CREOLE – *CORNETEO – ROLLING

“. . .brindará un servicio público con mensajes radiales en español, CREOLE e inglés.”

Son muchos los hispanohablantes que a través del inglés o del francés entran en contacto por primera vez con la palabra del título. Como consecuencia de ello la adoptan sin darse cuenta de que para algunos de los usos que posee el término en esas lenguas, el español cuenta con un vocablo apropiado.


La palabra “criollo”, en su sexta acepción reza así: “Se dice de los idiomas que han surgido en comunidades precisadas a convivir con otras comunidades de lengua diversa y que están constituidos por elementos procedentes de ambas lenguas. Se aplica especialmente a los idiomas que han formado, sobre base española, francesa, inglesa, holandesa o portuguesa, las comunidades africanas o indígenas de ciertos territorios originariamente coloniales”.

Muchas personas piensan que el único creole que existe es el haitiano. Quienes piensan de este modo lo hacen porque la voz procede del francés y porque el idioma haitiano tiene en su seno una gran influencia de lengua francesa. Hay otras personas que en cuanto saben que hay otro creole hablado en Luisiana le colocan un modificador y designan el criollo de Haití como el “creole haitiano”.

Una vez que se llega a este punto es pertinente que se formule la pregunta para saber si no ha llegado el momento en que se llame “haitiano” a la lengua que se habla en Haití; de la misma manera que a la lengua que se habla en Noruega se llama noruego. La hipótesis se basa en que ya cuenta este idioma con una representación ortográfica reconocida y con una literatura que crece. El “haitiano” reviste ya las características de una lengua.

*CORNETEO 

“El CORNETEO de los carros y el grito de miles de personas que inundaron las calles. . .”

Aquí como en  muchos otros casos se ha creado un verbo para satisfacer una necesidad. La formación se hace sobre la base de la palabra “corneta” con el sentido que posee ésta como sinónima de claxon.

La Academia consigna el valor de corneta, en sus funciones de equivalente de claxon, de uso en Venezuela. A pesar de ser cierto lo anterior, es cierto también que el uso se ha extendido a otros países, entre ellos República Dominicana. En muchos casos –cuando estaban de moda- se reservaba el término corneta para el claxon niquelado que iba colocado en la parte exterior del vehículo.

El “cornetear” sería entonces el ruido producido por las cornetas de los automóviles, o la acción de hacer sonar las cornetas de los automóviles. Para esta acción cada país ha creado su propio verbo, así se tiene que en algunos de ellos es “pitar”, por llamarse pito al claxon.

ROLLING  

“D. M. empujó una anotación con un ROLLING, acortando la ventaja de Florida a 3 a 1.”

En inglés el verbo que se encuentra en el origen del participio presente copiado en el título significa “impulsar hacia delante algo para que dé vueltas continuamente sobre una superficie”. Además de este significado, el verbo posee otros significados en inglés, pero se puede retener solo éste en este caso porque servirá muy bien el propósito de lo que se propone exponer aquí.

En el béisbol, el rolling “es el golpe que se da a la pelota con el bate de modo que se desplace a poca altura del terreno rebotando contra el suelo”. Naturalmente, al pronunciar la voz inglesa en español se la hace perder la “g” final y termina como “rólin”.

En las narraciones deportivas, así como en las crónicas de los partidos, es muy común escuchar o leer la voz del inglés, así como otras versiones “españolizadas” del vocablo estudiado. De aquí es de donde nacen, “rolata, rola” y “roletazo”, que son palabras que pertenecen a la jerga del béisbol.

*TOUROPERADORES 

“El evento contará con la asistencia de un centenar de ejecutivos de hoteles y aerolíneas, agencias de viajes, TOUROPERADORES y legisladores norteamericanos. . .”

Durante largo tiempo la voz inglesa tour se usó en español no obstante que se la catalogaba como un anglicismo en español. Para evitar el empleo de la voz examinada se proponía la utilización de “excursión, paseo, recorrido, vuelta, viaje”.

El diccionario de las autoridades de la lengua trae la palabra tour como voz francesa, con la definición siguiente, “excursión, gira o viaje por distracción”. La segunda acepción que le asigna es “gira, serie de actuaciones sucesivas de un cantante, grupo musical, etc., por diferentes localidades”. Además de las dos anteriores, posee una acepción limitada al campo militar, “período o campaña de servicio obligatorio de un marinero”. Para finalizar, la Academia consigna también la expresión tour de force, “esfuerzo grande, físico o anímico”.

Para la voz del título se han hecho varias adaptaciones, “tour-operador, operador turístico, operador de turismo, touroperador”. En la composición que surge de “tour-operador”, el último elemento significa “director, organizador”. Algunos hablantes emplean “organizador de viajes” para referirse al profesional que organiza sobre todo los viajes internacionales de placer.

Es posible que si alguna vez las autoridades de la lengua le dan entrada al “tour-operador” lo hagan con una definición similar a la que se propone aquí, “empresa que crea, prepara y coordina el conjunto de servicios que constituirá un viaje organizado, distribuido por las agencias de viajes”.

La adaptación que se ha hecho en español en una sola palabra no es una buena adaptación del tour operators del inglés; el plural “operadores turísticos” sería lo más razonable para ofrecer a los hablantes. Como ha sucedido en tantas ocasiones anteriores en la lengua, el uso no depende solo de lo acertada de la propuesta, sino de la acogida que reciba de los hablantes.

El Diccionario panhispánico de dudas, 2005, consigna turoperador porque está documentado ya en el uso. El plural es turoperadores. Sirve para mencionar la “empresa mayorista de turismo que vende viajes organizados”. Ese diccionario también asienta la expresión operador turístico con sentido idéntico.

*NUERO 

“. . .despierta simpatía en el papel de la esposa que accede a convertirse en madre sustituta a favor de su hija y su NUERO norteamericano. . .”

El error que se detectó en este texto es muy común en la lengua hablada. Es raro en los textos.

La nuera es “respecto de una persona, mujer de su hijo”. Es femenino, y el masculino correspondiente desciende de otro costado.

El yerno es “respecto de una persona, marido de su hija”. La Academia asienta el vocablo “yerna” como de uso en varios países, entre ellos, Bolivia, Colombia, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela. Esta yerna sería el femenino de yerno.

Aun cuando la autoridad consigna lo que se trascribió antes, no menciona nada con relación a “nuero” para reconocerle uso en ningún país.

En el habla coloquial y popular de algunos países de América y de algunas regiones de España, se usa a veces la voz nuero formada con la ayuda de nuera como heterónimo de yerno.

Lo que mueve a los errores es la poca relación que existe entre las dos palabras, el femenino y el masculino, que sirven para mentar a los cónyuges de los hijos respecto de los padres de éstos.

CONEXIÓN 

“Una CONEXIÓN de M. C., que hubiera sido quizás un doble play, se le escabulló a A. G.”

Para las personas que no son aficionadas al béisbol, leer o escuchar algo parecido de seguro las enviará a las tinieblas de lo ignoto.

Para desentrañar el significado aquí del término “conexión” hay que remontarse hasta el infinitivo del verbo conectar y repasar el sentido que éste tiene en el deporte mencionado antes.

El verbo conectar es “pegar con el bate a la bola que ha sido enviada por el lanzador”. La conexión se refiere al contacto que el bate ha hecho con la pelota, y al resultado de ese contacto, es decir, el impulso que a su vez adquiere la pelota al ser despedida por el choque.

Como es fácil de adivinar, nada hay reconocido en el diccionario de la Academia madrileña de la lengua que aliente el uso del vocablo como se hace de modo exclusivo en el béisbol.

*ANGELEÑO 

“El ANGELEÑO de 39 años, empleado de una empresa marítima, dice que el gobernador tiene derecho a terminar su mandato.”

Por el contexto en el cual se encontró el desaguisado se puede deducir que este gentilicio se le aplicó a una persona que vive en la ciudad de Los Ángeles, de los Estados Unidos de América, como escribe la Academia para referirse a esta ciudad.

Los naturales de esa ciudad en los Estados Unidos de América en realidad se llaman “angelinos”, pues es así como se les conoce en el mundo hispánico. Este adjetivo, que también desempeña funciones de sustantivo, sirve para designar también a los naturales de la ciudad de Los Ángeles en Chile.

El vocablo angelino sirve además para mencionar todo lo relativo o perteneciente a alguna de estas dos ciudades.

CIRUGÍA – *CIRUJÍA 

“Sin embargo, la FDA permitió a mujeres que estaban recibiendo *CIRUJÍA reconstructiva, incluyendo sustitución de implantes de seno, la utilización de la silicona. . .”

No hay que esbozar una sonrisa al encontrarse con un desliz de este género. No es motivo de burlas el hecho de que una persona escriba de este modo el nombre del arte de curar por medio de operaciones.

En el siglo XIX era frecuente que se dudara con respecto de la ortografía correcta de la ciencia médica llamada cirugía. En textos de esa época se puede encontrar con frecuencia el nombre escrito con la jota. No es menos cierto también que desde que la Academia adoptó su posición mantenida hasta ahora,  en relación con la letra jota y cuando hay que usarla o evitarla, la regla ha sido clara.

Hace ya cerca de ciento cincuenta años que la palabra cirugía se escribe con la “G” y no con la jota. El fenómeno de cambiar de ortografía no es exclusivo del español. En el francés del siglo XVIII se escribía sirurgie; en la época moderna pasó a chirurgie.

Ah, antes de terminar, muchas personas prefieren “someterse a una cirugía reconstructiva”, en lugar de “recibir una cirugía reconstructiva”.

BRAZAS – BRASAS 

“Aquí puede escoger entre vegetales a las BRAZAS como berenjena, cebollas o ají morrón. . .”

Ya en los Estados Unidos de América los hispanos no comen ensaladas, hortalizas, ni legumbres; están sometidos a la dictadura de solo comer vegetales. Con lo antes escrito se desea destacar el uso excesivo –casi exclusivo- que se hace de “vegetales”, con el consiguiente arrinconamiento de las otras palabras mencionadas. Esta imposición obedece a la influencia del inglés. En esa lengua casi siempre se usa la voz vegetables. Ahora, al grano.

La brasa es, la “leña o carbón encendidos, rojos, por total incandescencia”.

La braza es una medida de longitud que se usó mucho en marinería.

Quizás este sea el sitio apropiado para mencionar que el nombre Brasil procede de brasa, por el color rojo. Fue famosa la madera del “palo de Brasil” que tenía esa pigmentación.

En nuestra América Morena es muy común que se pronuncien ambas palabras, brasa y braza, de la misma forma. Muy probablemente ahí se origina la confusión al escribir una u otra palabra.

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