BAITONES – EXTINTOR – EXTINGUIDOR

Esta voz se escuchó en la República Dominicana hace muchos años. Hace alrededor de medio siglo. No cabe duda de que proviene de los medios rurales.
Hace tiempo también que no se escucha a los hablantes del español dominicano emplear este término. Todo parece indicar que ha caído en desuso.
No obstante lo expuesto en las dos oraciones anteriores, se dedicará algún tiempo a desentrañarla. No solo para despejar su significado. Se explicará además la teoría que se tiene acerca del origen de la voz en estudio.

Los “baitones” eran las lombrices, pero no cualquier tipo de lombrices, sino las que así se llamaban con carácter de parásitos intestinales. El vocablo se usaba casi siempre en plural. La presunción era que no se trataba de un solo parásito, sino de muchos.

Con esa palabra, “baitones”, se referían los campesinos a lo que llenaba las barrigas de los niños. Cuando se preguntaba porqué un niño tenía el vientre crecido, ellos respondían que eran los baitones.

En lo concerniente al origen del vocablo se aventura esta teoría. La voz desciende del inglés. Quizás incorporada al habla campesina durante el período de la ocupación norteamericana del país, es decir, de 1916 a 1924.

Ahora la explicación. Algunos parásitos que se alojan en el intestino del hombre producen escozor. Sobre todo en el ano. Hay que retener las palabras comezón, picazón.

En inglés existe el verbo “to bite”, que en inglés se pronuncia bait, que significa entre otras cosas, picar, morder. Algo que pica de modo constante, en español, sobre la base de la voz del inglés, para hacer un aumentativo haría el “baitón”. La terminación “-ón” a la pronunciación del verbo inglés “bait”, produce “baitón”.

De lo anterior se llega al plural del español añadiendo “-es” a la voz terminada en –ón, con lo que se llega al plural baitones. Esta voz se recuerda que se la oyó en el suroeste del país, en consecuencia se presume que allí se generó la misma.

EXTINTOR – EXTINGUIDOR

“. . .como caminar si la zona está llena de humo y cómo usar el EXTINGUIDOR de incendio.”

En años pasados se combatió el uso de la palabra destacada en el texto copiado en el ejemplo.

El extintor fue durante muchos años el “aparato para extinguir incendios, que por lo común arroja sobre el fuego un chorro de agua o de una mezcla que dificulta la combustión”.

La repetición continua del término extinguidor, tanto de los labios de los hablantes, así como en los escritos hizo que se produjera la aceptación del vocablo.

La voz extinguisher, del inglés influyó en mucho para que en América se usara la voz extinguidor, de modo tal que al final el diccionario de la Real Academia Española no tuvo más remedio que incluir la palabra en el lexicón mayor de la lengua.

En el apartado que le corresponde a la nueva voz reconocida, la Academia asienta que es de uso en América por extintor. De modo breve consigna que es “aparato para extinguir incendios”. Figura por primera vez en la edición del diccionario de la RAE del 2001.

Para resumir, los dos vocablos del título son sinónimos. Los dos son aceptados para su uso en español.

A pesar de toda la tinta que corrió antes con respecto a estos dos términos, se piensa que es justicia lo que se ha hecho. No solo justicia al uso inveterado de la palabra extinguidor, sino también al hecho de que en español existe el verbo extinguir (=apagar) y no hay ningún verbo que sea extintar.

El nombre extinguidor se ampara en algunas de las normas de la lengua española. Recuérdese que se forma sobre el verbo –como se señaló antes- suprimiendo del infinitivo del mismo la R final y añadiendo la terminación –dor, que es una de las maneras de formar nombre para aparatos, máquinas y electrodomésticos.

En español existen otros nombres similares que ya constaban en los diccionarios, como por ejemplo: abridor, asador, borrador, copiador, despertador, destornillador, incinerador, purificador, radiador, refrigerador.

CÁMARA

“. . .grave condición en que las conexiones de la aorta y la arteria pulmonar a las CÁMARAS del corazón están invertidas.”

Aquí el que no sabe inglés se queda en las nubes. No consigue entender lo que intenta expresar el redactor. Además de saber inglés hay que ejercer un poco de imaginación para dar con el sentido de lo que se pretende dar a entender.

En los diccionarios serios en lengua española no hay ninguna cámara que permita darle sentido a lo que se reprodujo al principio de esta sección.

La confusión proviene del inglés, como se intuye de la lectura de los párrafos anteriores. En esa lengua las cavidades del corazón se llaman “chambers”, que son las aurículas y los ventrículos del corazón.

Como sucede en muchas otras ocasiones, en este caso el redactor yerra porque no pone suficiente cuidado en lo que escribe. En lugar de confiar en sus conocimientos y pensar que todo lo que es “chamber” en inglés es cámara en español, debió consultar algún diccionario especializado.

CARNE – MASA

“. . .una bicicleta de montaña, abrigos de piel, suéteres de casimir, CARNE de cangrejos y chocolate. . .”

Hay que ponerse de acuerdo acerca de qué cosa es la que tiene el cangrejo dentro de su carapacho. En República Dominicana se le llama “masa” al alimento blando que rellena las cavidades del crustáceo.

Si se evita llamar carne a la “masa” del cangrejo es porque existe razón para hacerlo de ese modo. El diccionario mayor de la lengua común trae para carne algunas definiciones que ponen fuera de combate ese vocablo para la parte blanda comestible del cangrejo.

La carne es el comestible de vaca, de ternera, cerdo, carnero, etc. No hay que entusiasmarse con el etcétera que se copió antes, porque en la tercera acepción la autoridad de la lengua consigna que es carne el alimento consistente en todo o parte del cuerpo de un animal de la tierra o del aire, en contraposición a la comida de pescados y mariscos.

Con la introducción de la palabra “comida”, la Academia de Madrid incluye una voz que refleja la opinión de esa corporación de la lengua con respecto al nombre que debe usarse en el caso del cangrejo.

Ni en el diccionario de la Academia, ni en el Moliner aparece ninguna referencia que le brinde apoyo al uso de los dominicanos. No obstante eso, en español existe esta frase: “no ser carne ni pescado”. Se oponen los dos conceptos, lo que abunda en beneficio del uso dominicano.

Solo hay un punto sobre el cual puede apoyarse o defenderse el uso de los dominicanos con la voz “masa” para lo antes citado, y lo refleja la señora Moliner cuando escribe: “porción de cierta materia”.

En el lenguaje de los dominicanos la masa es la parte blanda del animal, por oposición al hueso, los cartílagos y otras partes del cuerpo.

Derivado de esta masa el dominicano utiliza una voz que la aplica a las personas corpulentas, gruesas, gordas, cuando las califica de “masúo” (=masudo), que tiene muchos músculos y grasa.
No se puede dejar de mencionar que Santamaría en el DGA en el año 1942 recogió la palabra masa para la “carne de animal o de fruto, sin hueso”, de uso en Cuba.

Haensch y Werner, en el Diccionario del español de Cuba” abundan un poco más acerca de esta masa cubana. Escriben: “En cuanto a la alimentación, carne, en oposición a la piel, los huesos, los cartílagos, etc. Pedazo de carne sin huesos ni piel”. Luego esos autores añaden lo relativo a las frutas.

En conclusión, esta masa dominicana del cangrejo es una extensión de la otra masa de las carnes, porque en ella no hay (o no debe haber) nada más que materia blanda buena para ser ingerida después de una masticación sin contratiempos.

CARPINTERÍA

. . .controla férreamente al árbitro electoral, con mayoría de seguidores suyos, y todo el manejo de la CARPINTERÍA en manos de activistas suyos.”

El vocablo carpintería no guarda secretos acerca de su significado para la mayoría de los hispanohablantes. Es una palabra de uso diario que aprenden los hablantes desde una tierna edad.
La carpintería es el taller donde trabaja el carpintero. Es el oficio del carpintero. Por último, es la obra o labor del carpintero.

En el uso, en lengua española, se llama carpintería, por otra parte, al conjunto de las cosas de madera de un edificio; son las puertas, ventanas, pisos, etc.

Lo que consta en los párrafos anteriores es lo que se consigue en lengua castellana para la carpintería. No obstante lo precedente, el empleo que hizo el articulista de carpintería no se refiere a ninguna de esas significaciones anteriormente enumeradas.

Para desentrañar el enigma del significado hay que emigrar a los predios del inglés. Allí está la clave con el nombre de “carpentry”. En esa lengua es “la forma o manera de poner juntas las partes, como en una composición literaria o musical”.

En el inglés de los Estados Unidos cuando se usa la voz antes mencionada, lo que se señala con eso es que eso que se califica de carpintería se deja para que lo hagan otros por ser un trabajo burdo, puesto que quienes realizan ese trabajo no requieren pensar o tomar decisiones. Son ejecutores de las órdenes quienes se ocupan de la carpintería y reciben las orientaciones de quien concibe el proyecto.

Con la explicación del inglés se logra entender el texto de la cita. Naturalmente, quien de ese modo se expresa no hace sino enredarle la madeja al lector.

REGIÓN

“. . .hemos programado reuniones especiales para discutir este asunto con el público en diferentes REGIONES del condado.”

El sentido de esta palabra se ha liberalizado. El uso le ha otorgado a la palabra región unas características que antes no poseía.

Las diferentes regiones están marcadas por diferentes rasgos que la delimitan. Unas regiones ven sus fronteras -a veces invisibles- delimitadas por caracteres étnicos. Otras por conveniencias de la organización gubernamental.

Hay, no obstante lo anteriormente expuesto, una constante que no ha cambiado. Que no ha sufrido modificación. Se trata de la dimensión de la región. Se entiende que la región es una de las mayores divisiones territoriales.

En varias de las definiciones la RAE deja constancia de ello. En la segunda acepción la Academia expresa, “cada una de las grandes divisiones territoriales de una nación”. En la tercera acepción añade, “todo espacio que se imagina ser de mucha capacidad”.

Se considera fuera de proporción que un condado sea dividido en regiones. No hay cupo para eso. En una de las definiciones que la Academia emplea para tipificar la región hace entrar en el ámbito de la región a las provincias, departamentos y otras delimitaciones del territorio.

La región es siempre “parte de un país”; por tanto no debe hablarse de “los países de la región”. Del modo copiado aquí se expresa el “Manual de español urgente” de la Agencia EFE, 1989. Esta aseveración no ha sido desmentida por ninguna otra publicación ulterior al año de ese manual.

Aconseja esa obra que en lugar de región para más de un país se utilice entonces “área o zona”.

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