DATA

“En esta década todas las elecciones han sido duramente criticadas porque ya no es un secreto que C. controla la DATA electoral. . .”

Lo que se persigue es aclarar el valor semántico del término del título al tiempo que se demuestra que se ha usado mal en la frase recogida. Una vez que se termine con esa tarea se procederá a descorrer el velo y exponer el origen del error.

En el diccionario elaborado por las Academias para consumo general no hay nada que indique que data puede ser utilizado en una frase como la que engalana esta sección. La data más conocida es la nota que señala la fecha y el lugar en que ocurre algo.

En otros tiempos la palabra del título se utilizó al principio de las escrituras latinas inmediatamente antes del lugar y la fecha. Como una reliquia de esa costumbre todavía en la actualidad algunos escribanos o notarios al redactar un documento lo encabezan con la palabra “dado o hecho” seguido de la indicación de lugar y fecha.

No hay que devanarse las meninges en argumentaciones con respecto de la impropiedad del empleo del término con el valor que se le atribuye en la oración copiada. Se pasará de inmediato a dejar en claro de donde procede el yerro.

La manera de introducirse esta data en español es mediante el inglés. En esa lengua sí tiene los significados que el articulista pretendió que se le reconociese en su redacción. A tal punto es la penetración cierta que en Puerto Rico el vocablo “data” sirve para denominar el “conjunto de datos estadísticos”. De este modo lo recoge el DAA de la Asociación de Academias.

Antes de ir más lejos vale la pena que se recuerde que data es el plural de datum. De allí que en inglés algunas editoriales obliguen a sus redactores a utilizar el verbo en plural cuando utilizan la voz data. Datum es el participio pasado sustantivado de dare que como es fácil de deducir equivale a dar en español.

En lengua inglesa data la voz del título comprende tres acepciones principales. La más importante en la actualidad es la que causó el tropezón del articulista y se acerca mucho ese concepto al que se mencionó más arriba como copiado por los puertorriqueños: son datos, informaciones numéricas o estadísticas acerca de hechos.

La voz del inglés no solo se ha entremetido en español sino que se ha inmiscuido en el francés para designar en esa lengua lo mismo que hace en español. Los franceses aclimataron el concepto del inglés con la voz de esa lengua données (=datos, informaciones).

En español se utilizan algunos términos de informática con la palabra correcta, tales como base de datos, archivero de datos, fichero de datos, proceso de datos, estructura de datos y otros más.

En el texto de la cita lo que debió aparecer es “estadística o información”. Una vez enmendado sería “…que controla la información electoral…” o “…que controla la estadística electoral…”

La solución más sabia sería “…que controla los datos estadísticos electorales…”

OTORGAR

“. . .con un bloque y tapa de cilindros en aluminio fundido, lo que le OTORGA poco peso”.

Es impropio aquí el uso del verbo otorgar en esta frase. La veracidad de lo enunciado en la oración in mediatamente anterior a esta saldrá de la exposición que se hará más abajo. Este no es un caso aislado del uso del verbo ensanchándole su campo semántico.

Por si acaso a alguien le surge la duda, se repasarán rápidamente las acepciones del verbo otorgar. El verbo significa: consentir, condescender, o conceder algo que se pide o se pregunta. Es hacer merced y gracia de algo. En Derecho es disponer, establecer, ofrecer, estipular o prometer algo. Se han vertido aquí casi al pié de la letra las acepciones.

Ahora cabe que uno se pregunta cómo hacer para que quepa uno de estos verbos de las acepciones anteriores en la frase del ejemplo al principio de esta sección sin que se altere el sentido de ella. No hace falta que se recalque que con eso se pide un imposible.

Además se puede añadir que otorgar es: dar, ceder, acordar y dispensar. Ninguno de estos sinónimos puede hacer la función de conferirle sentido a la cita. La única explicación que se puede ofrecer para una impropiedad de este calibre es que el periodista estaba en otra esfera sideral mientras tecleaba su artículo.

Una propuesta puede hacerse en español pedestre para reemplazar el discutido verbo de esta sección. “. . .que le añade poco peso”. O en sentido inverso: “. . .que pone poco peso”.

Poco a poco se va convirtiendo en una realidad indiscutible que cada vez que las personas que escriben por los periódicos introducen palabras “domingueras” en sus escritos penetran en un terreno movedizo que los expone a errores.

COMPAÑERO/A SENTIMENTAL

“”. . .dijo C.P.M., una de las dos hijas que el ex mandatario tuvo con su COMPAÑERA SENTIMENTAL C.M.”

Esta combinación que ocupa el sitio del título ha hecho su aparición en los medios de comunicación pública no hace largo tiempo. Hasta la Real Academia cuando trae el adjetivo sentimental lo califica de eufemismo que corresponde a las relaciones amorosas sin vínculos regulados por la ley.

La noble capacidad que tiene el ser humano de experimentar impresiones en el alma es lo que se encuentra en la base de lo que se denomina en su función adjetival de sentimental. Es algo que pertenece al espíritu. De allí que ese sentimiento afectivo constituya la idea de lo que es el amor. Lo sentimental viene dado por medio de las emociones, de los afectos.

Los medios de comunicación ya sea por norma de los editores y propietarios o por miedo a las demandas legales han moderado en gran medida el tono de sus expresiones. De allí que se recurra con inusitada frecuencia a llamar “presunto” hasta a la persona que las autoridades han agarrado con las manos en la masa, en flagrante delito. Como parte de esta tendencia han desparecido algunas voces como por ejemplo en este caso el vocablo concubina.

El DRAE al definir el concubinato lo hace así: “Relación marital de un hombre y una mujer sin estar casados”. El término marital se refiere a las relaciones de la vida conyugal. El último movimiento de la Academia de la Lengua ha llevado a ese colegio a tildar de cónyuge a la persona unida a otra en matrimonio.

En algunas situaciones al tipo de relación que existe entre dos personas sin que medie sanción legal se denomina “relación extramatrimonial” sobre todo cuando una de ellas está ligada a una tercera por vínculos matrimoniales.

La sociedad moderna ha introducido muchos matices entre estas relaciones entre personas. Además las leyes han sancionado con holgura los derechos de los hijos de esas relaciones.

El propósito principal cuando se recurre a un calificativo como “compañero/a sentimental” es suavizar las palabras para no condenar el tipo de relación. De esta manera se respetan las relaciones sin tomar partido acerca de ellas. Quizá así se adopta una posición neutra al respecto.

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