafortunados también.

Conforme con lo que las autoridades de la lengua han recogido del uso de la palabra coletazo, esa acción es la “sacudida que dan con la cola los peces moribundos”. Se hace hincapié en la última palabra, moribundos. Eso define el estado en que se encuentra el animal en el momento de producir la sacudida.

Se piensa que si quien produce el movimiento que se califica de coletazo no está en estado agónico, entonces no es un coletazo.

En el texto citado se usa el vocablo coletazo en sentido figurado y se hace para denominar una situación que se asemeja a “consecuencias, resultados” u otra palabra semejante.

No huelga añadir que el uso le ha dado a coletazo el valor de “golpe dado con la cola”. Por otra parte es también una “manifestación violenta de algo que se está terminando”.

A pesar de lo establecido por el uso se mantiene la postura de que el coletazo no es una buena selección en la frase reproducida al principio de esta sección.

INJERTAR – INSERTAR

“. . .en su mayoría personas con tubos de alimentación INJERTADOS en el estómago. . .”

He aquí dos palabras que se parecen. Solo una consonante de las ocho letras que forman cada una de las dos palabras es diferente.

Injertar es “implantar un injerto”. El injerto en medicina es un fragmento de tejido vivo que se implanta en una parte del cuerpo para reparar una lesión, o con fines estéticos. Ese es el concepto de injerto que asienta la Academia en su diccionario.

Insertar, por su parte, es introducir algo en otra cosa. No hace falta mucha ciencia para percibir la diferencia entre un verbo y el otro. De algún modo insertar es un verbo de usos generales, “introducir algo” y hacerlo en “otra cosa”.

El verbo injertar es específico. Ya sea en relación a las plantas o en medicina ese injerto que se usa tiene propósitos diferentes. En medicina el concepto es restringido por el propósito, se hace para reparar lesiones o con fines estéticos.

El verbo injertar puede usarse en sentido figurado, sobre todo en el caso de los organismos sociales, en los cuales se implanta algo para que le dé nueva vida a ese organismo social.

Uno de los sinónimos de insertar que puede citarse es incluir. De alguna manera insertar es meter.

PARTISANO

Según H. T., los delegados más PARTISANOS, más allá de sus convicciones ideológicas. . .”

El término partisano es una mala selección en el texto de la cita, porque ese vocablo significa “guerrillero” y no otra cosa. Esa es la equivalencia que el DRAE trae en sus páginas.

En francés, “partisan” es la persona ligada, dedicada a alguien o a un partido. Por extensión en esa lengua se utiliza para la persona que toma partido por una doctrina. En francés además de ser un sustantivo también desempeña funciones de adjetivo.

Para los franceses significa guerrillero. Durante la Segunda Guerra Mundial la resistencia francesa organizó partidas de guerrilleros que se designaban con el nombre “partisan”.

En inglés la misma palabra, partisan, es un firme partidario de un partido, fracción, causa o persona, sobre todo una que exhibe adhesión ciega e irracional. En esa lengua es guerrillero también, o miembro de un cuerpo ligero de tropas que efectúa ataques incursivos a las tropas enemigas.

Todo parece indicar que quien redactó el artículo del cual se extrajo la cita trasladó al español las ideas que tienen en francés y en inglés para el vocablo del español.

SANGRAMIENTO

“. . .quienes han comenzado a observar en sus consultas las secuelas de esta conducta: SANGRAMIENTOS, infecciones de la herida y hasta complicaciones gangrenosas. . .”

He aquí una palabra de uso diario. No la registra el Diccionario de la Academia con el significado con que se la usa en la cita. La acepción que le reconoce la autoridad de la lengua es la que existe en el léxico de la imprenta, de las artes gráficas.

No obstante lo consignado en el párrafo anterior, el vocablo existe. No se le ve perder terreno. No cede en la frecuencia de uso en el léxico activo de los hablantes, sobre todo entre los dominicanos. Se ha oído el empleo del término además de parte de otros hablantes de español.

Hace muchos años que se ha comenzó a utilizar este vocablo. Parece que como se dice en el habla sencilla de los dominicanos, a este vocablo “le falta un padrino” para que lo aúpe a un lugar decente en la lengua común.

El autor de las líneas que se citan al principio de esta sección es de nacionalidad cubana. Algo que llama la atención con relación a esta palabra es que en los catálogos de palabras de origen americano ninguno de los recopiladores reconocidos la cita con el carácter de americanismo.

Cuando los hispanohablantes utilizan el término del título lo hacen para dar a entender que hay un sangrado, es decir, que se sangra. Se la usa en lugar de sangrado. Quien así actúa lo hace pensando que el sangrado es el resultado de una acción intencional, mientras que el “sangramiento” es algo que ocurre sin el consentimiento de quien sangra.

En verdad se desconoce la razón por la cual el término sometido a estudio en esta sección no ha logrado el favor de alguna academia. La terminación –iento en español se usa para indicar que algo tiene tendencia a, está lleno de, es parecido a, o es relativo a.

Quizás la falta de favor del vocablo se deba a que la terminación –iento es un sufijo de adjetivos que se emplea cuando la palabra primitiva es un nombre.

El “Diccionario médico español-inglés / inglés-español” de Herrera y Grabb, en su edición de 1992 recoge la voz “sangramiento” de género masculino, con su consiguiente traducción: bleeding.

Solo queda esperar para ver si alguna vez este vocablo logra su incorporación, o mejor, si consigue su reconocimiento oficial.

PROVISO

“La proposición se insertó en una parte titulada “LENGUAJE DE PROVISO” que generalmente recibe menos atención que el plan de gastos.”

La cita se sacó de un artículo traducido que apareció en un periódico de gran circulación. Con esta palabra “proviso” pasó lo que ocurre con muchas otras palabras en las traducciones de textos. El traductor prueba su suerte usando un vocablo en la lengua de llegada similar a la que encontró en la lengua de partida.

Aquí como en muchos otros casos que se han tratado en estos comentarios sucedió que a pesar de que existe la palabra en inglés así como en español, el significado no es el mismo en las dos lenguas.

En español el término proviso proviene del latín, lengua en la cual se escribía exactamente igual, proviso, y forma parte de una locución adverbial “al proviso” que significa “al instante, enseguida”.

Por el hecho de que la voz proviso existe en español, el corrector automático no le dio una señal de que se detuviera, y tomó el traductor la palabra como buena en español para el propósito del texto que traducía, y lo que hizo es que colocó las comillas para ese lenguaje.

El Merriam-Webster´s Collegiate Dictionary ofrece un concepto muy diferente del español para lo que se entiende en inglés por “proviso”. Es un artículo o cláusula (como en un contrato) que introduce una condición. Es una estipulación condicional. En latín entendían que esa condición equivalía a lo que en español se expresa diciendo, “con tal de que, con la condición de que”.

El proviso del inglés lo que hace es que introduce una condición o restricción que limita un derecho u otros efectos a una norma. Así consta en el diccionario Butterworths English-Spanish legal dictionary. En inglés existen varios “proviso” bien conocidos en ciencias jurídicas.

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