Reguero, implantar, piso, acezar

REGUERO

Este sustantivo tiene en República Dominicana una acepción que hasta donde ha podido indagarse no ha recibido el reconocimiento de los especialistas de la lexicografía.

No puede negarse que reguero posee acepciones reconocidas de uso en República Dominicana que comparte con otros países de Hispanoamérica.

El reguero más conocido es el que se refiere a “conjunto de cosas”. Puede ser que quien estas reflexiones escribe esté equivocado, pero esta redacción trae a la mente de la persona que la lee que se refiere a diferentes tipos de cosas, de diferentes géneros, diversos.

En República Dominicana se ha oído el reguero usado para expresar una gran cantidad de algo del mismo género, tipo, de la misma cosa. Se expondrán algunos ejemplos de uso oídos en el habla diaria.

“Para limpiar la galería, esa mujer hizo un reguero de agua”. “Con el pleito que se armó en la fiesta, eso terminó en un reguero de sangre”. En los dos ejemplos aquí presentados se nota de inmediato que el reguero dominicano se refiere a derramar o utilizar líquido en profusión. Con este significado dominicano para reguero se pone de manifiesto que los hablantes del español dominicano asocian la idea de reguero con el verbo regar.

Con este comentario se aboga para que en las próximas ediciones de lexicones de voces dominicanas e hispanoamericanas se incluya esta acepción para el sustantivo reguero.

 

IMPLANTAR

“. . .en que supuestos agentes habían IMPLANTADO droga a. . .”

A veces las soluciones obvias escapan a la inteligencia de quien redacta. Este implantar que se encuentra en la frase transcrita es un ejemplo palpable de eso que se acaba de escribir.

En lugar de redactar con la mente centrada en el español, lo que muchos hacen es pensar en una lengua extraña y mal traducir lo que en esa lengua escriben.

No es esta la primera vez que en estos comentarios se trae la idea de personas de habla hispana que en el momento de redactar recurren a pensar en palabras que se usan en otra lengua extraña a la propia. Esto sucede con mucha frecuencia entre el español y el inglés, aún cuando algunas personas puedan pensar que se trata de una exageración.

Es válido que en esta parte de estas apostillas se pregunte el lector, ¿de dónde sale este verbo “implantar” en este contexto? La explicación es el propósito de este escrito.

En inglés la policía plant drogas, armas de fuego y otras lindezas para inculpar de ese modo a los presuntos transgresores de la ley.

La solución obvia que se mencionó en el primer párrafo de esta intervención no es utilizar el verbo plantar o implantar, sino poner, colocar. Sí, eso último es lo que se hace. Esto así porque el verbo implantar en español tiene significados muy alejados de ese que se le ha querido atribuir.

No hay  necesidad de torturar el cerebro para llegar a la solución que se propuso en este caso. Lo que se hizo fue pensar en español y utilizar un par de soluciones sencillas de las muchas que ofrece la lengua corriente.

 

PISO

“. . .su PISO popular luce cada vez más disminuido. . .”

Los hispanohablantes de América ya se han acostumbrado a que un apartamento, también conocido por el nombre de departamento, en España recibe el nombre de piso.

Ahora bien, en el ejemplo de la cita traída en esta sección la palabra del título no está empleada con ese valor. Aquí se usa en un sentido traslaticio. Esto es, se usa en sentido o significado que es distinto del propio o habitual.

Por la forma en que está redactada la frase se entiende que no se trata del sentido material del vocablo piso, sino de alguna manera se refiere al apoyo, base, soporte, sostén, sustentación.

De un modo más refinado que el ya enunciado se conoce en Chile, país en el que piso se acepta en tanto “base teórica o ideológica en la que se sustenta alguien o algo”. Esta acepción aparece registrada en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Es probable que en el caso de la frase transcrita no haya necesidad de ir tan lejos y que puede entenderse la idea de lo expresado con la ayuda de uno de los sinónimos propuestos para piso en la frase copiada.

Tal y como sucede en muchos casos en las lenguas, la envoltura distrae el contenido. La forma externa de la presentación no es directa porque se considera muy pedestre y se recurre a meandros que disfrazan el mensaje. Olvidan que la vía directa es la más segura.

 

ACEZAR

“. . .se puede ACEZAR a los periódicos. . .”

En ocasiones anteriores se ha criticado que personas que se presumen cultas incurran en errores como el que se destaca en la frase reproducida. Se ha explicado ya que es posible que sea una mala pasada del corrector automático del computador, o bien, que sea eso sumado a una ligereza del redactor por no revisar lo que escribe. En los dos casos eso no exime de responsabilidad a quien así redacta.

Acezar fue un verbo que en tiempos ya idos se empleaba de manera incorrecta diciendo “cesar” para la acción que hacía en los juegos deportivos un jugador al respirar trabajosamente a causa del esfuerzo o de la fatiga. Eso sucedió hace muchos años ya. Muchos años más tarde se aprendió que el verbo en buen español era acezar.

En el caso de la cita lo que ha habido es una mala transcripción de un verbo de gran empleo en la actualidad. El verbo que parece que quiso usar el redactor fue accesar, para dar a entender que se tenía así acceso a los periódicos.

El verbo accesar no ha sido bendecido aún por las autoridades que custodian la unidad de la lengua internacional. En República Dominicana y en otros catorce países de la América hispana se utiliza este verbo para expresar que alguien tiene “acceso a información o a datos contenidos en un sistema informático”. Así aparece en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española. De un modo más dilatado en República Dominicana ese verbo se usa también para “acceder una persona a algo”.

No cabe duda de que ese verbo procede de las orillas de la lengua inglesa, pero eso no lo invalida si el uso lo acredita. Según parece este verbo es innecesario porque existe en español el verbo acceder.

Si el verbo accesar no logra reconocimiento en un futuro próximo en mucho se deberá a que se utiliza en América y no en Europa. Si más arriba se escribió que ese verbo se emplea en catorce países, con los diferentes significados se conoce en 17 países. Lo que queda por hacer es el cómputo de hablantes de español que usan el verbo y la frecuencia.

Con lo escrito en el párrafo inmediatamente anterior a este no se justifica el uso, sino que se pide que se consideren los cálculos de la presión de las cantidades de hablantes involucrados. pues existe la posibilidad de que este verbo forme parte del léxico pasivo, con poca incidencia en el léxico activo.

En los casos en que se tienda a usar el verbo sacado del inglés, es mejor utilizar el verbo acceder que tiene larga historia en el español común.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Dundo/a, cualquerizar/cualquerización, precariado, sincerizarse

DUNDO/A

La palabra dundo tiene varias acepciones en el español dominicano. De acuerdo con el criterio de quien esto escribe hay una de esas acepciones que debe tomarse en cuenta, pues no ha recibido toda la atención que merece.

El Diccionario del español dominicano (2013) considera que es en sus funciones de adjetivo y referido a persona, “que tiene el uso normal de los sentidos parcialmente alterado”; más adelante en la segunda acepción en funciones de adjetivo asienta “Referido a persona, lela, tonta”.

La primera acepción la comparten los dominicanos con seis países más de Hispanoamérica. La segunda acepción señalada más arriba es común a cuatro países de la América hispana. En el Diccionario de americanismos (2005), no se menciona la República Dominicana entre los países que utilizan la voz dundo/a con ese valor.

La obra Aiguna palabra dominicana (2015:120) recoge la voz del título con un significado pertinente conforme con el criterio de quien estas líneas escribe. Ese libro usa las voces, “Mariado. Tonto”. Para los fines de este examen la palabra que interesa es “mareado” en el sentido de sentir mareo, con malestar en el estómago que puede venir acompañado de náuseas o vértigo. Con ese significado recuerda haberla escuchado el autor de estas líneas.

No cabe duda de que esta omisión será subsanada en ediciones futuras de los lexicones antes mencionados.

 

CUALQUERIZAR – CUALQUERIZACIÓN

“. . .la CUALQUERIZACIÓN nos arropa. . .”

En el título aparece un verbo que es desconocido de la mayoría de los lectores, se trata de cualquerizar; además hay allí también una voz que se presume que se utiliza en funciones de sustantivo en la frase reproducida, cualquerización. Este sustantivo puede hacerse del gusto de los intelectuales porque es largo.

Más adelante se explicará lo que se entiende por estas voces que aún no aparecen asentadas en los inventarios reconocidos del español común. Después se abundará acerca de cualquier/a, para explicar sus funciones y su plural. Esto se ilustrará con ejemplos.

Un cualquiera es una persona sin importancia. Como siempre sucede en estos casos, una cualquiera es una mujer que se dedica a la prostitución, o, en el mejor de los casos, una mujer que se hace fácil llevar a las relaciones sexuales. Los conceptos con respecto de la mujer demuestran un sexismo denigrante.

Del hecho de que “cualquiera” en sus funciones de sustantivo sea un “insignificante” hace pensar que el significado del verbo sea atribuir poca importancia a la persona así calificada. De esta suerte el sustantivo cualquerización será el reconocimiento de la pobre condición de una persona o grupo de personas de escaso o ningún prestigio, poder o influencia.

De alguna manera el verbo cualquerizar hace pensar en “ningunear” que comenzó en México, si mal no se recuerda, y al cabo de un tiempo relativamente corto hubo que admitir en el español internacional por el uso intensivo que de este se hacía. Además, se granjeó ese puesto por la propiedad de su formación y la oportunidad de su empleo.

Con respecto a cualquiera. No debe olvidarse que el plural para el adjetivo es cualesquiera. Ejemplo, “Cualesquiera sean las circunstancias, se hará justicia”. Cuando se pluraliza el sustantivo, se hace del modo normal del español, es decir, añadiendo una ese /s/ a la palabra en singular. “No les hagas caso, que son unas cualquieras”.

 

PRECARIADO

“”. . .usan el concepto de PRECARIADO para. . .”

El Diccionario de la lengua española no ha registrado aún la voz del título en sus páginas. Cuando se hace una consulta en línea, en lugar de llevar a la voz del título, la vigesimotercera edición envía a la palabra más próxima, precarizar, que allí se recoge de este modo, “Convertir algo, especialmente el empleo, en precario, inseguro o de poca calidad”.

Fundéu valora el vocablo del título llamándolo “neologismo válido” por su formación, y lo define, “sector social que se ve sometido a inestabilidad e incertidumbre laboral prolongadas y que no percibe ingresos o estos son muy bajos”.

Con la intención de abundar acerca de la necesidad del término, la institución antes mencionada escribe, “En España, el precariado engloba un sector social constituido por personas de muy diversa condición y que no pertenecen necesariamente al proletariado. . .” Esta frase separa ese sector social del proletariado.

La obra Neologismos del español actual (2013) que incorpora en sus páginas las palabras que “solo se han podido documentar en textos escritos entre 1990 y 2013”, consigna la voz del título en sus páginas de este manera, “precariado (quizá acrónimo de preca[rio] y [proleta]riado m. Sector social formado por desempleados y trabajadores con trabajo inestable y bajos ingresos”, (2013:186).

No cabe duda alguna de que la voz del título se encuentra en el camino correcto para ser admitida en el sanctasanctórum de la lengua española.

 

SINCERIZARSE

“. . .exige SINCERIZARSE para comprender. . .”

La composición de este verbo se parece mucho a otros que han aparecido en el español, que han hecho buena carrera en el seno del español hablado, que han hecho su transición al escrito y, que han terminado aceptados por los hablantes cultos de la lengua, y en consecuencia, por las autoridades que velan por la unidad de la lengua común.

Este proceso que se ha esbozado en el párrafo anterior es el itinerario que recorre una voz nueva en las corrientes de la lengua. Al principio se descarta la nueva voz, se califica de ajena a las buenas costumbres idiomáticas. Más tarde se tolera la voz, para luego de un tiempo en que ella exhibe permanencia, termina consagrada por las Academias que cuidan de las buenas costumbres de la lengua común.

La buena fortuna de este verbo dependerá del uso que de este hagan las plumas reconocidas; de la insistencia del empleo que de ella se haga y de la diversidad de fuentes que se sirvan de esta. Hasta la fecha en que se escribe este comentario ninguno de los diccionarios consultados reconoce la existencia de la voz en estudio.

El verbo que sí se encuentra en todos los diccionarios consultados es sincerarse, que tal como lo hace el verbo sincerar, proviene de la palabra sincero, que a su vez lo hace del latín sincerus. El verbo sincerar está documentado en español desde el año 1677 y fue tomado del latín tardío sincerare. Conforme con lo que expresa el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, vol. V, pág. 256, el verbo sincerar es “palabra ajena a los demás romances, salvo el italiano sincerare”.

En casos como el que se examina en esta sección, la mejor decisión es no utilizar el verbo del título, y, en su lugar usar el verbo sincerarse para expresar, “Mostrar abiertamente un tema por muy espinoso que sea”. O para comunicar, “Adoptar una serie de medidas con el fin de enmendar cosas consideradas perjudiciales y que se mantenían ocultas”. Esta es la forma en que se usa en el español dominicano este verbo. Así lo registra el Diccionario de americanismos (2010).

El Diccionario de la lengua española (2014:2016) para el verbo sincerarse recoge la acepción siguiente, “Hablar sinceramente con alguien, especialmente contándole algo que se mantenía oculto”.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Regendear, ballotage, novel/*nóvel/nobel/*nóbel, acarrear

REGENDEAR

Regendear es un verbo dominicano por todos sus costados. Se debe admitir, al introducirlo en estos comentarios que su uso es muy limitado en el español dominicano. Las noticias acerca de ese verbo llegan desde el suroeste de la República Dominicana.

El verbo se usa(ba) para dar a entender que alguien camina(ba) por vías poco frecuentadas. Es sinónimo de otro verbo de características dominicanas también, callejonear. Al traer este otro verbo se arroja luz sobre el significado del anterior, pues es, o era, andar o caminar, dirigirse de un sitio a otro a través de callejones.

Hay que tener en cuenta que estos callejones eran o son muy angostos, por los que solo podían o pueden transitar personas a pie o a caballo. En algunos casos estos callejones funcionan o funcionaban para permitir el acceso a propiedades que se encontraban situadas detrás de las que tenían más fácil entrada.

Estos callejones no tienen (tenían) pavimento alguno y, el centro de ellos está o estaba hecho de tierra y, en algunos casos algunas piedras agregadas. Los animales cuadrúpedos también frecuentan o frecuentaban estos callejones, a veces hasta solos. Eran o son vías tan estrechas que los automotores de cuatro ruedas no podían o pueden circular por ellos. En la actualidad las motocicletas sí pueden trasladar personas por ellos.

En un principio estos callejones fueron frecuentes en los predios rurales. En la actualidad se los encuentran también en barrios populosos donde no hay planificación o donde no hay reglamentación sobre las construcciones.

Se han hecho las diligencias pertinentes para localizar este verbo en los lexicones del español de la República Dominicana o de otro país americano, y, los esfuerzos han sido infructuosos.      Habrá que tenerlo en cuenta para incluirlo en los repertorios del español diferencial dominicano del futuro.

 

BALLOTTAGE

“El BALLOTAGE del sistema electoral francés. . .”

La palabra del título es francesa, pero se la conoce en el ámbito internacional con el significado que esta tiene en esa lengua. Para el hablante de español es una comodidad por el ahorro de esfuerzo y tiempo que significa, esto es, con su significado reemplaza dos vocablos del español.

A los orientadores de la lengua común no les quedó más remedio que aceptar la voz extraña en el seno del español. Como se ha hecho en muchos otros casos, los miembros de las Academias decidieron adaptar el sonido de la voz francesa a la grafía del español.

En el Diccionario de la lengua española entró en la edición del año 1992 escrito así, balotaje, con mención de la etimología del francés ballotage y, en esa edición rezaba, “Amér. escrutinio, recuento de votos”. En el español común existen algunas voces tradicionales que se asemejan a la voz del francés, se trata de “balota” y “balotar” la primera es “bolilla que algunas comunidades usan para votar”; y la segunda “votar con balotas”. La balota deriva del francés ballotte.

En la edición vigésima segunda, del 2001, el diccionario antes mentado asentó a balotaje en tanto, “En el sistema electoral, segunda vuelta que se realiza entre los dos candidatos más votados cuando nadie ha obtenido la mayoría requerida”. En esa edición se atribuyó la acepción e introducción de la voz francesa a los argentinos, bolivianos paraguayos y uruguayos.

La edición del 2014 del antes mencionado diccionario varió un poco la acepción y dejó fuera la mención de países en los que se usa, ni siquiera alude a América. La nueva redacción es, “En algunos sistemas electorales, segunda votación que se lleva a cabo entre los dos candidatos más votados en la primera, cuando ninguno ha obtenido la mayoría requerida”. Se nota enseguida que la última redacción es más precisa.

El Diccionario integral del español de Argentina (2008:204) recoge ballotage, también balotage o balotaje con la definición siguiente, “Segunda vuelta electoral que se realiza entre los dos candidatos más votados cuando en la primera vuelta ninguno ha obtenido la mayoría requerida”. El Diccionario del español de Argentina (2000:73) consignaba ballotage con una caracterización parecida a las anteriores. Lo que merece destaque es que es votación no solo entre candidatos, sino también para adoptar una decisión. El balotaje llega al campo del deporte en una segunda ronda de partidos.

En el Uruguay el Diccionario del español del Uruguay (2011:112) escribe balotaje y la acepción es similar a las anteriores. Con esta ortografía los uruguayos se acogieron a la adaptación de las Academias.

En francés la voz ballotage está documentada desde el año 1520, pero escrita de la forma antigua. Después de 1835 adquirió la connotación de segunda vuelta en los casos similares a los que recogen los diccionarios de español, Dictionnaire historique de la langue française (2012:289).

Para concluir, la forma moderna y consensuada es balotaje, sobre todo si se escribe para un grupo internacional de lectores.

 

NOVEL – *NÓVEL – NOBEL – *NÓBEL

“. . .si a pesar de ello surgieran aquí también NÓVELES figuras. . .”

La confusión no es nueva. Esta se produce por el empeño en establecer la diferencia entre el “novato” de la palabra en español y el apellido noruego que sirve para denominar los premios. Más abajo se examinará en detalle todo el asunto para tratar de zanjarlo de una vez por todas. ¡Ah!, el problema es con la tilde sobre la letra /o/ en las dos palabras.

En español novel sirve para nombrar a una persona o calificarla de principiante o inexperto en una actividad determinada. Este novel en el español de República Dominicana se conoce con la locución adjetiva/sustantiva “pino nuevo” Diccionario del español dominicano (2013:550).

Novel se pronuncia con el acento tónico sobre la última sílaba, es decir, sobre la vocal /e/. No lleva la tilde porque de acuerdo con las reglas que existen en español para marcar los acentos si el vocablo es agudo en su pronunciación y termina en letra ele /l/ no lleva señal alguna.

El apellido Nobel, así, con mayúscula inicial, lleva el mayor esfuerzo al pronunciarlo sobre la última sílaba, por tanto tampoco lleva acento, tilde, marcado.

Las dos palabras correctas se enuncian del mismo modo por aquello de que la uve /v/ y la be /b/ se pronuncian del mismo modo. En el plural no hay lugar a cambiar la acentuación, por lo tanto será “noveles figuras”.

 

ACARREAR

“. . .que le ACARREÓ fama internacional”.

El verbo acarrear es un verbo transitivo con varias acepciones. En los usos en que el verbo acarrear se refiere a mercancías, cosas, su significado esencial es transportar, llevar de un lugar a otro.

Ahora bien, cuando ese verbo no se refiere a  cosas tangibles, entonces solo se entiende por ocasionar, producir, y en la gran mayoría de los casos se refiere a situaciones molestas, a traer consigo daños, perjuicios o desgracias.

No se recuerdan circunstancias en las que el verbo acarrear se utilice para traer consigo, generar consecuencias agradables. Esto es más que nada un asunto de uso y frecuencia. Esto no significa que no pueda efectuar buenos resultados.

De algún modo existe una tendencia a destinar el verbo acarrear en el sentido de provocar efectos negativos.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Afuerear, triangulación, bolsón, rivera/ribera/riviera

AFUEREAR

“. . .y utilizados para AFUEREAR. . .”

Este verbo del español americano llegó al español desde hace largo tiempo. Ha encontrado asiento en el español de varios países. En el español de los dominicanos se conoce con dos acepciones muy bien definidas. Mas la historia no termina ahí, pues en el habla de los dominicanos ha expandido su radio de acción de la manera en que se demostrará más adelante.

Las acepciones recogidas en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias, para la República Dominicana son dos, “Echar, expulsar de un lugar una persona a alguien”. Y la otra, “Dejar uno de los novios al otro”.

Tal y como se mencionó antes estas dos acepciones están bien acreditadas en el español dominicano, pero ha de tenerse en cuenta que el verbo ha ampliado su cobertura en el habla diaria. Este es un fenómeno que ocurre con mucha frecuencia en las lenguas.

En la actualidad afuerear se emplea en el español de los dominicanos para dar a entender que a alguien se deja fuera de su participación en una actividad, negocio, espectáculo, diligencia. Este afuerear resulta muy propio cuando la persona afuereada pensaba que tendría acceso a eso en lo que se le impide participar. También puede suceder cuando una persona está en el proceso de formar parte y se la “deja fuera”.

Hay que tomar nota de este ensanchamiento para hacerlo constar en los lexicones del español dominicano que se editarán en el porvenir.

 

TRIANGULACIÓN

“. . .que Francia coopere con Haití, a través de la TRIANGULACIÓN con instituciones dominicanas. . .”

En esta sección se presta atención al sustantivo triangulación que tiene significados bastante específicos en español porque se argumentará y se demostrará que en la frase que se transcribió más arriba está mal empleado.

La triangulación es una operación propia de agrimensores, topógrafos, arquitectos y geólogos en que se triangula; además, es el conjunto de datos que se obtiene por medio de esta operación.

Triangular se dice de algo que tiene forma de triángulo; también es algo que tiene como base un triángulo. En la acepción que se calificó de específica, triangular indica que se colocan triángulos como señales en distintos puntos de un terreno. Hay dos acepciones más, una corresponde a la anatomía y otra a la construcción.

Una vez que se ha dejado en claro esto de triangular y de la triangulación se evidencia que la cita no refleja un buen uso del español. El hecho de que en una operación haya tres partes involucradas no significa que se forme un triángulo o que se triangule. El único triángulo que no pertenece a la geometría es el amoroso que es la relación amorosa de tres personas, marido, mujer y el amante de uno de ellos.

Lo que afeó la redacción fue incluir la palabra triangulación en la frase, pues la idea había sido servida con diligencia cuando el o la redactor/a escribió la locución prepositiva “a través de”, que indica que algo se hace “por intermedio de”, que es otra locución prepositiva; esto es, “por mediación de” que es la tercera locución prepositiva. Esto equivale a expresar que dos partes, hacen algo con la intervención o participación de una tercera.

 

BOLSÓN

“. . .en los BOLSONES de pobreza de. . .”

El diccionario oficial de la lengua española al reconocer las acepciones de esta palabra ha dejado fuera una que es de uso bastante generalizado en América. No obstante lo anterior, la omisión es subsanada cuando se consulta el Diccionario de americanismos, en el cual se recoge la significación con la que se utiliza en la frase copiada a manera de ejemplo.

En Hispanoamérica bolsón es un sustantivo masculino, “Foco de pobreza o de marginalidad que se encuentra en los arrabales y barrios periféricos de las poblaciones”. Aun cuando el diccionario antes mencionado solo menciona tres países que usan el vocablo, se piensa que este es reconocido por una gran cantidad de hispanohablantes en América.

La historia de la palabra bolsón no termina ahí, pues a pesar de que no consta en el antes mentado diccionario es una voz empleada por los dominicanos, aunque es malsonante.

Bolsón es un aumentativo de bolsa. Bolsa a su vez es testículo y así consta en el lexicón ya mentado, a pesar de que menciona solo dos países y omite a la República Dominicana.

Lo que no aparece en ese diccionario es que “un bolsa” es un “hombre bobo, tonto” que es como lo define el Diccionario del español dominicano (2013). El dominicano de a pie diría que es un pendejo. El bolsón dominicano resulta ser la persona que es tonta, boba en grado sumo, que es objeto de engaños, burlas, bromas.

La voz bolsón tiene tan mala connotación en el español dominicano que la persona a quien así se califica en su presencia, si no es cobarde, entrará en una agria disputa por ese calificativo y, esta puede degenerar en pelea física.

 

RIVERA – RIBERA – RIVIERA

“. . .incorpora a todos los barrios de la RIVERA del Ozama e Isabela. . .”

Las tres palabras del título tienen un gran parecido en la escritura y en la pronunciación. Las dos primeras se enuncian del mismo modo. No hay diferencia -en la actualidad- entre la uve /v/ y la be /b/. Además, en todas ellas hay agua, como se verá más abajo.

Una rivera es la equivalente de un riachuelo, es un “arroyo de pequeño caudal”, que así lo define el Gran diccionario Larousse de la lengua española. En ese diccionario escriben además, “cauce por donde corre dicho arroyo”. Quien desee insultar a un “capitaleño” solo tiene que decirle que el río Ozama es un arroyo.

La ribera es la orilla de un río o del mar. Es una tierra cercana a un río. Con esas características, la ribera es la que se encuentra a orillas de los ríos Isabela y Ozama. Esa es la palabra que debió aparecer en la reseña del periódico.

Además de los dos vocablos ya aclarados, se añadió en el título la palabra Riviera, porque a veces algunas personas se confunden o no saben qué cosa es esa. Hay más de una Riviera, pero la más famosa es la francesa. Esta es la parte de la costa que va de La Spezia a Niza, es una parte de lo que se denomina la Costa Azul.

Esta palabra deriva del italiano y significa ribera o costa. En Francia adoptaron este nombre en el siglo XX. Hay quienes sostienen que una porción popular de la costa, que ofrece entretenimientos, espectáculos, casinos, restaurantes y que está orientada al turismo, puede ser llamada en español Riviera.

¡Quién sabe lo que le depara el futuro al río Ozama en su desembocadura en el mar Caribe! ¡Quizás se convierte en la Riviera del Ozama!

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Cuerear, gangorra, vulnerar/vulnerabilizar, bajadero

CUEREAR

El verbo cuerear está acreditado por el ejercicio que de él hacen algunas personas. Como sucede casi siempre, las mujeres son quienes cargan con la peor parte. Ellas son las que son denominadas cueros, palabra que en el país de los dominicanos significa prostituta. Para los hombres que viven una vida licenciosa lo que hace el vulgo es que al individualizarlos los llama de “cuero-macho”.

Tanto el Diccionario de americanismos como el Diccionario del español dominicano están contestes en que cuerear es ejercer una mujer la prostitución. Con razón o sin ella quien estas notas redacta piensa que el verbo deriva del nombre, es decir, cuerear deriva de cuero.

El motivo por el cual se trae el verbo a estas apostillas es porque se sostiene que el verbo cuerear en tanto verbo intransitivo no solo significa ejercer la prostitución. Cuerear también sirve para llamar la acción de “salir a buscar cueros”, ir en pos de cueros para fornicar sin compromisos.

A veces el verbo no es tan específico en cuanto a la acción a que se llegará, y entonces, es solo indicativo de ir a visitar prostíbulos para ingerir bebidas alcohólicas en compañía femenina  remunerada.

En los dos diccionarios citados más arriba no se ha encontrado esta clase de definición acerca del verbo cuerear, a pesar de que se ha oído en el habla de los dominicanos. Hay que tomar nota acerca de esta significación para que en ediciones posteriores se añada esta acepción a los lexicones que se ocupan de este menester.

 

GANGORRA

“. . .y amarrado con GANGORRAS. . .”

En la vida moderna hay tantos materiales sintéticos resistentes que es posible que el uso de la gangorra para amarrar paquetes esté cayendo en desuso.

El vocablo gangorra de acuerdo con lo que el Diccionario de americanismos consigna, es “una cuerda o hilo de cáñamo”. Esta gangorra solo se denomina de este modo en República Dominicana y allí se asienta que procede del portugués brasileño. El Diccionario del español dominicano (2013) define la cuerda como “cordel delgado hecho de fibra vegetal”. El cáñamo antes mentado procede de una planta herbácea de la cual se extrae la materia prima para la confección del cáñamo que es una fibra textil, esto es, que puede reducirse a hilos y tejida.

La gangorra era tejida, dependiendo del calibre de esta, constaba de tres o más hilos trenzados que hacían la cuerda muy resistente. Era el material favorito de los jóvenes para volar chichiguas y “cajones”, o todo tipo de “pájaros”. Se recuerda como dato curioso que al cortarla los hilos se separaban y cada uno de ellos se orientaba de acuerdo con las vueltas que había recibido.

Tenía la ventaja de ser un material relativamente liviano lo que permitía que el “pájaro” se elevara muy alto sin hacer que el peso impidiera el ascenso.

El uso de la voz está documentado en la literatura dominicana. El Diccionario del español dominicano trae una cita extractada de la obra Materia prima de Marcio Veloz Maggiolo.

El autor de estas líneas no ha conseguido encontrar la voz gangorra con un significado parecido al que posee en el español dominicano en ninguno de los diccionarios de portugués brasileño que ha consultado, aunque sí la voz con otro significado.

 

VULNERAR – VULNERABILIZAR

“. . . impiden a grupos VULNERABILIZADOS. . .”

Desde hace largo tiempo los estratos de personas cultas, leídas y eruditas andan en pos de palabras largas, de esas que revisten la apariencia de vocablos propios de ilustrados, aunque tengan que inventar esas nuevas voces, y, eso hace que quienes a ese recurso acuden se sientan más importantes y respetados.

Lejos de conseguir lo que se escribió en la última oración, esas personas lo que consiguen es oscurecer el mensaje y, en muchísimas ocasiones, confundir los lectores.

El vulnerabilizados de la cita que se encuentra en esta sección se presume que desciende de un verbo que tampoco es de uso frecuente en el español, vulnerabilizar.

El verbo que sí se conoce en el español internacional es vulnerar que equivale a herir, ofender, transgredir, quebrantar, violar una ley o precepto. Se acepta el verbo en tanto sinónimo de “dañar, perjudicar”.

En la cita transcrita más arriba puede deducirse que la persona quiso expresar “desprotegidos, perjudicados, lastimados, lesionados, desamparados,”. Por extensión en español se consideran grupos vulnerables aquellos que están más expuestos a ser lastimados de modo indirecto, lesionados por ejemplo con medidas gubernamentales de orden económico.

Un analista de noticias, un comentarista de acontecimientos no tiene que recurrir a palabras largas para atraer la atención de los lectores. Se considera una virtud el manejo de un lenguaje llano que trasmita sin dificultad el pensamiento de quien redacta y sea asimilado por el lector.

 

BAJADERO

“. . .le ofrecen un bajadero. . .”

El Diccionario de la lengua  española de las Academias conoce de un bajadero que consta en este y que es de uso en Nicaragua. En ese diccionario se define como equivalente de “rampa” o plano inclinado que sirve para subir y bajar.

El auténtico bajadero americano aparece recogido en el Diccionario del español de Nicaragua (2007:58). La acepción es esta, “Camino escabroso por donde se baja a lagunas o ríos”. El Diccionario de americanismos de las Academias introdujo una palabra que describe mejor lo enunciado antes. “Camino escabroso en pendiente que da acceso a lagunas y ríos”. Esta voz es de uso en Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Puerto Rico.

Lo más interesante es la extensión metafórica de este “bajadero” que se observa en el habla y hasta en el español escrito dominicano. En la actualidad un bajadero es una “salida” en tanto escapatoria, recurso, remedio, artimaña, excusa, evasiva.

Este bajadero así creado reviste algunas de las características del bajadero original, pues puede en algunos casos ser escabroso, accidentado, abrupto y se utiliza para escapar de una situación que se torna difícil o que se volvió compleja.

Como puede observarse por las descripciones y la terminología empleada más arriba se trata en muchos casos de una utilización en sentido figurado de la voz americana para referirse a circunstancias enojosas.

En ciertas situaciones el bajadero equivale a salir por la puerta de atrás, no por el frente. No hay que sorprenderse si se oye o se lee que le “ofrecieron un bajadero” a alguien o a algunos o que ellos encontraron un bajadero que es una solución menos honrosa, pero en la que no se considera que se pierde de manera deshonrosa, vergonzosa.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

 

Tire/tirado, vigilante, tercerización, sobreactuar/*sobre actuar

TIRE – TIRADO

En las dos voces de este título existe un origen común, pero los significados son opuestos. Esto que se acaba de expresar se examinará en el desarrollo de esta sección. Hay que aclarar que se trata en ambos casos de acepciones que poseen los dos vocablos en el español dominicano.

Una persona a quien se califica de “tirada” puede ser aquella que no pone suficiente atención en el cuidado de su aseo y vestimenta. Un ejemplo de ese uso es este, “Ese muchacho está to´tirao”. Un vocablo que puede sugerirse en tanto equivalente de ese es “descuidado”. Específicamente se refiere al descuido de su persona. De un modo u otro ese “tirado” tiene relación con el verbo tirar. Es un grado menor de “abandono”.

Lo que llama poderosamente la atención es que “andar con un tire” no es caminar en compañía de una persona que responde a ese nombre, sino “tener un tire”. Un “tire”, se vincula también con el verbo tirar, del mismo modo que la voz antes mencionada. Pero el tire es estar ataviado con esmero, con interés en aparecer bien presentado.

El Diccionario del español dominicano (2013) define con toda propiedad el sustantivo, “Elegancia o refinamiento en la forma de vestir”. Al mismo tiempo el tire es, “El conjunto de ropa elegante”.

Andar con un tire sería equivalente de “tirarse el armario encima”; “desplegar el buque insignia”; “tirar tela”; o como le oí decir a un venezolano en una ocasión, “andar más tirado que un peo de culebra”.

La historia de estas palabras no termina ahí, “andar tirado” puede significar, así mismo, que la persona luce sus mejores galas. Que esa persona está ataviada con pulcritud. La oposición entre los dos vocablos se manifiesta cuando se dice o escribe que una persona “está tirada”, pues puede muy bien significar un comentario positivo, así como uno negativo. La ambigüedad se despeja en los casos en que se utiliza el verbo ser. Si se “es un tirado”, no cabe duda alguna de que se habla de un individuo que pone poca atención en su indumentaria y aseo personal. Las circunstancias del empelo disiparán el equívoco.

 

VIGILANTE

“. . .no el propósito de ser el VIGILANTE anónimo. . .”

Hay palabras que comparten varios idiomas. A veces se acepta la escritura y la misma pronunciación entre varios idiomas, aunque no siempre se copia el significado.

La palabra vigilante reúne los genes de una voz del español; de ello no cabe duda. Procede del latín y en las lenguas romances lleva significaciones similares, muy parecidas, a veces iguales entre ellas.

Cuando hay que tener cuidado es cuando esta palabra se utiliza en inglés. En la última lengua vigilante no tiene el mismo  significado que en español y las demás lenguas romances. Las diferencias y semejanzas se examinarán más adelante, así como el origen de la voz.

En español vigilante es el que vigila, es decir, el que cuida para evitar que alguien o algo reciba daño. La palabra procede del latín vigilans, -antis. El vocablo en español, vigilante, es el participio activo de vigilar. La voz desempeña las funciones de adjetivo y de nombre.

En inglés la palabra del título designa a un miembro voluntario de un grupo civil que se organiza para castigar de manera sumaria a los delincuentes. Es un préstamo tomado del español, pero solo con la función de nombre. En esa lengua ha dado lugar a otro sustantivo, vigilantism, que denomina las actividades o prácticas de los vigilantes.

Hay que observar cuidado cuando se traduce del español al inglés, o viceversa, para no incurrir en errores. Se debe mantener presente la diferencia que se ha señalado más arriba.

 

TERCERIZACIÓN

“. . .la TERCERIZACIÓN en la operación del lugar. . .”

Tan pronto se posa la visa sobre esta voz de poco uso se capta la base sobre la cual está formada. El adjetivo numeral, “tercer”, está en el origen de la formación de este vocablo. Como consecuencia de la terminación de esta voz, -ción, se deduce que se trata de un sustantivo que indica acción y resultado.

Ahora bien, en este caso se sospecha que esta tercerización tiene relación con la tercería que es una figura jurídica de escasa circulación en el español de todos los días.

La tercería podría definirse como la intervención de una persona jurídica en un proceso del cual no ha formado parte, pero en el cual tiene un interés legítimo que él (el tercero) considera digno de protección  jurídica.

Esta “tercerización” en la cita aparenta ser la acción de un tercero en un proceso legal, o bien, en el ámbito extrajudicial una acción de un tercero en cualquier situación en que ese tercero entiende que se le vulnera un derecho adquirido.

Si hubiere lugar a que se aceptase la extensión del sentido primero de la tercería en un caso como este, esta tercerización expresaría la intervención de cualquier extraño en una situación en la que no participa directa y activamente hasta el momento en que se involucra como intercesor o mediador.

Una vez recorrido este largo trayecto especulativo, debe mencionarse la tercerización argentina que se encuentra en el Diccionario integral del español de Argentina (2008:1739), “Referido a una empresa o un organismo, delegación de una tarea determinada a otra empresa, a un particular o a una entidad prestadora de servicios: la tercerización de servicios en los hospitales”.

Como resultado de la independencia tradicional de los argentinos en el manejo de su español, cuentan ellos con varias palabras más que se vinculan con la del título, ejemplo de esto son, “tercerista, tercerizado, tercerizar”.

No queda sino felicitarse de que el español general cuente con tantas avenidas de enriquecimiento que fluyen en su caudal.

 

SOBREACTUAR – *SOBRE ACTUAR

“. . .no tiene dimensiones SOBRE ACTUADAS. . .” (…) “. . .se notaba un poco tenso y SOBRE ACTUADO…”

Hace un tiempo largo ya que las Academias de la Lengua se están ocupando de propagar la noción de que los prefijos van unidos a la base que acompañan. La directiva parece que como en casos similares tarda en calar en la mente de los escribientes de español.

En algunos casos esa actitud se debe a la falta de actualización de muchos profesionales de la lengua y, en otros casos es el fruto de la falta de cuidado de los profesionales de la palabra que prestan poca atención a lo que ellos califican de “detalles”.

Sobreactuar es una sola palabra que el Diccionario de la lengua española define, “Dicho de un actor o de una actriz: Realizar una interpretación exagerada”. Esa es la primera acepción del verbo en tanto verbo intransitivo. La segunda acepción es, “Exagerar la expresión al actuar ante alguien”.

Hay que repetir que los prefijos se unen con las raíces a las que van antepuestos. Se convierten en una unidad, forman una sola palabra.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Plante, no ha lugar, vodevil/*voudeville, siquiera/si quiera

PLANTE

“. . .guiños y PLANTES sutiles. . .”

Como muchos vocablos en el español moderno, el del epígrafe tiene un significado en el español general y otros -aceptados- en las variantes del español de algunos países.

En el Diccionario de americanismos (2010) se registran tres acepciones que corresponden a cuatro diferentes países. En Colombia plante es lo que ahora se llama “dinero semilla”. En Cuba es la ceremonia de iniciación de un abakuá. El abakuá es una sociedad de ayuda mutua de origen africano, cuyos miembros son todos hombres.

La tercera acepción que aparece en el mentado diccionario se parece a la dominicana que se introducirá más adelante en esta sección. Se trata de la acepción que corresponde a Guatemala y Honduras, países donde plante es “apariencia, aspecto, fachada”.

En República Dominicana un plante es la apariencia exterior de una persona bien vestida, bien aliñada, que se muestra con sus mejores galas. Es el cuidado de una persona en su vestimenta para causar una buena impresión. En el plante dominicano existe la intención de hacerse notar por lo que se refleja al mostrarse del modo especificado antes.

Para ilustrar el uso de plante, se utilizarán varias frases oídas de labios de los hablantes dominicanos. “Caramba, qué plante tienes hoy”. “Oye, ese plante es dominguero”. “Tienes un plante de conquistador”.

Hasta donde ha podido comprobarse, este plante no ha sido recogido en los diccionarios de dominicanismos o del habla del dominicano que se han consultado con el propósito de encontrarlo inventariado.

NO HA LUGAR

“. . .se premió al Senador F. B. con un NO A LUGAR. . .”

Desde el principio del estudio de esta expresión hay que convenir en que esta pertenece al ámbito de la justicia, el derecho y las leyes; por tanto, no puede esperarse que todos los mortales la conozcan, y menos, que la entiendan.

Las personas que conocen la expresión de oídas no entienden su composición y de acuerdo con el sonido la llevan a la escritura del modo en que se encontró y que se reprodujo más arriba. Es una pena que eso ocurra, pero tampoco se le puede pedir a todo articulista o periodista que sepa cómo escribir todas las expresiones del español.

La expresión “no ha lugar” está consagrada por el uso constante que de ella se hace en el campo de la justicia. Es definida por el Diccionario de la lengua española de la Asociación  de Academias así, “para declarar que no se accede a lo que se pide”.

En español existe también la expresión “ha lugar” para acceder a lo solicitado. De ahí que “no ha lugar” sea para denegar lo que se pide.

Esta expresión utilizada en el español dominicano tiene relación con una parecida del francés que es non-lieu que se emplea en Francia desde el año 1836 y es una decisión mediante la cual una jurisdicción de instrucción, fundándose sobre una justificación de derecho o sobre una insuficiencia de pruebas, expresa que no hay prueba para continuar con el procedimiento que tiende a hacer comparecer a la persona sometida a examen ante una jurisdicción de juicio. Le Petit Robert (1993:1680). (Traducción RG).

Esta figura jurídica existe en otros sistemas de leyes; por ejemplo en inglés l´ordonnace de non-lieu es de nonsuit. Esto es, “En lo civil, desestimación perentoria de la demanda. En lo criminal, absolución perentoria del acusado. En ambos casos, por no haber la parte demandante probado su caso”. Diccionario de términos jurídicos (1976:338). En lengua portuguesa es carência de açao: improcedência de açao.

De nuevo, no hay lugar a rasgarse las vestiduras si una persona no versada en lenguaje jurídico no sabe cómo escribir la expresión del título, o, no sabe exactamente lo que esta significa.

VODEVIL – *VOUDEVILLE

“. . .escenario de un montaje musical VOUDEVILLE. . .”

A cualquier hijo de vecino se le escapa una, así como a cualquier cristiano se le cuela otra. Estas paremias vienen al caso si se piensa que la voz que trató de comunicar el periodista pertenece a una lengua extranjera, en este caso al francés.

El experimentado periodista no la escribió ni en francés ni la representó de acuerdo con lo que asientan las Academias en el Diccionario de la lengua española. Lo que él escribió no representa en español el sonido de la voz francesa.

En el título, en primer lugar, está escrita en español la voz del francés conforme se la pronuncia en esa lengua. Este vodevil es muy francés; tan francés que se ha quedado con su nombre en francés y, en algunas lenguas se copia tal cual es en francés.

Este vodevil es una “comedia frívola, ligera y picante, de argumento basado en la intriga y el equívoco, que puede incluir números musicales y de variedades”. Así la define el diccionario antes mentado. Este “variedades” significa en este caso, “de diverso carácter”.

La manera de escribir este nombre en español consta en el diccionario oficial de la lengua española desde la edición de 1992. En español se conoce y se utiliza el término francés desde el año 1914. Este dato se toma del Diccionario de palabras y frases extranjeras (1995:473).

Con respecto al origen de la voz francesa, casi todos los etimólogos están contestes, excepto P. Guiraud, en que proviene de un lugar al oeste de la ciudad de Vire, en Baja Normandía. La voz completa deriva de vau (val), viejo francés para valle,  de Vire, donde las canciones tuvieron éxito en el siglo XV. Dictionnaire historique de la langue française (2012:3840). (Traducción RG).

En francés vaudeville ha generado voces derivadas vaudevilliste y otra que pasó al español, vodevilesco que es un adjetivo que significa perteneciente o relativo al vodevil o, semejante a este.

SIQUIERA – SI QUIERA

“. . .sin haber SI QUIERA agotado y garantizado. . .”

Aquí cabe que se presuma la inocencia. Ha de pensarse que el redactor en su artículo tocó la barra de espacio por error, entre la conjunción condicional si y la segunda parte, es decir, el verbo en subjuntivo. De este modo terminó como se copió más arriba. Una vez que se detecta el desliz vale la pena dejar bien claras las nociones con respecto de la conjunción concesiva.

Siquiera desempeña las funciones de conjunción concesiva y adverbio, y equivale en esas labores a, “aunque, por lo menos, tan solo”. Es adverbio de cantidad en el caso en que significa “por lo menos”. Cuando se usa en una oración negativa, se hace preceder de ni. Ejemplo, “Ni siquiera me dijo adiós”.

En la mayoría de los casos en que se utiliza la conjunción concesiva seguida de un verbo conjugado, este va en el modo subjuntivo. En algunos casos este siquiera se denomina “enlace gramatical coordinante con valor adversativo”. Así aparece en el Diccionario Clave de uso del español actual (1997:1765).

Este siquiera está formado de la conjunción si y de quiera, del verbo querer en la tercera persona de singular del presente de subjuntivo. Ya más arriba se hizo constar que se escribe en una sola palabra, vale decir, los dos elementos van unidos.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Naras, *reputacional, cause/cauce, luz/copar, verás/veraz

NARAS

¿Nunca ha oído la palabra naras? Lamento decirle que entonces usted no es dominicano. No hay que ser tan viejo para haber oído a alguien mencionar las naras.

No hay que sorprenderse si la voz nara lleva siempre esa ese /s/ que se le ha colocado al final. Casi siempre se refiere a las naras porque rara vez alguien se refiere solo a una nara. Eso se desprende del origen del vocablo nara.

Las naras tienen que ver con las narinas. Las narinas son los orificios externos de la nariz. Esa parte conocida también con el nombre de ventana. Esa última denominación obedece a la función que desempeña en el cuerpo humano. Permite la entrada de aire, de la misma forma que lo hacen las aberturas que se dejan en las paredes de los edificios para permitir la entrada de luz y aire. En el caso de las naras es solo por aquello del aire.

Las naras son las narices. Quizá este nombre obedece también a ahorrar energía y tiempo con el acortamiento del nombre del órgano cuyos orificios comunican con el aparato respiratorio.

Esta voz no se ha encontrado  en los lexicones del español dominicano. Hay que tomarla en consideración para incorporarla cuando se proceda a elaborar una actualización de los repertorios de voces de uso de los hablantes dominicanos.

 

*REPUTACIONAL

“. . .ante el inminente riesgo legal y REPUTACIONAL, que pone en peligro. . .”

La voz del título no es moneda común en el léxico de los hablantes del español corriente. Si es de escaso uso en el lenguaje de los hablantes de español, menos lo es en el español escrito.

El desfavor que se muestra acerca del empleo de esa palabra es porque no se ha ganado aún un puesto en ninguno de los lexicones que se consultan para estos escritos.

La voz existe porque alguien ya la usó. Solo el tiempo dirá si tiene buena fortuna y en algunos años gana suficiente prestigio para imponerse. Por la terminación puede decirse que es un adjetivo formado sobre el sustantivo reputación.

Este *reputacional tiene relación con el renombre, prestigio, consideración que son sinónimos -o equivalentes- de reputación. La última palabra se tomó del latín, derivada de reputatioonis que entre otros significados en esa lengua correspondía a consideración. Se refiere a la honorabilidad moral y celebridad de una persona. Es la opinión que las personas se forman de alguien.

No hay que devanarse los sesos para dar con el origen del adjetivo criticado en esta sección. Proviene de la lengua inglesa, reputational. Es muy probable que la persona que escribió la frase que se transcribió más arriba sea versada en inglés y que como resultado de lecturas en esa lengua se le haya quedado en la memoria la voz que introdujo en la frase citada.

Esta voz podría abreviar los giros que se emplean para dar a entender la cualidad de la reputación en español, pero no todas las voces extranjeras que se parecen a las españolas pueden ganar terreno en la lengua común. Es mejor evitar esta voz.

 

CAUSE – CAUCE

“. . .se sancionarán las empresas que tiran sus vertidos a estos CAUSES. . .”

Es una lástima que luego de colocar en la frase de la cita algunas palabras que no son de uso general en el español dominicano, tales como “tirar” y “vertidos”, hayan errado en la representación gráfica (cauce) de la concavidad del terreno por donde corre una corriente de agua.

En buen dominicano habrían dicho o escrito “botar”, si no, por lo menos “echar” y para esos “vertidos” se habrían conformado con “basura”, que en el mejor de los casos sería “basura industrial”.

El error se desliza en la escritura porque en el español hablado de los hispanoamericanos no se establece la diferencia entre la ese /s/ y la ce /c/ de los dos vocablos del título. Esto con relación al cauce y al cause.

Cause proviene del verbo causar y por la ortografía que tiene corresponde a la primera y a la tercera personas del singular del presente del subjuntivo de ese verbo. Asimismo se usa para “usted” en ese tiempo y modo. Es, además, el imperativo de usted.

El cauce que debió aparecer en la advertencia publicada por el ministerio, es este de la ce /c/ que es el lecho de ríos y arroyos. Es lamentable que en ese ministerio no haya aparecido alguna persona con suficiente sentido ortográfico para reparar el desliz.

No hay que ser un literato o un profundo conocedor de la lengua para saber cuándo debe escribirse una u otra de las palabras del título. La clave para determinar cuál debe usarse en cada caso la dará el contexto, que entre uno y otro serán muy distintos por sus respectivos usos.

 

LUZ – COPAR

“. . .cruzamos estando la LUZ en rojo y que COPAMOS las intersecciones. . .”

Este uso del verbo copar es un empleo diferente del común que los dominicanos comparten con otros países de la América Hispana. El Diccionario del español dominicano (2013) registra la mejor definición para este, “ocupar totalmente algo”. Lo que se pondera aquí es el adverbio totalmente que aprehende muy bien el matiz del copar dominicano.

La luz que aparece en la frase reproducida es una imitación del inglés. Semáforo es el término que representa el dispositivo con luces que sirve para regular el tránsito vehicular en algunas intersecciones.

Esto de llamar “luz” a ese mecanismo ha ganado terreno en el español hablado por lo corta que es esa palabra. Hasta se llega a decir que se “llevaron la luz” sin precisar que violaron la luz roja, y, que no se la robaron Lo que debió aparecer en la frase es, “cruzamos el semáforo estando en rojo”. Se entiende que era la luz roja la que estaba encendida para señalar a los conductores que debían detenerse. Gracias a Dios que no metieron aquí el “fuego rojo” (feu rouge) de los franceses, que es como llaman al semáforo en esa lengua.

 

VERÁS – VERAZ

“. . .quizás tan VERÁS y fuerte como. . .”

La mala (¿?) pronunciación del español latinoamericano sigue causando estragos en el español escrito de este lado del Atlántico.  Las dos palabras del español tienen su legítimo campo de acción en el lenguaje.

Confundir estos dos vocablos refleja muy escasa cultura. El que figura primero, verás, pertenece al verbo ver. El segundo, veraz, es un adjetivo que tiene relación con verdad. Se hace necesario entrar en mayor detalle para despejar las dudas, si es que las hay.

Verás es la segunda persona del singular del futuro simple del modo indicativo del verbo ver, tú verás. Es muy sencillo. Eso es algo que se aprende en la escuela, si no en enseñanza primaria, por lo menos en la intermedia. Si no resultan suficientes estas enseñanzas, se aprende en la escuela secundaria.

El vocablo veraz se aplica a aquello que dice la verdad. O a la cosa que se acomoda exactamente a la verdad. Se dice de la persona o cosa que describe la realidad tal como ella es; o lo que es cierto, verdadero, la verdad. Es el relato que refiere los acontecimientos sin modificarlos, sin alterarlos.

Añadir mayores comentarios sería enredar el asunto.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Horqueta, rankear, mesías/mecías, aparecer

HORQUETA

Es natural que algunas palabras escapen al inventario de los diccionarios. Algunas de ellas permanecen fuera de los lexicones porque son de escaso uso cuando estos se elaboran. En otros casos quedan al margen porque no hay de ellas rastro escrito de la utilización caída en desuso.

La palabra horqueta tiene sus significados usuales que se consignan en los diccionarios del español común. Esta sección no se relaciona con el uso generalizado, sino con uno que pertenece al ámbito rural, que está asentado en el Diccionario de americanismos (2010).

Esa horqueta no aparece en los diccionarios de dominicanismos o del español dominicano que se han imprimido hasta el presente. En el diccionario mentado en el párrafo anterior tampoco consta la mención de la República Dominicana como uno de los países en los que se utiliza la palabra.

La horqueta en cuestión son esos tres trozos de madera que pueden verse en los campos, colocados en forma de triángulo alrededor del cuello de los chivos. Se mantiene viva en la memoria la imagen de la horqueta cuyos palos son amarrados de manera rudimentaria con soga de pita, es decir, sin tornillos. En el habla rural enuncian esa horqueta con una hache aspirada y termina en tanto joqueta, sin pronunciar la erre.

El Diccionario de americanismos define la horqueta como, “Conjunto de tres palos que se colocan en forma de triángulo en el pescuezo a un animal vacuno para evitar que traspase cercados”. El Diccionario histórico del español de Costa Rica (1995:85) es más explícito al respecto de la horqueta, “Tres palos en forma de triángulo que se pone al cuello del animal inquieto, con el fin de impedirle pasar cercados o hacer daños en otras propiedades”. De ese modo la horqueta está definida por su composición, forma, uso y función.

Tal y como se escribió antes, en República Dominicana se usa mayormente en el ganado caprino porque este es el más dado a violar los límites de su encierro.

Por este medio se deja constancia del uso para que en las ediciones posteriores a esta fecha se subsane la ausencia de esta horqueta de los diccionarios de español dominicano. Así mismo para que se incorpore la República Dominicana a los seis países que se presentan en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias.

 

RANKEAR

“. . .que desde hace más de 20 años RANKEA. . .”

Tan pronto como se lee una voz con una letra /k/ en medio se entiende que es de origen extraño a la lengua española. Muchas palabras que en griego llevaban la letra K pasaron al español con la grafía representada con la letra Q.

El vocablo que motiva este verbo fabricado a la ligera procede del inglés, en esa lengua es to rank. Llevado al español ese verbo corresponde a clasificar, ordenar. En algunos casos puede traducirse por “ocupar un lugar” que refleja muy bien la idea que expone el inglés.

A veces el uso introduce y establece en el seno de la lengua española palabras que pertenecen a otras lenguas. A las autoridades encargadas de velar por la lengua no les queda otra opción que reconocerlas. Eso que se acaba de escribir es lo que ha sucedido con la voz ranking del inglés que consta en el Diccionario de la lengua española (2014) de la Asociación de Academias de la Lengua Española.

A la voz del inglés ranking se le ha reconocido en español el valor de “clasificación de mayor a menor, útil para establecer criterios de valoración”. Ahí aparece la palabra clave, clasificación, que cuando se trata del verbo se identifica con clasificar u ordenar.

 

MESÍAS – MECÍAS

“. . .falsos MECÍAS con su. . .”

No es una broma. Es un extracto sacado de un artículo publicado en la prensa diaria. Este tipo de falla denota una gran pobreza en el nivel educativo del redactor.

En el español latinoamericano las dos palabras del título se pronuncian de la misma manera. No se hace diferencia alguna al enunciarla. Esta falta (¿?) en la elocución la resuelve el conocimiento previo de la ortografía y el nivel cultural de quien oye, lee o escribe. O en su defecto, el contexto.

Mesías es un sustantivo masculino que designa un personaje bíblico en la religión hebrea. Los cristianos entienden que Jesucristo fue y es el mesías que redime a los hombres. Por extensión se usa para cualquier personaje imaginario o real en quien se confía para solucionar problemas profundos.

Mecías es la segunda persona (tú) del singular del pretérito imperfecto del modo indicativo del verbo mecer, que consiste en mover algo de un lado a otro, movimiento que se hace de modo suave y varias veces. Cuando se trata de un cuerpo este debe mantener la posición de equilibrio durante la acción. Las naves se mecen, así como los bebés.

Existen varios métodos modernos para mejorar la ortografía. El más viejo es leer, con suficiente detenimiento para retener información. Eso no requiere de mucho esfuerzo y el sedimento de la lectura continua se transformará en cultura que redundará en una mejoría de los conocimientos generales.

 

APARECER

“. . .muchas veces a pie porque no APARECÍA para el taxi. . .”

En esta sección se escribirá sobre el verbo aparecer en una acepción que no se ha encontrado en los diccionarios consultados. Como consecuencia de eso se abogará para que se haga un lugar para que esa acepción se registre como un dominicanismo.

Ha de mencionarse desde el inicio que con este significado el verbo se usa casi exclusivamente en sentido negativo, es decir, precedido de una palabra que exprese negación, tal y como se observa en el texto reproducido.

En todos los diccionarios consultados la acepción que más se asemeja a este aparecer es la que se refiere a encontrar. De inmediato hay que destacar que cuando los diccionarios entran en la consideración de “aparecer” con la ayuda del verbo encontrar, se refiere a personas o cosas que estaban perdidas, desaparecidas, extraviadas.

Para no alargar el asunto no se entrará en las explicaciones de las diferentes significaciones que posee el verbo estudiado. Pero en ninguna de ellas se la hace sinónima o equivalente de “tener”.

Para ilustrar el punto por el que se aboga aquí se ofrecerán algunos ejemplos de uso. Una persona puede naturalmente decir, “No aparece dinero con que tomarse unos tragos”. Téngase en cuenta que ese dinero no se ha perdido, extraviado o que se estaba buscando. Lo que sucede en un caso como ese es que no se cuenta con ese dinero. “Iremos al cine si aparece con qué”. Se irá si se dispone de los cuartos para pagar por el billete de entrada.

De los ejemplos y las situaciones que se presentan aquí se deduce que aparecer tiene estrecha relación con “haber o tener una determinada cantidad de dinero, u, otra cosa”.

© 2017, Roberto E. Guzmán.

Tomadura de pelo/tomadera de pelo, importantizar/importantización, hiato – *hiatal, contrapeso/contra peso

TOMADURA DE PELO – TOMADERA DE PELO

“Es una pretensión de TOMADERA de pelo a la sociedad. . .”

La locución sustantiva consagrada por el uso es “tomadura de pelo” que en el lenguaje coloquial se utiliza para burla o broma que se hace a una persona.

Si se mantiene un apego irrestricto a la acepción, existe la posibilidad de que la locución no pueda aceptarse más que para aplicársela a la burla que se hace a una persona; entonces, eso significa que en la cita se ha hecho una extensión al aplicarla “a la sociedad”.

La tomadera de pelo se conoce y usa en Colombia, Venezuela y Ecuador para la “burla repetida”. Es probable que este uso se haya instaurado en esos países por confusión en lugar de tomadura, palabra la última, que no es de uso cotidiano en el habla popular. Los datos para estos países se tomaron del Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias (2010).

El vocablo “tomadera” es empleado y practicado en muchos países de Hispanoamérica con el sentido de “bebedera” o ingestión frecuente de bebidas alcohólicas. Por lo menos nueve países de la América Hispana emplean esta tomadera así y, entre ellos, Colombia y Ecuador que fueron mencionados antes con relación a la locución.

Hay que llamar la atención sobre la particularidad que se detecta en cuanto a la acepción de “tomadera de pelo” que define la burla como una acción “frecuente”, así como frecuente es el hábito de ingerir bebidas alcohólicas en la tomadera. Con este dato se destaca el rasgo lógico del uso que se encuentra en esos países para la locución. Esa “frecuencia” puede ser la diferencia entre la tomadura y la tomadera.

 

IMPORTANTIZAR – IMPORTANTIZACIÓN

“. . .sino como una IMPORTATIZACIÓN de su intención. . .”

La terminación en la forma de crear este verbo, importantizar, revela que las personas que utilizan este verbo y su correspondiente sustantivo son personas de alto nivel académico y cultural.

Los diccionarios elaborados hasta esta fecha no han tenido la oportunidad de pronunciarse acerca del sustantivo, mediante la inclusión de este en sus páginas; sin embargo, con respecto del verbo ya hay rastro.

El diccionario de americanismos de la Asociación de Academias (2010) recogió el uso del verbo en sus páginas. En ese diccionario puede leerse que el verbo pertenece a República Dominicana, esto es, que el único país en cuyo español se usa el verbo es ese. La acepción que asienta el DAA es la siguiente, “Dar importancia a algo o tomarlo en consideración”. Inmediatamente después puede constatarse que pertenece al registro esmerado del español dominicano.

El verbo posee otra acepción consignada en el mismo diccionario, “Potenciar algo. Con la misma referencia en cuanto a quienes utilizan el verbo.

En lo que se refiere al sustantivo importantización, no aparece consignado en los lexicones consultados, aunque puede considerarse como un producto natural del verbo. Algo que desfavorece al sustantivo para el uso frecuente es lo extenso que es. No sería de extrañarse si en una próxima edición del Diccionario del español dominicano (2013) se hace necesario incluir este vocablo.

Tanto el verbo como el sustantivo que se revisan en esta sección por su formación son fáciles de entender aún por aquellas personas que lo oyen por primera vez. Es obvio que ambas palabras tienen relación con “importante”.

 

HIATO – *HIATAL

“. . .luego de ser operada de una hernia HIATAL”.

Desde hace años la voz hiatal aparece en la prensa escrita. No está allí de modo permanente, pero hay circunstancias en las que se hace casi inevitable su uso. La voz hiatal procede -en español- del inglés y, el ámbito en el cual se conoce es la medicina. La dolencia o el problema al cual se refieren se han hecho más comunes; por esta razón se usa en esos escritos con frecuencia.

Se examinará en esta sección la voz hiatal, a la par que se verá la voz hiato que también aparece en el título. Se estudiará la formación de hiatal, y, por último se abogará por su aceptación.

De acuerdo con la Real Academia el vocablo hiato procede del latín, es decir, el origen es el mismo en todas las lenguas indoeuropeas. Ingresó en español hacia el año 1800, conforme lo refiere Corominas en su Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (1967:318). Se tomó del latín hiatus, derivado este de hiare “rajarse”, “separarse”. El verbo latín hiare significa bostezar, abrir.  La voz hiatus entró en inglés en el año 1563, nótese la gran diferencia en el tiempo de entrada en relación con el español. En francés lo tomaron en préstamo del latín en el año 1521 con su significado en retórica. Entró en el campo de la anatomía en el siglo XIX. En la última lengua, el adjetivo hiatal(e) es concerniente a un hiato. La hernie hiatale es la hernia del hiatus esofágico.

Lo que en general se llama hernia es una “dislocación de un órgano o tejido fuera de la cavidad donde se encuentra normalmente”, así la define el Gran diccionario Larousse de la lengua española.

La hernia de hiato es la “protrusión de parte del estómago desde la cavidad abdominal al tórax a través del diafragma”. Esa es la definición que asienta la Real Academia en su diccionario mayor. El problema que se presenta es que hiato en anatomía es, según esa corporación, “hendidura, fisura”.

Hasta el momento en que se redactó este artículo, el diccionario que registra el adjetivo hiatal es el Diccionario del español actual (2005:2466). Ahí puede leerse que en medicina se refiere a “[Hernia] de hiato”. En resumidas cuentas lo que hace este lexicón es asentar el uso que se hace de la voz.

Es una lástima que no pueda lograrse acceso a los trabajos que ha realizado la Real Academia con relación a hiatal, pues sería de utilidad leer las razones que ese colegio tiene para no dar entrada a esta voz en su lexicón. Ha de tenerse en cuenta que en el repertorio oficial de la lengua española constan muchos vocablos procedentes de varias lenguas. Algunos de ellos se han aceptado de manera cruda, con o sin modificación de las acepciones de otras palabras similares que constan en ese inventario.

 

CONTRAPESO – CONTRA PESO

“. . .denegándoles a la sociedad su rol de CONTRA PESO. . .”

Una de las “leyes” de las lenguas es la de la economía, es decir, ahorrar energía y espacio. Por esa “ley” es que en todas las lenguas se abrevian palabras, se ahorran espacios. En español hablado se nota una gran economía, sobre todo en la expresión descuidada, que aunque no sea cuidadosa, en la mayoría de los casos no compromete la comunicación. Las fallas las corrige la inteligencia de quien oye.

Contrapeso, en una sola palabra, es la “cosa que se considera y estima suficiente para equilibrar o moderar otra que prepondera o excede”. Así aparece en el diccionario académico. Esto aparte de otras acepciones.

Cuando esa institución define el verbo contrapesar, escribe, “servir de contrapeso a algo”. De la lectura de estas acepciones se hace obvio que tanto el verbo como el sustantivo se escriben en una sola palabra.

Claro, los dos elementos, contra y peso, tienen vida independiente y en otras circunstancias o situaciones pueden utilizarse en el mensaje o discurso.

© 2017, Roberto E. Guzmán.