Cruza – a sabiendas de que – suéter (jersey) – cool – duna

CRUZA

“Su máquina no era más grande que una computadora de escritorio, y parecía una CRUZA entre una máquina de tejer hogareña y el torno de un dentista”.

Quienes tienen el oficio de escribir por lo regular adoptan un español que algunos rehúsan llamar lengua internacional, o español internacional, lo que en otros momentos de la historia de la lengua se ha denominado español estándar, con todo y la adaptación del anglicismo.

En esta sección el propósito es saber cuán adecuado es el vocablo “cruza” en el contexto y, más que otra cosa, dilucidar su oportunidad en medio de una redacción de este tipo.

El verbo cruzar en español general cuenta con un sustantivo reconocido y ampliamente utilizado: cruce. Se usa este para las cosas, los caminos, el paso peatonal, los animales, para la interferencia telefónica o de emisiones radiadas y por último, para las palabras o formas gramaticales.
Para dar con alguna cruza se hace necesario ir hasta el DAA y encontrar allí una acepción que tiene relación con el verbo cruzar, en el sentido de arar por segunda vez un terreno.

La otra cruza que aparece en el antes citado diccionario es propia de Ecuador y tiene que ver con el cruzamiento de animales. Aparte de estas cruzas no hay otra más.

A pesar de haber indagado con detenimiento acerca de este sustantivo del título no se ha conseguido un asiento bibliográfico que satisfaga el propósito. Todas las pistas apuntan hacia un uso del verbo cruzar, del cual deriva un sustantivo diferente a cruce, con la forma de cruza.

Este  “cruza” desempeña las funciones de cruce. Esto se desprende del hecho de que el aparato que observa y llama la atención del articulista es una máquina híbrida producto de una imaginación que consigue crear un equipamiento nuevo con características de computadora de escritorio y máquina de tejer hogareña.

De la misma forma en que se ha hecho en otras ocasiones, aquí se aconseja de nuevo a quienes tienen por oficio escribir para el gran público que utilicen la menor cantidad de voces equívocas, regionales, o particulares de países, grupos o profesiones.

 

A SABIENDAS DE QUE

“. . .a sabiendas QUE será recibido por un poder de fuego que raya en el exterminio”.

El uso inveterado ha obligado al hablante cuidadoso a colocar la preposición DE antes de la conjunción “que” en la locución “a sabiendas de que”.

Esta locución se aplica a la manera de alguien actuar. No debe confundirse con la locución adverbial “a sabiendas” que se utiliza en los casos en que se obra con conocimiento del valor, de las consecuencias de la acción de que se trata. Ejemplo: “Lo hizo a sabiendas”.

En los casos en que la locución va acompañada de un complemento introducido por la conjunción “que” se aconseja que se diga o escriba la preposición DE antes. Así resulta: “Lo hizo a sabiendas de que me perjudicaba con su proceder”.

 

SUÉTER – JERSEY

“Alfombras y tejidos hechos a mano, incluyendo SUÉTERS y ponchos de lana de estupenda calidad”.

Al final de esta sección se tendrá la impresión de que entre las dos palabras no existe diferencia alguna, solo que una es de uso en América, la primera, y que la segunda designa la misma pieza de vestir pero en España.

El jersey es una “prenda de vestir, de punto, para el medio cuerpo superior” como muy bien lo define Arturo del Hoyo en su Diccionario de palabras y frases extranjeras. El nombre de la vestimenta derivó de la isla de Jersey, que es la más grande de las islas que están situadas en el canal de la Mancha. Se denominó así por el tipo de tejido de punto de esta isla que cobró fama en Europa hace varios siglos ya.

Fue confeccionada al principio siguiendo los métodos que se utilizaban en esa isla para el tejido de punto. Los materiales con los que se confecciona han variado mucho a través del tiempo, al principio fue de lana, luego el tejido pasó a ser de algodón y lo han hecho hasta de seda.

El jersey al principio fue ajustado al cuerpo, más tarde empezó a colocarse sobre otras vestimentas. Los hay sin mangas o con ellas, con cuello alto vuelto, sin cuello, con la parte alrededor del cuello abierta en forma de letra V (uve) que permite mostrar el nudo de la corbata que se lleva.

Con respecto del suéter, que es la adaptación gráfica al español y como aparece en el diccionario de la Academia, cuando se busca en el DRAE lo que se encuentra es una remisión o envío a jersey que la corporación madrileña define: “prenda de vestir de punto, cerrada y con mangas, que cubre desde el cuello hasta la cintura aproximadamente”.

Como el jersey, el suéter al principio fue de lana y, en general, aun lo usan los deportistas durante sus ejercicios y entrenamientos. Proviene el nombre del inglés sweat que significa sudor. Ese era el propósito: hacer sudar, transpirar o ayudar a calentar o conservar el calor humano generado por el cuerpo del deportista que se sometía a ejercicios.

Las formas, el tejido, la confección ha evolucionado con el tiempo y las técnicas modernas de elaboración de las vestimentas. Lo que ha cambiado también es la actitud de la RAE con respecto de estos dos nombres.

El plural de suéter es suéteres y, de esa forma debió escribirlo la periodista que redactó la reseña de viaje. El plural de jersey es jerséis y ha de tenerse en cuenta que no hay tal cosa en singular que se escriba *jerséi. En América a veces prefieren adaptar la ortografía yérsey, con su correspondiente plural yerseis.

 

COOL

“Por el contrario, sus películas, programas de televisión y celebridades han hecho COOL para los jóvenes el drogarse”.

Algunos lectores se preguntarán, ¿por qué se trae en esta columna acerca de la lengua española una voz que es completamente extraña a esta, que pertenece a otro idioma? La respuesta es obvia: los jóvenes la utilizan con frecuencia en sus conversaciones; hasta los menos jóvenes la introducen en sus artículos en español sin presentarla en cursiva.

Hay que prestar atención a la voz del inglés porque es muy frecuente y ha logrado  reemplazar muchas palabras auténticas del español común. La polisemia de la voz inglesa es tal que se ha convertido en un comodín. La última aseveración se demostrará más abajo cuando se desarrolle el tema de esta sección.

En algunas ocasiones cool es entretenido, significa que eso que se mencionó antes es moderno, que está a la moda o refleja la moda de ese momento, lo que equivale a decir que está a la última, o como decían antes, está conforme con el último grito de la moda.

En una conversación informal uno de los interlocutores al responder a lo que se le dice puede hacerlo solamente diciendo: cool. En este caso hay que tomarlo con el valor de bueno, estupendo. Ambas palabras significan una aprobación a lo que se dice o se propone.

En un intercambio de expresiones entre hispanohablantes jóvenes, o más jóvenes, ese cool puede representar un bien; en jerga juvenil bacano, chévere.

En resumen, además de lo que se enumeró en el tercer párrafo de esta sección, la voz del inglés se la emplea tomándola para manifestar aceptación, consentimiento, aprobación y hasta admiración.

En ocasiones sucede que quien emplea una de estas voces de moda ajena al léxico español, si no es joven, desea demostrar que está cool, es decir a la moda, al día, actualizado.

Con tantos vocablos apropiados que existen en español no hace falta echar mano de voces extranjeras para expresar sentimientos, impresiones u otros estados de ánimo; a menos que la persona que lo hace desee evitar tener que pensar y con ello claudica empobreciendo su léxico.

 

DUNA

“. . .el residente de la playa se preparaba para dormir de nuevo en las DUNAS de arena de Lummus Park”.

El periodista o el traductor que redactó esta frase lo que ha hecho es repetir un error en el que muchos hemos incurrido. Para despejar el asunto desde el principio, todo se reduce a que las dunas son de arena.

Puede ocurrir que haya diferencia en cuanto  a otros aspectos de la definición de lo que una duna es, pero esencialmente todas son: de arena. Las diferencias se manifiestan hasta “en las altas esferas”.

La palabra duna procede del neerlandés, lengua es la cual escribían duin y es un montículo de arena que forma el viento en desiertos y playas. La duna académica, es decir, de la RAE, es una colina de arena “movediza” que empuja el viento. Movediza porque la mueve el viento.

La única diferencia entre las dos dunas citadas es la característica de que una de ellas es “movediza”. Para tranquilidad de los lectores, las dunes francesas no son de arenas movedizas. La duna del inglés no es necesariamente movediza por definición, pero esa lengua las conoce con un adjetivo que las define.

Todo este espacio que se agota en esta sección es porque en español por definición las dunas son de arena, por lo tanto, cada vez que se diga o escriba que una de ellas “es de arena” se está cometiendo una infracción conocida en el ámbito de la lengua con el nombre de pleonasmo.

El pleonasmo es un vicio en el que se denota uso superfluo, de sobra, redundante de palabras. Sobre todo cuando no hay necesidad de ellas. Son palabras que no hacen falta, que no añaden belleza.

Es válido que se añada aquí que en algunos casos el arte de escribir permite que una persona versada en ese arte emplee ciertos vocablos que a primera vista se presentan como superfluos, pero que en realidad le imprimen más fuerza y colorido a la expresión. Ese no es el caso en la redacción de la frase transcrita.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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