BOMBARDEAR – INFILTRACIÓN – *ESTETIZACIÓN – *SWÁSTICA

“Las autoridades venezolanas han solicitado la extradición de los dos alegando que BOMBARDEARON las mencionadas misiones diplomáticas.”

Se trata de demostrar que no es lo mismo colocar un artefacto explosivo de modo subrepticio en un local que lo escrito en este pasaje.


El verbo bombardear es “arrojar bombas desde una aeronave”. Esa es la primera acepción. La segunda es muy propia, pero es una extensión de la primera, de cierto modo de tipo figurado, imaginado, “acosar, abrumar con algo”. La última acepción se utiliza solamente en Física, por lo tanto no vale la pena ni mencionarla en este espacio.

Una vez más lo que se enfrenta es el uso impropio de un verbo. El verbo bombardear no es la mejor selección en este caso. No refleja la realidad de los hechos. La bomba ni siquiera fue arrojada, o impulsada por fuerza alguna. Se la puso en un sitio para que hiciera explosión.

En los casos en los cuales se reseña acerca de un artefacto que explota mediante un mecanismo preajustado, no se debe calificar como una bomba sino como lo que es un “artefacto explosivo”. Esto último muy a pesar de que en la definición de bomba entra el artefacto explosivo.

INFILTRACIÓN 

“. . .en vestidos y abrigos largos, adornados con los mismos motivos y discretas INFILTRACIONES de hilos o bordados dorados.”

Es posible que no moleste a muchos de los lectores que se trate de meterle gato por liebre. Esto de las infiltraciones es otro desliz.

Naturalmente, para analizar el vocablo del título hay que llegar hasta el verbo. La primera acepción es “introducir suavemente un líquido entre los poros de un sólido”. La acción que se ejerce sobre las personas con la ayuda de este verbo es “infundir en el ánimo ideas, nociones o doctrinas”. También existen dos significados en el campo de la medicina.

Cuando la acción la desempeña una persona sobre una cosa es de este modo, “penetrar subrepticiamente en territorio ocupado por fuerzas enemigas a través de las posiciones de estas”. Por otra parte es, “introducirse en un partido, corporación, medio social, etc., con propósito de espionaje, propaganda o sabotaje”.

Una vez que se revisan las acepciones queda en evidencia que los hilos, que son sólidos no pueden “infiltrarse” en los géneros de los vestidos y abrigos largos. Muy posiblemente los hilos de la reseña fueron introducidos, pegados, cosidos o cualquier otra cosa más “prosaica” que la infiltración.

En este ejemplo lo que hubo fue un exceso de celo. Trató de hacerlo tan, pero tan lindo que lo deformó. El preciosismo de la prosa le llevó al punto de la inexactitud.

Lo que sucedió aquí no era difícil de detectar porque en el seno de la palabra se hallan los elementos que le dan carácter a la misma. La infiltración es “filtrar en”.

*ESTETIZACIÓN 

Hemos asistido al resurgimiento de grupos neonazis con algunas oportunidades políticas y, además, a una suerte de ESTETIZACIÓN del fascismo aceptada con ingenuidad por. . .”

Este es otro ejemplo de lo que se puede llamar “inconformidad semántica”. Lo que no es conforme con las reglas no es el término, sino el columnista. Se presume que quien actúa de esta manera lo hace movido por el deseo de expresar algo para lo cual la lengua no le ofrece los mecanismos necesarios.

Hay que entender que la palabra acuñada aquí, “estetización”, corresponde al deseo de aludir al sustantivo del verbo “estetizar”, que por infortunio (para el columnista) tampoco existe en nuestra lengua común.  Con el verbo se presume que él quiere dar a entender que se “embellece” el fascismo. Igual que con el verbo mencionado, puede decirse que se “adecenta” el concepto.

Si se sube un peldaño más en el tono del discurso, se puede pensar que el redactor quiso expresar que se “idealiza” el fascismo.

Después de estas aventuras adivinatorias, no queda más que desearles fortuna a los lectores. La labor de desentrañamiento del mensaje no es una de las tareas con las que debe cargar el lector. Como diría el abogado “hay un desplazamiento del fardo de la interpretación”.

*SWÁSTICA 

“. . .estuvo de moda escribir el nombre del ex presidente Richard Nixon utilizando una SWÁSTICA en el lugar de la letra X, tradición ofensiva que llevó a una bárbara declaración. . .”

Esta “swástica” no aparece en español. Se la ha encontrado en muchos escritos. Sobre todo en textos de escritores que leen lenguas extranjeras. Lo del acento allí es pura creación de los lectores cuidadosos que desean puntualizar la sílaba de mayor énfasis.

En el diccionario de la autoridades de la lengua lo que se encuentra es el vocablo “esvástica”, que procede del sánscrito”svastica” que es “cruz gamada”. En sí mismo es un símbolo antiquísimo. En tiempos modernos los nazis adoptaron el símbolo. En alemán es “Hakenkruz”, que significa cruza gamada. En su origen fue una señal de buen augurio. Algunos consideraban la figura como de poderes mágicos.

La formación en sánscrito desciende de “svastis” que significa bienestar, que es un compuesto de “su”, bien y “asti”, está. En inglés y en alemán se escribe con “W”. Durante mucho tiempo se consideró “svástica” como correcto en español. La última forma, si ya no es correcta por lo menos aún es tolerada.

*ACAMPANTES 

“Los ACAMPANTES se convierten en verdaderos artistas del mundo digital y desarrollan sus habilidades en la creación de videojuegos. . .”

Todo el problema acerca de este término y todos los demás del mismo género tienen su origen en el campamento de los norteamericanos. No en el que levanten los militares, sino al que asisten los estudiantes durante algunos períodos del año.

La Academia de la Lengua todavía no ha vuelto su mirada hacia ese lado del “campamento”. Aún entiende la autoridad española que el verbo acampar es “detenerse y permanecer en despoblado, alojándose o no en tiendas y barracas”.

El inglés conoce las significaciones del español y muchas más que no constan en nuestros diccionarios. Un “camp”, entre otras cosas es, un sitio, generalmente en el campo, para recreación o enseñanza durante el verano. Ese concepto se conoce en español, pero no tiene un nombre asignado y aceptado. En la mayoría de los casos se le llama “campamento de verano” El uso no limita el campamento a un lugar alejado de la ciudad o en despoblado.

En el caso del pasaje copiado el principio de esta sección, lo que trató de hacer el redactor fue de nombrar las personas que se asisten al campamento de enseñanza.

En casos como este lo que dicta la razón y la lógica es olvidarse del campamento y hacer hincapié en el estudiante, por lo tanto, debió referirse a “los estudiantes”. No se subraya el nombre de la actividad, sino el propósito de la misma. Como se trata de aprender, y las personas que concurren a estos sitios lo hacen con el propósito de recibir instrucción, no son más que estudiantes. Otra posibilidad era llamarle alumnos.

El “camping” de los norteamericanos (introducido por los ingleses) hay que escribirlo en cursiva o al menos entre comillas. No ha logrado el término todavía que se le admita en el diccionario oficial de la lengua española. Algunos diccionarios lo aceptan, pero solo para la actividad de acampar, como deporte. Los franceses tampoco le han abierto las puertas del francés académico. Aunque se le reconozca como deporte queda por saber si se le reconocerá el valor de lugar de estudio o de actividad de aprendizaje.

En español se conoce el “campista” que en su segunda acepción es “persona que va de campamento o de acampada”. La acampada es la actividad de pernoctar en sitio apartado, con o sin las facilidades de los sitios de recreo y deportivos. Con esta última explicación se descarta por completo la posibilidad de admitir al “*acampante” del texto citado.

*PATRONISTA 

“M. hoy crea y guía a un equipo de 24 empleadas entre costureras, PATRONISTAS, bordadoras y asistentes, para lograr esa diversidad de modelos que cuelgan en los roperos. . .”

La intención es buena, pero no basta. No cabe duda que quien escribe de este modo se refiere a la persona que “corta los patrones”, es decir, que corta el modelo que sirve de muestra para sacar otra cosa igual.

Es muy posible que en la industria de la confección bauticen a la persona especializada en cortar los modelos con el nombre de “patronista” porque eso es lo que hace, patrones. Esa persona hace los patrones, que en estos casos son una surte de plantillas que luego pueden copiarse con los ajustes de lugar para las diferentes tallas.

La plantilla que se menciona en el párrafo anterior es la que se corta con los mismos ángulos, figuras y tamaños que ha de tener la superficie de una pieza, y que, puesta sobre ella, sirve en varios oficios de regla para cortarla y labrarla.

PROFANO 

“. . .con películas abiertamente sexuales, gráficamente violentas y verbalmente “profanas”, otros afirman que el enigmático movimiento. . .”

El verbo profanar sirve para indicar que algo sagrado se trata sin el debido respeto, o que esa cosa se aplica a usos profanos. Se utiliza como equivalente de desdorar, deshonrar, prostituir, prostituir, hacer uso indigno de cosas respetables.

Existe una diferencia entre el español y el inglés con respecto a “profano”. En las dos lenguas se aceptan los dos términos, profano y “profane” como sinónimos para algo que no es sagrado, para señalar la irreverencia.

La diferencia en la lengua moderna consiste en que en inglés el término se ha movido para describir el lenguaje que es soez, blasfemo, malhablado. En otras palabras, para caracterizar el modo de hablar que usa muchas palabrotas, malas palabras, palabras malsonantes. Cuando en inglés una persona se expresa con el auxilio de “tacos”, se dirá que emplea un lenguaje “profane”.

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