DEPENDER DE – DEPENDER *EN – ÉGIDA – CAPACIDAD

“No tenían notas ni libros -dependían enteramente EN su memoria”. (Copiado exacto como aparece en el original.)

En español las cosas dependen DE. Así se dice y se escribe correctamente que algo o alguien dependen de alguna cosa o de alguien.

Quienes con mayor frecuencia caen en la trampa de colocar la preposición EN después del verbo depender son los traductores de textos del inglés, y el texto que consta en cabeza es una traducción de esa lengua -inglés- al español.

Cuando los traductores se equivocan de este modo lo hacen influidos por la construcción del inglés, lengua en la cual las cosas y las personas dependen “on”. Por deslices de este género es por lo que tantas personas desconfían de las traducciones. No es motivo para sorpresa, pues andan por ahí sueltos demasiados “bilingües”, que por ser supuestamente eso. . . se creen traductores.

ÉGIDA 

“En el cargo, Díaz tendrá bajo su ÉGIDA las funciones comerciales de la compañía. . .”

El autor del desmán semántico es un periodista nacido y educado en la lengua española. No hay justificación alguna para que errores como éstos se deslicen en las redacciones de los periódicos. El vocablo destacado en el texto no tiene cabida aquí como se demostrará enseguida.

Conforme a lo que escribe la vigilante corporación madrileña de la lengua, “égida” es “escudo, protección, defensa”. Además de lo anterior, es “piel de la cabra Amaltea, adornada con la cabeza de Medusa, que es atributo con que se representa a Zeus y a Atenea”.

Si se redacta de nuevo el texto copiado más arriba, según el Diccionario académico, resultará así, “. . . tendrá bajo su escudo. . . tendrá bajo su protección. . . tendrá bajo su defensa. . .” Es lamentable pero eso no tiene sentido.

El error tiene su origen en el hecho de que en algunos países de nuestra América morena, creen que la palabra “égida” es equivalente a “mandato, dirección”. De allí salió y ha salido en otros textos el desacierto léxico.

CAPACIDAD 

“Si les parece que yo debo servir EN CAPACIDAD de comisionado en el condado. . .”

No hay que hacer un viaje demasiado largo para dar con el origen del uso de esta “capacidad” en este sitio, sobre todo precedida de esta preposición que tanto se parece a la del inglés, ah caramba. . . ya se mencionó el nombre del santo.

En la lengua española de todos, la capacidad es la propiedad que permite a una cosa contener otras dentro de ciertos límites. Es también la “aptitud, talento, cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo”. En el ámbito jurídico es la “aptitud para ejercer personalmente un derecho en cumplimiento de una obligación”; en el campo legal, además es, “aptitud legal para ser sujeto de derechos y obligaciones”.

Para que no quede resquicio por donde pueda escapar ningún pensamiento absurdo, se desea recordar el sentido del verbo “capacitar”, que es “hacer a alguien apto, habilitarlo para algo”.

En inglés es la lengua en que “capacity” es sinónimo de “duty, position role”. Ya se sabe que en español la dichosa capacidad NO es función, empleo, ni puesto. Lo que deseó expresar la periodista o el declarante, se dice y escribe en español usando la combinación de palabras “en calidad de”, que es lo que debió aparecer en el periódico. Este significado está en el Diccionario, y equivale a “con el carácter o la investidura de”.

RESTAURAR – REPONER 

“. . .está dando la batalla para que se le RESTAURE en el puesto en virtud de su inocencia probada”.

Tan pronto se consulta el diccionario se comprueba que el verbo “restaurar” se emplea sólo para cosas, en ningún momento las definiciones que provee la Academia emplean el vocablo “alguien”. Véase ahora lo enunciado.

El verbo “restaurar” es “recuperar o recobrar; es reparar, renovar o volver a poner algo en el estado o estimación que antes tenía”. Es reparar una obra de arte del deterioro que ha sufrido. Es fácil comprender enseguida porqué es que se le puede hacer oposición al uso de “recuperar” para acompañar a personas. Todavía no se ha escuchado ni leído que el éxito de una cirugía plástica sea “restaurar” el rostro de un(a) paciente.

En el caso de puestos y personas lo más adecuado es escribir y decir que a la persona se le debe “reponer” en el cargo que desempeñaba antes de su acusación. Si se decide aceptar que restaurar tiene también el sentido de “reintegrar o restablecer”, lo es con el matiz más general que indica restituir una cosa o volver a dejarla en su estado habitual.

Con la explicación anterior se espera dejar bien establecida la diferencia entre los dos términos.

ESLOVENO – *ESLOVENIO 

“Lorca y el silencio según el teatro ESLOVENIO”

Es un hecho que después del desmembramiento de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, han surgido muchas repúblicas nuevas, o bien algunas cambiaron sus nombres. Otras por su parte recobraron los antiguos nombres históricos que les correspondían. Aparejado con el fenómeno que se produjo en el seno de URSS, otros países se dividieron.

Algo parecido a lo mencionado en el párrafo anterior ha sucedido en el continente africano, donde algunos países también han cambiado sus nombres oficiales. La única forma que existe para mantenerse al día es consultar los diccionarios de uso, o los libros de estilos que publican muchos de los periódicos de gran circulación.

Para el caso que ocupa la atención aquí, desde hace mucho tiempo está aceptado que para el pueblo eslavo, que habita al sur de Austria, en Carniola, Carintia e Istria, en la antigua Yugoslavia, el adjetivo que se usa, y el único es “esloveno-a”. Con esta última palabra se designa al natural de Eslovenia; también así se llama la lengua que habla este pueblo.

LEITMOTIV – *LEIT MOTIV 

“Cuando se le pregunta cuál es el LEIT MOTIV de esta versión del clásico lorquiano. . .”

Nunca se repetirá bastante que cada vez que alguien recurre a una frase o palabra en una lengua extranjera lo que hace es que claudica y reconoce su propia ineptitud -no la de la lengua- para expresar algo.

Cuanto más se haga, más veces se cae en esta trampa; del mismo modo, mayor es la probabilidad de que se incurra en error. Éste es un ejemplo. El vocablo “leitmotiv”, que es voz alemana, es una sola y única palabra. En propiedad significa “motivo conductor”. Originalmente fue un término reservado a la música, para el tema musical que principalmente en las óperas, caracterizaba un personaje, una situación, un sentimiento. Quien divulgó la expresión fue Richard Wagner, piénsese en su leitmotiv de la Espada, en su tetralogía.

El vocablo figura ya en el Diccionario mayor de la lengua desde la edición del año 2001, como voz alemana derivada de leiten guiar, dirigir, y motiv, motivo. Lo define la Corporación mayor de la lengua como el “tema musical dominante y recurrente en una composición. // 2. Motivo central o asunto que se repite, especialmente de una obra literaria o cinematográfica”.

TRASTRUEQUE – *TRASTOQUE 

“Es el TRASTOQUE de la tradicional escena lorquiana, la manera. . .”

Para empezar, el verbo es trastrocar, y significa “mudar el ser o estado de algo, dándole otro diferente del que tenía”. Este verbo puede utilizarse como pronominal. De lo anterior se puede deducir que el “trastrueque” es la acción y efecto de trastrocar.

La autora de la reseña no anda mal encaminada, porque el verbo “trocar” existe con el valor de cambiar, o también como equivalente de mudar; se le acepta como sinónimo de permutar, aunque la Academia quiere circunscribirlo al asiento. Cuando se refiere a cosas, la Junta madrileña de la lengua asevera que sirve para indicar “mudarse, cambiarse enteramente”. Donde la periodista equivoca el asunto es cuando le resta una “ere” y le muda la terminación para “toque”.

No se ha logrado localizar ningún texto en la América morena en el que se emplee este vocablo, por lo menos no del modo en que lo usa la periodista. Quizás lo que la indujo al error fue el pensar que lo que se hace en casos como los del trastrueque, lo que se retoca o toca con posterioridad (tras) es algo que ya alguien había elaborado antes. Hay que rogar a los manes tutelares para que nos protejan contra creaciones de este género.

SOLAMENTE 

“En una secuencia SOLAMENTE utilizaron 280 explosivos”.

En el caso del texto lo que trataba de destacar el autor fue la gran cantidad de explosivos que se utilizó en la filmación de la película. Mediante este comentario lo que se trata de demostrar es que erró el tiro el escritor, porque lo que se entiende por la forma en que está redactado el texto es que “únicamente” se usaron 280 explosivos, con lo cual se perdió el efecto de la exageración.

Si en lugar del orden en que las palabras aparecen en el seno de la frase hubiese escrito, “solamente en una de las secuencias utilizaron 280 explosivos”, se habría logrado el efecto apetecido.

De todos modos, en los textos es más difícil establecer el sentido de exageración, porque se pierde el acento prosódico que acompaña al “solamente” que indica excepción o exageración en los diferentes contextos. Para que se sirviera bien el propósito de la frase habría que cambiar totalmente la redacción para dejar bien sentado que en las otras secuencias se utilizaron tantos o más explosivos.

MEDIOS 

“Univisión resalta lo atractivo que es, en general, el grupo de MEDIOS en español. . .”

Esta es la solución que el traductor de una de las más viejas y famosas agencias de noticias le dio a la palabra que la señora analista pronunció en inglés, “media”.

Como en tantas otras ocasiones hay que apelar a la autoridad de los regentes de la lengua de Madrid. En el apartado que le conceden a la palabra “medio” en el diccionario de 2001, no hay ninguna que permita que se le conceda el significado que se trata de otorgarle.

Entre las acepciones que constan, para un total de 37, más las expresiones, se llena una hoja de dos columnas. Cabe aquí que se recuerden algunos de los valores del vocablo.

La acepción 14 le reconoce la significación de “diligencia o acción conveniente para conseguir algo”. También es el “sector, círculo o ambiente social”. Además es “caudal, rentas, o hacienda que alguien posee o goza”.

No es sino en la sección dedicada a las expresiones donde la Academia incluye a “medio de comunicación” de género masculino, “órgano destinado a la información pública. Anota la Junta redactora que se le usa en plural con frecuencia. En inglés por una evolución del uso desde el año 1923 se empleó primero “mass media” para referirse a lo mismo que señala la Academia en su diccionario. Cuando se le emplea en la actualidad en funciones de plural de “médium”, se alude así a los miembros de la “mass media”.

En el Panhispánico las autoridades califican de “innecesario, y por tanto rechazable” el uso de la forma abreviada media para referirse a mass media. Debe continuarse el empleo de “medios de comunicación”.

En República Dominicana existe un “medio” que, claro, no consta en el diccionario mayor. Con este término se aludía a las monedas que el padrino de una recién bautizada criatura acostumbraba a lanzar o distribuir a los circundantes a la salida de la iglesia. La denominación no anda mal encaminada, porque si se revisa el catálogo mayor de la lengua se encontrará que “medio” en Cuba es “moneda de cinco centavos”, y en Colombia y México “antigua moneda, mitad de un real fuerte, que equivalía a 31 céntimos de peseta”.

En Perú es “cantidad de dinero”, así lo emplea Vargas Llosa en La ciudad y los perros. En otros países, México, Costa Rica, Colombia, Uruguay y República Dominicana, con funciones de adverbio ante verbos o formas verbales personales, significa “a medias”, así se dice “medio borracho”, que es “borracho a medias”, “medio sano”, sano a medias. No hace falta documentar el uso porque está muy extendido.

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